ERP. El juego con disfraces generalmente comienza a los 2 años de edad y evoluciona mientras los niños van creciendo y se interesan cada vez más y más en su entorno. Es normal que un chico empiece a hacer preguntas acerca de la ropa que usa la gente para ir a trabajar o quizá mientras mira una película algo del vestuario de un personaje le llama la atención y quiere sentirse él por unas horas, como por ejemplo Spiderman, Harry Potter, alguna princesa de Disney en el caso de las niñas, etc.
Los disfraces son una herramienta de juego muy importante para su desarrollo, y a continuación te diremos por qué sería una buena idea regalarle uno a tu hijo en estas fiestas navideñas.
Si quieres uno para ti no te preocupes, puesto que existen los disfraces en pareja para adultos que quieran pasarla bien en las fiestas temáticas que serán un boom este fin de año.
Al disfrazarse, el niño
Emplea al máximo la imaginación
Desde los disfraces para niñas ideales a la hora del té o los peques imaginando que combaten hasta el final contra dragones y sanguinarios caballeros, todos los chicos tienden a crear sus propios escenarios a una determinada edad. La imaginación es fundamental y cuanto más juegue más la estará ejercitando.
A diferencia de juguetes niños que lo hacen todo por él, esta clase de herramientas les abre puertas a contextos que antes eran imposibles. Si no quieres comprarle uno entonces deberás ser muy creativo al momento de hacerlo a mano, porque un resultado poco realista quizá le provoque cierta desilusión.
Mejora sus habilidades lingüísticas
Los disfraces para niños de roles automáticamente incorporan habilidades lingüísticas que antes no tenían. De esta manera, inconscientemente estará ampliando su vocabulario al describir detalladamente cómo está combatiendo a piratas malintencionados o de qué forma arresta a malhechores en su rol de policía.
Empatiza
Al jugar con alguien más, ya sea con juguetes para Navidad tipo peluches, el pequeño estará aprendiendo a empatizar con otros seres vivos ya sean personas o animales. Un ejemplo sencillo sería si juega a ser doctor, puesto que deberá mostrar gran compasión por sus pacientes. Si le gusta simular ser un profesor, entonces los estudiantes tendrán que ser tratados con cariño.
Asimismo, con disfraces de veterinario los animales imaginarios serán acariciados y sabrá que tratarlos mal es algo inadmisible.
Construye habilidades socioemocionales
Mediante los disfraces para niños, el juego de roles potencia la inteligencia emocional y mejora la interacción tanto con el entorno como con otras personas. Además estará aprendiendo continuamente sobre sí mismo y el resto, como las cosas que le gustan o las responsabilidades que implica ponerse en la piel de un empleado, luchador, etc.
Obsequiando un disfraz en lugar de juguetes para Navidad de poca riqueza intelectual te asegurarás de que entienda que los pensamientos del resto poco tienen que ver con los suyos.
Fomenta habilidades motoras
Gracias a esta clase de juguetes para niñas o niños estarán practicando activamente a ponerse y sacarse el disfraz, algo que sin querer optimiza el equilibrio y la coordinación (motricidad gruesa) y el permanente movimiento de las manos y dedos (motricidad fina).
Aunque haya enormes cantidades de estos juguetes de Navidad para niñas y chicos en venta, también podrías llegar a crear tú mismo el vestuario que se pondrá tu hijo este fin de año. Quizá sea suficiente con buscar ropa en el armario y modificarla, pero correrás el riesgo de que al peque no le guste y le arruines Nochebuena o Año Nuevo.
Exploran
Simulando ser personajes variados estarán siendo abordados por ideas y comportamientos que no habían tenido previamente. Sabrán con precisión qué cosas los hacen sentir bien y cuáles no, explorándose a fondo ellos mismos al realizar un ejercicio de identificación muy beneficioso para su futuro.
Con disfraces los pequeños serán los protagonistas de su diversión y tomarán decisiones sin tapujos. Son la herramienta perfecta para fomentar su comunicación y libre expresión.
Disfraces para niños
Dichos juguetes niños pueden venir en una gran cantidad de estilos y formas, pero estos son los 2 más populares en chicos:
Mago/hechicero
El disfraz de mago hará que sienta que puede sacar un conejo de la galera en cualquier momento, mientras que el de hechicería lo remontará a la tierra de Harry Potter o, por qué no, simular ser Gandalf de El Señor de Los Anillos.
Dinosaurios
El de dinosaurios desatará la pasión que tiene por parecerse a uno de esos temibles Tiranosaurios Rex que aparecen en Jurassic Park y los miles de libros ilustrados al respecto. Regalándoselo para Navidad probablemente quiera pasar todos sus días con el traje puesto aterrorizando a la familia imitando los sonidos que los dinos de estos tamaños presuntamente hacían.
Disfraces para niñas
Los disfraces para mujer también son variados aunque suelen venir un poco más básicos, reduciéndose sobre todo a los personajes de Disney que tantos fans tienen a lo largo del mundo. Sin embargo también podrían recibir trajes de dinosaurios o de magas en caso de que así lo deseen.
Princesa
Jugar a las princesas suele ser lo más común gracias a los disfraces para niñas que tan bien hechos están. Año tras año son de los más vendidos por la inmersión que generan en las pequeñas y la satisfacción que tienen al sentirse como ellas. Como sabrás, la exitosa compañía Disney tiene una gran cantidad de princesas: Blancanieves, la Cenicienta, Rapunzel, etc.
Sirenita
Siguiendo con la línea de princesas, los disfraces para mujer de La Sirenita son súper populares entre las niñas. Estos suelen incluir una prenda inferior que simula la aleta, en la parte de arriba hay una suerte de corales, y puede o no incluir la respectiva peluca pelirroja para que la transformación sea lo más completa posible.
Conclusión
A modo de cierre, sugerimos que recurras a esta clase de juguetes de Navidad para niñas y niños ya que suelen dar más beneficios psicomotrices que muchos artículos interactivos que requieren poco esfuerzo.