ERP. Ha transcurrido el tiempo y joven espera que se haga justicia. Wilson Atocha Ortiz es un padre que tuvo que asumir la responsabilidad de atención por lo sucedido contra su hijo; el menor de iniciales J.A.G quien fue baleado por Teodoro Solano Castro y el impacto le perforó el estómago, hecho que se produjo cuando jugaba un partido de fútbol a inmediaciones de la parcela del agresor.
Por lo ocurrido, la fiscal Sulamita Espinoza Cardoza de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Sullana, aperturó investigación contra Solano Castro por el delito de homicidio en grado de tentativa y citó a declarar a los testigos en torno a este caso. Los meses pasan y no se observan resultados que permita avizorar un acto de justicia como corresponde.
Según la fuente, la víctima reconoce a Solano Castro como el agresor y ser quien le disparó e el abdomen; sin embargo, pese a las presuntas evidencias sigue en libertad y no solo eso, pese al daño cometido, no colabora con los gastos del tratamiento médico al que es sometido el escolar.
Debido a la lentitud de lo sucedido y la firme defensa de su menor hijo; los familiares del acusado vienen adoptado represalias que ponen en riesgo la integridad física y psicológica no solo del menor sino de todos quienes exigen que la justicia sea más expeditiva.
El desesperado padre Atocha Ortiz contó que no cuenta con los medios económicos para solventar el tratamiento de su menor hijo y alumno del colegio Santa Teresita, quien es brigadier por su buen comportamiento y excelentes calificaciones.
“Pido justicia, que la fiscalía se pronuncie de una vez por todas, porque este señor lastimó a mi hijo y no ha colaborado con nada. Mi hijo no está bien y tiene muchas dificultades por su operación”, dijo el padre de familia en compañía del menor quien sufre por las secuelas de este ataque y con quien vive en el sector Santiago Zapata Silva.