ERP. Preocupante. Con total descontrol y como si se viviera en la década de los cincuenta, centenas de sullaneros y sullaneras, decidieron ocupar terrenos libres, de propiedad pública y privada, en el sector oeste de la ciudad de Sullana. Colocando esteras y otros delimitando con material precario, tomaron posesión desde el inmueble de la -escuela de Policías, avanzando hacia Jíbito.
Diario El Regional realizó una visita en la zona y comprobó que los invasores bien podrían superar las mil familias, se han colocado esteras, plásticos y otros materiales rústicos para delimitar. En algunos casos, solo se encuentra la división, pero los invasores se encuentran atentos para evitar que efectivos de la Policía Nacional del Perú los retiren del lugar. Un intento de hacerlo fracasó.
La invasión, quizá la más grande ocurrida en la ciudad de Sullana, es una clara demostración de la falta de orden en el desarrollo urbano y total irresponsabilidad de los responsables de cautelar la propiedad pública y privada. Usando la fuerza del grupo, los invasores, se dedicaron a delimitar los presuntos lotes. De acuerdo a información proporcionada, estos ilícitos actos se han dado desde el último 10 de junio y la invasión no se detiene.
Nedda Bel, quien es una de las propietarias de los predios invadidos, se muestra sorprendida por la cantidad de invasores, la destrucción realizada de los algarrobales sembrados en el terreno y sobre todo, por haber perjudicado parte del Predio La Capilla, conocido por ser la vivienda del exalcaldes Fernando Bel Houghton y donde aún residen los herederos.
“El predio invadido tiene título de propiedad y tendrán que salir, son más de 43 personas que tienen derechos sucesorios; nosotros desde siempre hemos vivido en la zona campestre de Sullana, es una vivienda que tiene historia y por este tipo de invasiones, se perjudica nuestra vivienda y sobre todo la historia que le acompaña” indica la exconsejera regional, quien años atrás nos invitó a recorrer el amplio predio.
Se tiene que indicar que, en una primera instancia, la Policía intentó detener a estos invasores, pero fueron superados ampliamente y comenzaron a delimitar y ocupar de manera precaria desde la altura de la urbanización Sullana, para extenderse en todas las zonas aledañas las cuales serían de terceros. Incluso, se observa que han ocupado hasta la entrada del predio La Capilla, lugar de residencia de quien fue alcalde de esta provincia.
Lo que llama la atención, es el descontrol en la margen izquierda de la vía hacia Paita, pues los invasores han tomado todas las áreas libres que circundan al nuevo Hospital de Sullana. Todos los invasores alegan que necesitan un lugar para vivir; igualmente ante la constatación fáctica que pueden invadir, procedieron a incrementar el número de familias, avanzando hacia el centro poblado de Jíbito en el distrito de Miguel Checa.
“Queremos vivienda” fue el grito que se escuchó y escucha de este grupo de invasores, que sin medir el riesgo llevaron niños y niñas para facilitar la toma de los terrenos. “Hemos venido a quedarnos aquí”, además y gritando a viva voz indicaron que “Todos necesitan un hogar donde vivir”.
Se estima entre unas 2 mil familias, las que decidieron invadir los terrenos públicos y privados en esta acción y no se desestima que se sigan incrementando debido a la facilidad para hacerlo. Este tipo de situaciones se vivieron en el 2010, cuando el alcalde de aquel entonces Jaime Bardales Ruiz comenzó a incitar para que la gente ocupe las áreas libres siendo repelidos para que no se posicionen en áreas calificadas como públicas.
Hasta el momento, el alcalde y regidores de la Municipalidad de Sullana no se han pronunciado y vienen permitiendo que se ocupen terrenos cuyo uso se encuentra definido y otros que tienen propietario. Para el regidor Fernando Brossard del Rosario, son predios en su mayoría de propiedad privada y por lo tanto, es derecho de ellos litigar para sacar a los invasores del lugar.
Frente al hecho, el regidor Brossard fue enfático en señalar que este tipo de situaciones se presentan por la falta de políticas nacionales y locales que promuevan viviendas acorde al crecimiento poblacional. Se debe trabajar para ello, y evitar que las invasiones afecten el uso de suelos en la ciudad, acotó.
Para dar una verdadera sensación de caos y desorden, además de las casas precarias de esteras, se observan decenas de mototaxis estacionadas en la carretera Sullana- Paita, automóviles y otros, de los presuntos invasores. Esta misma situación se ha presentado por el exrelleno sanitario, en la vía a Tambogrande, contando con la total permisividad de las autoridades municipales.