ERP. El templo San Juan Bautista de Catacaos, se luce ante los fieles, con un Altar Mayor, que destaca aún más, el sentido teológico como el arte con el cual fue creado. El Pbtro. Álvaro Paul Otero Gonzáles, recientemente llegado como párroco a Catacaos, se planteó, apenas pisó la ciudad, cuya Semana Santa, es “Patrimonio Cultural de la Nación”, realizar la restauración del altar mayor.
Satisfecho del resultado el pastor de la grey cataquense, llamó a la feligresía a renovar su fe y a mantener un trabajo constante, para devolverle el brillo y realce a la Casa de Todos, su majestuoso templo.
Con el respaldo de la feligresía y el Consejo Pastoral, y llamando a quienes saben, convocaron las manos del artesano, Manuel Rumiche Álvarez, restaurador y curador de bienes artísticos religiosos. El haber realizado hermosos trabajos, a la misma arquidiócesis, a base de pan de oro y bronce, fue su carta de presentación.
El Altar Mayor del templo San Juan Bautista, está estructurado por siete rostros representativos de la iglesia: en la parte superior honramos a la Santísima Trinidad, constituida por Dios, hijo y Espíritu Santo.
En el segundo nivel se ubica nuestra Santísima Virgen de la Concepción, acompañada de San Juan Bautista y San José, en la parte inferior encontramos la imagen de Santa Rosa de Lima y San Martín.
La parte principal, en el centro del Altar Mayor, encontramos al Santísimo Sacramento, que ha recibido un tratamiento especial, pues ha sido limpiado y retocado con un metal noble: la plata.
La técnica “Pan de Oro al agua”, consiste en ponerle Pan de Oro Italiano de veintidós kilates alrededor del Santísimo. Se considera que Rumiche Álvarez, utilizó un aproximado de cincuenta libros que incluyen láminas de pan de oro de 8 x 8 c.m. cada una, las cuales se colocan con ayuda de una brocha y con las piedras de ágata se le saca el brillo.
Este proyecto demando un poco más de un mes de trabajo. Además, se instaló iluminación a cada cápsula de los santos, para darle más realce y apreciar mejor la belleza del grandioso altar.
El párroco pide que los feligreses aumenten su fe, regresando a la casa de Dios a reencontrarse con Él. “Quiero recordarles que ya es tiempo de volver al templo. Es importante el encuentro con Dios, de manera personal”, finalizó.