ERP/A.Abad. El conocido periodista Humberto Sullón Rebolledo, en breve conversa con El Regional de Piura – Prensa Digital Talara, manifestó que en el periodismo radial en Talara, muchas veces, existe un libertinaje y no hay respeto, principalmente por falta de control de los propios periodistas que dirigen un programa y de los dueños de los medios.
Tras comentar que esta situación también en muchas otras ciudades, el periodista remarcó que en Talara hay comunicadores sociales que no miden sus comentarios y faltan al respeto a miles de oyentes que están al lado del receptor, entre ellos: jóvenes, adultos e incluso menores de edad.
"Algunos comunicadores se adueñan del espacio y desde su tribuna hablan lo que quieren y sin el debido cuidado, y si nosotros no somos respetuosos, entonces los oyentes tampoco lo serán", agregó Sullón Rebolledo.
Sin embargo, Sullón Rebolledo, manifestó que en tiempos de elecciones los comunicadores la oportunidad de ganar algo adicional, pues hay que tener en cuenta que siendo un trabajo independiente los trabajadores de la comunicación social no tienen con un seguro de salud. "En ese sentido, es necesaria la auto regulación, pero para que esta se dé es necesario tener valores y ética. Creo que los propietarios y/o administradores de los medios juegan un papel importante", expresó.
Recordó que mediante los códigos de ética de los comunicadores sociales y/o periodistas, se da a conocer las formas y maneras adecuadas para ejercer la profesión, los deberes y derechos que todo buen comunicador social debe cumplir para dignificar la profesión.
Para finalizar, hizo un llamado a los dueños de los medios a exigir a los comunicadores sociales (periodistas) que arriendan un espacio algunos principios de ética y -principalmente- respetar a la población.
PARA TENER EN CUENTA...
Los códigos de ética de las diferentes instituciones que agrupan a los hombres de la comunicación social y/o periodistas, consideran principios básicos y valores que el periodista debe cultivar y practicar, como la libertad de expresión (que no da patente de corso para decir lo que cualquiera quiere), veracidad, objetividad, la independencia de criterio, imparcialidad, integridad profesional, anti-sensacionalismo, solidaridad, sensibilidad, lealtad, cláusula de conciencia, tolerancia, responsabilidad, secreto profesional, justicia y bien común, entre otros.