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Vie, Abr

Mejoras en automóviles a lo largo del tiempo

Ciencia y tecnología
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ERP. El mundo del automóvil es uno de los campos que más cambios e innovaciones ha experimentado en los últimos años. Los nuevos autos han ganado sobre todo en seguridad y eficiencia, haciendo que tanto nosotros como nuestra familia viaje más protegida y más cómodamente.

Estos cambios se han introducido en nuestras vidas de manera tan rápida que casi no nos hemos dado cuenta de todas las mejoras en la seguridad del automóvil a lo largo del tiempo. Parece que queda lejos la incorporación de los cinturones de seguridad en todas las plazas, o la implementación de los primeros airbags. No obstante, estos dispositivos que hoy nos parecen básicos tan solo llevan con nosotros desde la década de los 90.

Del habitáculo indeformable a los coches que analizan y actúan

Se puede hablar de dos eras o períodos en la historia del automóvil. Es importante saber en qué período se enmarca nuestro vehículo para conocer cómo responderá ante una determinada situación y poder minimizar los daños en caso de accidente. No obstante, tal y como venimos diciendo la seguridad se ha ido incorporando a los autos de manera incremental, esto es, no se ha dado marcha atrás en ningún aspecto relacionado con la protección y mejora de los ocupantes del vehículo. Es por esto por lo que la siniestralidad se ha visto reducida de forma significativa a lo largo de los años. De hecho, hoy es 200 veces más seguro conducir un coche que en 1960.

Primera era, la seguridad pasiva

En un primer momento, la seguridad se centró en reducir los daños al mínimo cuando el accidente es inevitable. A diferencia de la seguridad activa, centrada en todos los elementos que evitan un accidente cuando el vehículo está en marcha, la seguridad pasiva introdujo en los vehículos cinturones, airbags, reposacabezas…

Mejoras en automóviles a lo largo del tiempoMejoras en automóviles a lo largo del tiempo

Esta primera era, conocida como la de seguridad pasiva, la inauguró el ingeniero austrohúngaro Béla Barényi con la introducción del habitáculo indeformable. Este avance en la seguridad es anterior incluso a la Segunda Guerra Mundial. La invención de Barényi fue crear una serie de estructuras diseñadas para absorber la energía del impacto cuando ocurriese un accidente. El chasis debía contar con un espacio de alta rigidez, esto es, la célula de supervivencia. Este espacio debe estar rodeado de estructuras menos rígidas, las zonas de deformación programada, pensadas para absorber el impacto.

Otra de las grandes medidas de la seguridad pasiva fue la introducción del cinturón de seguridad. Este es el principal dispositivo de retención. Reduce el riesgo de muerte y heridas graves entre un 40 y un 65%. Desde el 2006 es obligatorio en las plazas tanto delanteras como en las traseras.

La seguridad activa, los coches inteligentes posteriores a 2004

Conforme pasaron los años, la investigación y la innovación en el mundo automovilístico centró sus esfuerzos en la seguridad activa, esto es, adelantarse al accidente y poner el foco en la detección para evitar la pérdida de control y el choque. En este campo tuvo mucha importancia la aplicación de la microelectrónica a los sistemas de control tradicionales. El punto álgido de esta nueva era se vivió durante la segunda mitad de la década de los 2000, con la generalización del control de estabilidad.

Conocer el entorno por el que circula el vehículo es el principal objetivo de los dispositivos que se encuadran en la seguridad activa. Los sistemas de seguridad independientes han recibido la mayor atención desde mediados de la década pasada. Los sensores incluidos a los sistemas de control tradicionales ayudan al conductor y tratan de anticiparse a un eventual accidente.

Entre estos mecanismos encontramos sistemas como el aviso de abandono de carril. Gracias a una cámara que detecta las líneas de carril el conductor recibe un aviso si las sobrepasa involuntariamente, esto es, sin conectar el intermitente. Este sistema podría evitar un 10% de los accidentes, lo que supondría evitar cada año 500 víctimas y 2.500 heridos graves.

El alumbrado adaptativo es otro de los sistemas activos de seguridad. Su punto estratégico es la movilidad y adaptabilidad de los faros, que giran y adaptan la forma de su haz de luz en función de la velocidad y la climatología. Se calcula que consiguirían reducir la siniestralidad entre un 18 y un 30% dependiendo del tipo de faros.

El siguiente paso en cuanto a seguridad activa es la percepción. En los segmentos más caros del mercado ya se han comenzado a implementar estos sistemas, donde no hay un único sensor haciendo un trabajo, sino varios sensores funcionando en paralelo para entender que es lo que está sucediendo en el contorno del vehículo y poder actuar en consecuencia. Esto permitiría, por ejemplo, que el vehículo podría realizar maniobras de emergencia sin la intervención humana, como frenar a fondo sin previo aviso.

Poco a poco parece que caminamos cara un mundo donde los vehículos son más seguros. Por su parte Google ya empezó las pruebas con vehículos autónomos, aunque con algunos problemas que solventar. ¿Estaremos cerca de la seguridad total en los automóviles?

Diario El Regional de Piura
 

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