ERP. Campaña de inmunización ha superado meta establecida. Para prevenir la presencia de la enfermedad del Ántrax en la región Piura, los servidores del campo del Servicio Nacional de Sanidad Agraria -SENASA vienen ejecutando la segunda fase de la campaña sanitaria 2016, que comprende la vacunación de bovinos de los distritos piuranos de Catacaos, Sullana y Bellavista, beneficiando aproximadamente a 4,540 pequeños productores.
La meta a cumplir en esta campaña de inmunización es de 20,010 animales, habiéndose hasta la fecha vacunado 22,698, cifra que representa el 113.43 % .
Los especialistas en sanidad animal del SENASA visitan los predios y orientan a los productores ganaderos sobre la importancia de contar con la certificación oficial de vacunación, teniendo en cuenta que, conforme a la normatividad vigente, ésta constituye un requisito indispensable para la venta y movilización de ganado.
El Ántrax es una enfermedad contagiosa y mortal que afecta al ganado bovino, caprino, ovino, así como a los seres humanos. En la región Piura, el SENASA realiza vigilancia y ejecuta un plan de capacitaciones tanto para productores como comerciantes, habiéndose capacitado a 301 pequeños ganaderos que equivale al 167.22% de la meta programada.
El jefe de área de Sanidad Animal del SENASA Piura, Víctor Guzmán Zegarra, agradeció a los ganaderos que vienen apoyando la campaña de vacunación y los exhortó a notificar a la autoridad sanitaria cuando se presente la muerte repentina de sus animales para realizar un diagnóstico de Ántrax y tomar las medidas sanitarias que eviten su difusión.
Explicó que los animales infectados presentan calentura, dejan de rumiar, se ponen irritables, no pueden respirar y tienen dificultad para ponerse en pie.
El ántrax es una infección provocada por la bacteria Bacillus anthracis produciendo esporas que pueden vivir hasta 100 años en la tierra, y son ellas las que provocan la enfermedad cuando ingresan a un animal susceptible a contraer el mal por falta de vacunación.
Una vez que ingresan las esporas en el animal, provoca su muerte que puede ser de manera súbita, sin presentar síntomas externos o mediante una septicemia (infección generalizada), 48 horas después de que haya presentado signos de fiebre, decaimiento y falta de apetito.