ERP. Antes de la emergencia sanitaria por el COVID-19, las niñas y niños de las 363 instituciones educativas públicas de Tumbes dedicaban tiempo al cuidado de sus huertos en las escuelas, así como la crianza de algunos animales, que era promovida por el personal técnico del Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma.
En el actual contexto, el personal técnico de este programa social fomenta los huertos familiares entre las jefas y jefes de hogar, con el fin de que sus hijas e hijos incorporen lo aprendido en esta nueva experiencia.
En las sesiones virtuales, todas y todos reflexionan sobre la importancia de la agricultura en el desarrollo de sus familias y su comunidad, sobre todo las que se ubican en el ámbito rural. Asimismo, acerca de la necesidad de disfrutar de productos nutritivos y de contar con una alimentación saludable, por ejemplo, en beneficio del aprendizaje durante las horas de clases.
Por el Día Internacional de la Madre Tierra, que se celebra este 22 de abril, la reunión remota buscó analizar el impacto de las actividades económicas que ejecutan los seres humanos en el planeta, sobre todo en esta época de pandemia, que significa un riesgo enorme para la salud pública, la diversidad biológica y la economía mundial.
En sus hogares, con el fin de contribuir al ‘enfriamiento’ global, las alumnas y alumnos están cultivando sábila, pepinillo, limón, ají, betarraga, tamarindo, mango, cereza, banano, guanábana, papaya y otros alimentos, que son usados para complementar los 16 productos que reciben por parte de Qali Warma durante el año escolar.
El jefe de la Unidad Territorial Tumbes de esta entidad destacó el trabajo que realizan con diversos actores sociales, entre ellos autoridades regionales y locales, para promover prácticas alimenticias y estilos saludables, en favor de más de 42 000 estudiantes y sus familias.