ERP. El egresado de la Universidad Nacional de Piura Marco E. Nevado , Ph.D, a través de este medio de comunicación, viene expresando sus ideas y realizando propuestas a tener en cuenta para la gestión de su casa de estudios; sobre todo ahora que se encuentra en un proceso eleccionario para renoovar el cargo de Rector. Justamente, considerando la importancia, remite una carta a los doctores Enrique Cáceres Florián y José Ordinola Boyer, la misma que publicamos.
Junio 30, 2025.
Dr. Enrique R. Cáceres Florián, Dr. José Ordinola Boyer
Candidatos a Rector de la Universidad Nacional de Piura (UNP).
Me dirijo a ustedes con la profunda preocupación y la esperanza que solo un testigo de la historia puede sentir.
Como egresado de la Primera Promoción de Agronomía de la UNP, hace 63 años y durante más de seis décadas, he observado con desilusión cómo nuestra “Alma Mater” ha caminado a la deriva, traicionando los principios que dieron origen a esta casa de estudios.
La falta de investigación científica en la UNP es una herida abierta en el corazón de nuestra universidad y de quienes egresamos de ella. Recuerdo con nostalgia los sueños y aspiraciones de aquellos primeros años, cuando imaginábamos una UNP a la vanguardia del conocimiento, aportando soluciones a los desafíos de Piura y del país.
Sin embargo, la realidad es decepcionante y lamentable: la producción científica es escasa o casi nula, los docentes y alumnos, en muchos casos, carecen de los recursos y el estímulo necesarios para explorar nuevas fronteras del saber.
El deterioro académico es otro síntoma alarmante de esta crisis. La calidad de la enseñanza ha mermado, la investigación no se usa como fuente de conocimiento y la formación de nuevos profesionales, en ocasiones, no está a la altura de las exigencias de un mundo en constante evolución. ¿Cómo podemos esperar que los egresados compitan globalmente si la base de su conocimiento es frágil y desactualizada?
Pero, lo más doloroso ha sido la administración, por años, ausente de valores éticos. Hemos sido testigos de cómo la UNP, en lugar de ser un faro de integridad y excelencia, se ha convertido en un espacio donde los intereses personales prevalecen sobre los institucionales.
Por otro lado, los nombres de algunos de los exrectores, lamentablemente, no resuenan en las páginas de revistas científicas, sino en los archivos de denuncias policiales y fiscalías. La universidad, que debería ser un templo del saber, ha sido y es una fuente de servicios personales para aquellos que debían protegerla.
Actualmente, donde el cambio climático azota con furia, alterando patrones agrícolas a una velocidad sin precedentes, y con una crisis alimentaria global inminente que amenaza la seguridad alimentaria y estabilidad de millones de seres humanos, la UNP toma la decisión de utilizar la estación experimental agrícola para la construcción de un edificio negando la razón de existencia de una universidad: la investigación.
Esta decisión no es simplemente un error; es una negligencia flagrante que no solo revela una profunda desconexión entre la administración actual y el conocimiento de las prioridades reales, sino que también expone una alarmante falta de visión y compromiso con el futuro.
La estación experimental agrícola no es un terreno baldío cualquiera; es un laboratorio viviente, un santuario para la innovación, donde se gestan las soluciones a los desafíos más complejos que enfrenta la agricultura y la seguridad alimentaria. Es el lugar donde se investigan nuevas variedades de cultivos, se desarrollan técnicas de manejo sostenible y se busca garantizar la producción de alimentos para las generaciones futuras.
Despojarla de su función principal para erigir un edificio es, en esencia, arrancar de raíz el progreso para sembrar la ignorancia desconociendo que la agricultura es la actividad productiva más vulnerable al efecto del cambio climático.
La UNP permanece de espaldas a la realidad de Piura. Nuestra región, rica en desafíos y oportunidades, ha esperado en vano que su universidad sea un motor de desarrollo, un aliado estratégico en la búsqueda de soluciones a sus problemas más apremiantes. La desconexión entre la academia y la sociedad es abismal, y es hora de que se rompan esas barreras.
Hoy, los invito los candidatos a una reflexión profunda y a un compromiso inquebrantable: la recuperación de la UNP no es una opción, es una urgencia impostergable.
Restaurar la excelencia académica, promoviendo una cultura de investigación rigurosa; fortalecer la integridad y la transparencia en la gestión, erradicando cualquier rastro de corrupción y favoritismo son urgencias que deben estar en la mente y en el corazón de quienes aspiran a dirigir la UNP. De otra forma, Dr. Cáceres y Dr. Ordinola, que la historia de Piura los juzgue por sus decisiones.
El legado de la Primera Promoción de Agronomía “Amador Amico Ramos” y de tantas otras generaciones que soñaron con una UNP grande y digna, recae ahora en vuestras manos. Asuman este desafío con la valentía y honestidad que nuestra universidad merece.
Con la esperanza de ver resurgir a nuestra UNP,
Atentamente,
Marco E. Nevado, Ph.D.
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