ERP. Las principales empresas y asociaciones que hacen uso del agua de las sub cuencas Huancabamba, Chamaya y Chinchipe, se dedican a la producción agroindustrial de uva, arándanos, mango, café, arroz, palta, hortalizas, entre otros, todo ello, gracias a la cobertura adecuada que permiten un uso constante del recurso hídrico, el mismo que igualmente satisface a la población local.
Las empresas de agua para uso poblacional, hidroeléctricas y embotelladoras también se benefician de este elemental líquido, en cual alcanza a más de un millón de personas de las principales ciudades del norte peruano como Piura, Olmos, Jaén y San Ignacio.
En este contexto, el coordinador de la secretaria técnica del Fondo del Agua Quiroz Chira – FAQCH, Ing. Abel Calle Cruz, resalta la importancia de los bosques montanos y los páramos, ecosistemas vitales para la producción y regulación del recurso hídrico para la cuenca media y baja; siendo indispensable protegerlos, recuperarlos y conservarlos.
“El agua es, sin duda, uno de los recursos más valiosos para la vida; sin acceso a una buena calidad y cantidad, la supervivencia humana, animal y vegetal, corren peligro. Así mismo, las agroindustrias, hidroeléctricas, dependen en gran medida de este recurso para la realización de sus operaciones. He ahí la importancia de conservar, recuperar y proteger los ecosistemas frágiles que se ven amenazados por el cambio climático, crecimiento poblacional y la degradación del territorio, a través de la expansión de la frontera agrícola, talas, quemas y ganadería extensiva”, indica el especialista del FAQCH.
En tal sentido, Calle Cruz precisa que el Fondo del Agua Quiroz Chira – FAQCH es un Mecanismo de Retribución por Servicios Ecosistémicos – MERESE, el cual representa una oportunidad de inversión para sumar esfuerzos desde el sector público – privado y de la sociedad civil, con el fin de apoyar y asegurar el recurso hídrico en el tiempo, compartiendo responsabilidades y compromisos en la protección de fuentes de agua.
“Hago un llamado a las empresas, asociaciones, instituciones públicas y personas naturales para que se sumen a los trabajos de conservación efectiva con nosotros. De esta manera, no solo contribuyen al cuidado de los bosques y páramos, sino que también pueden obtener beneficios tributarios, certificaciones ambientales, actividades de sensibilización, ecoturismo, fortalecimiento de capacidades, entre otras”, puntualiza Calle Cruz.