ERP. La ciudad de Catacaos, ubicada al sur de Piura, tiene una connotación histórica y sobre todo cultural. Cuna de insignes artesanos que convierten en belleza no solo la arcilla, sino igualmente la plata, la paja toquilla, el cuero, la madera y otras expresiones que se materializan como obras de arte. Ser la “Capital Artesanal de la Región” es una distinción y reconocimiento a su valía cultural.
El turista interno y el receptivo, busca elementos que les recuerde su paso por la región Piura y es común observar la visita que realizan a Catacaos, la cual se encuentra a solo 12 minutos de la ciudad de Piura. Llevar un souvenir con elementos piuranos o degustar la deliciosa gastronomía o participar en las festividades religiosas son elementos culturales que convocan a propios y extraños.
Reporteros del Diario El Regional realizaron una visita, para adentrarse en el pasado y presente de esta localidad, que alterna en un sincretismo cultural, el ayer primigenio, los aportes culturales de las culturas que se sucedieron y del resultado de una influencia que no cesa, pero que igualmente fortalece lo histórico del distrito, signo distintivo de Catacaos.
Después del desastre del año 2017, se ha reconstruido el sistema vial, la ciudad, la infraestructura pública y se viene reduciendo las vulnerabilidades que demostró la creciente del río Piura. Es probable que sea difícil salvarla de otros episodios similares; sin embargo, corresponde a su propia gente, preocuparse por mantener a Catacaos como un lugar seguro para vivir.
Antes de llegar a Catacaos, nos encontramos con la casa del Artesano. Ellos se encargan de dar forma a la arcilla y vender sus productos a los turistas locales, parte de ella es utilitaria y otra decorativa. Además de los cántaros, se elaboran otras obras de arte y por supuesto, no se encuentra ajeno la figura del poblador local o la chola cataquense, símbolo de la piuranidad que se resiste a desaparecer en este lugar de Piura.
Avanzando, la calle de entrada a la ciudad, luce ostentoso un cántaro, en tanto la alta densidad vehicular es un reflejo del crecimiento demográfico no solo de Catacaos, sino igualmente de los distritos del Bajo Piura y de la provincia de Sechura, cuyo paso es obligatorio por esta localidad.
Catacaos, no es una ciudad arquitectónicamente bien construida y el uso del espacio, asume los mismos males de otras del país, sin embargo, tiene elementos que se mantienen y que le dan sentido al interés turístico. Uno de ellos es la Iglesia de Catacaos, que en tiempo de Navidad es altamente visitada y lo mismo sucede en la Semana Santa, principal festividad religiosa de la región.
Al costado su Plaza de Armas, luce imponente e inmodificable por años, allí en el centro se encuentra Juan de Morí Alvarado, quién fue cura y vicario de la parroquia, en las partes laterales un espacioso descanso para el solaz de los visitantes y también de los lugareños. El colorido de las plantaciones y los espacios libres para el tránsito peatonal, le dan una percepción de armonía a este descanso público.
La calle Comercio, es una de las principales, aunque durante los últimos años, se ha diversificado la actividad comercial a otras de la ciudad de Catacaos. En el centro y colindante con la Plaza de Armas se ubica la Municipalidad Distrital y en medio de ella, se ordenan joyerías que elaboran y expenden las reconocidas joyas de filigrana y otras.
Tuvimos la oportunidad de sugerir a dos ciudadanos chilenos joyas de plata y meses después nos comunicaron positivamente sobre las prendas llevadas y el objetivo deseado. La filigrana, es el arte mismo de cataquenses, que mantienen no solo calidad, sino igualmente estética a las joyas que confeccionan.
Un recorrido por Catacaos, nos permite encontrar aparejos de madera y con fines utilitarios, artesanía de cuero y sobre todo de paja toquilla. La sombrerería que fue utilitario y que respondía a las faenas de la agricultura, también fue el símbolo del hacendado, una parte de la historia que se mantiene latente en las mentes de los naturales de Catacaos; posteriormente, se ha diversificado su uso, sobre todo, en la ciudad.
Mención especial merece al escultor Manuel Aquino Ipanaqué cuyo arte es reconocido a nivel nacional e incluso internacional. Su creatividad, es el símbolo vivo de los aportes culturales de hombres y mujeres de Catacaos.
Igualmente, la fortaleza de Narihualá permite conocer más sobre las raíces de los primeros pobladores que habitaron la hoy región Piura. Se encuentra a unos 12 minutos de la ciudad de Catacaos y es de fácil acceso.
Finalmente, es la gastronomía que se prepara en Catacaos, un motivo de placentera visita de turistas nacionales y extranjeros. La variada culinaria a base de carnes y pescado, es otra razón para visitar el distrito de Catacaos.