ERP/N.Peñaherrera. Varios electores y varias electoras se parecen a X, una persona que yo conozco, y con la que tengo una cercana amistad de algunos años, así que nos entendemos y tratamos relativamente bien.
X no es de Piura, pero consiguió un trabajo por acá. Hasta donde sabemos, no tiene familia, así que debe alquilar un cuarto y pagar su pensión para alimentarse.
Aunque lo niegue, la soledad es una de sus compañeras habituales, no por circunstancia sino por vocación. Aún así, se queja de ella.
Hace poco X conoció a Y, que, digamos, le dio justo en el gusto, y comenzó a ilusionarse.
X dice que Y es divertido y descomplicado (yo diría controlador y machista en extremo, ergo potencialmente violento). Fuera de eso, todo demuestra que no pasa de un gusto mutuo disfrazado de frases y caricias agradables.
Y ya tiene un compromiso –lazos familiares- con el que siente conexión, pero que la distancia permite no verlo como un obstáculo pues no hay quien se lo recalque: soledad por circunstancia.
La soledad por vocación y la soledad por circunstancia no son compatibles.
La explicación es matemática: mientras en el primer caso se busca el conjunto vacío (= 0), en el segundo hay una compulsión por formar un conjunto unitario si es que el binario es imposible (que aplica al caso que cuento).
Multiplica 1 x 0, o 2 x 0, y saca conclusiones.
Dato adicional: X está buscando cuarto para alquilar, e Y le ofreció hacerlo a medias, y no gratuitamente del todo. Incluso le propuso ir a una zona cara por donde la mires, y X no maneja presupuesto.
"¿Estás buscando cuarto o le estás siguiendo?", le cuestioné una vez que me llamó, cosa que hace frecuentemente, y yo también.
Dicho sea de paso, ya afloró la intención de Y de aislar a X, de amigos y familia.
El mismo modelo aplica a ti que votas: ¿qué buscas tú? ¿qué busca la persona que te está seduciendo por tu voto? Ojo, dije voto... o quién sabe ¿no?. Sigamos
Además, ¿estás luchando por resolver tus necesidades básicas, con autonomía? ¿O estás siguiendo un rostro, un tono de voz, o hasta un cuerpo?
¿Te estás dejando chantajear con el paraíso, o estás luchando por construirlo por tu cuenta?
¿Es convicción meditada o es un agradable gusto?
Como el caso de X, podemos inventar mil excusas para justificar nuestra opción por no aceptar lo que la matemática demuestra meridianamente; pero, recordemos que los números nunca mienten.
Jamás olvidemos que el lenguaje del Universo son las Matemáticas. Todo está escrito en ese idioma, incluso nuestros gustos.
Los gustos son pasajeros y casi siempre improductivos, si hablamos en términos de largo plazo; las decisiones bien meditadas son duraderas y nos garantizan crecer, ser autosuficientes y luchar por algo más que un simple rato.
Quizá por eso, X y yo seamos excelentes amigos, pero nunca remamos en la misma dirección.
(Sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)