Representa otro ejemplo de coraje y lucha contra la adversidad
Piura. Desde la "Ciudad de la Bella Durmiente" –Frías- y del "Idolillo de Frías", llegó a Piura para formalizar sus documentos de aceptación de la beca, con muchos sueños e ilusiones a cuestas, el adolescente Elmer Pasapera Ramírez, de tan solo 17 años de edad y con un gran futuro por delante.
No tendría nada de raro que él, al igual que otros jóvenes de su edad, hayan logrado su gran objetivo de obtener una beca para seguir estudios con todo pagado en el Programa Beca 18 que promueve el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, a no ser por la extraña enfermedad que padece, y que sobreponiéndose a ella ha sabido tener el ánimo y el valor suficiente para seguir avanti y lograr su sueño.
En efecto, Elmer es de aquellos chicos de la parte andina con los que se simpatiza a primera vista y conmueve por sus aires de inocencia y bondad, desprovista de cualquier sentimiento negativo. Como no todo es perfecto en la vida, un día fue atacado por un extraño hongo que le ha generado el mal de la hialoifomicosis, generándole grandes granos en la mano derecha (lo que le obliga a ocultarla con un guante negro) y en el pie derecho que también luce recubierto, impidiéndole usar zapatos.
Según cuenta, al principio le brotaba agua rojiza de las heridas de la mano, ahora ya no. En cambio esto prosigue con el pie derecho, y más aun esto le obliga a cojear. Pero nada le desanima en su propósito de seguir la carrera de ingeniero civil, tras obtener la beca para estudiar nada menos que en la prestigiosa Universidad de Piura. Esto le viene de su padre, un agricultor que en sus ratos libres también se dedica a levantar inmuebles de adobe.
Elmer es natural de Frías, provincia de Ayabaca, el quinto de ocho hermanos vivos, ya que tres más están muertos. Hijo de Buenaventura Pasapera, agricultor, y Julia Ramírez, ama de casa. Fue él primero quien se animó a postular a la beca, y luego lo impulsó su hermano mayor Buenaventura. Para dar el examen se preparó con la ayuda de un profesor de aula que les brindaba clases extraescolares.
Reconoce que tiene una habilidad especial para las matemáticas, propias de la carrera que seguirá, en lo cual ha tenido oportunidad de enseñar a sus hermanos menores y amigos de aula.
Elmer considera que la beca es un gran estímulo que brinda el gobierno a los jóvenes que como él no tienen los suficientes recursos económicos para labrarse una carrera en la vida. Espera una vez que se reciba como profesional ayudar a su familia, y servir a su comunidad. Y que otros chicos también se esmeren por alcanzar su sueño y sean los arquitectos de su propio destino.
