ERP. La sociedad civil de Piura, liderados por la Cámara de Comercio y Arzobispado de Piura, solicitaron en un pronunciamiento, que no se permitan más muertes por la Covid-19 y se acelere el proceso de vacunación en regiones. Tras ello, el gobernador Servando García Correa y el propio presidente de la República han confirmado un lote de 81 mil 236 vacunas del laboratorio Pfizer para la región de Piura.
Hemos revisado la población de la región Piura de acuerdo al Censo de Población y Vivienda del 2017 y la población mayor de 60 años significa el 11.14% del total, es decir en números absolutos se estarían demandando vacunas para 206 888 personas. Pero, si consideramos a los mayores de 80 años, el porcentaje es de solo el 1.86% (34 550) y quienes se encuentran de 70 a 80 años significa el 3.35% (62 226).
Quizá el porcentaje más numeroso se encuentra entre quienes se ubican de los 60 a 69 años. De acuerdo al documento oficial del INEI se estaría demandando 5,93% de dosis de vacunas para llegar con la inmunización o sea en números absolutos 110 112 personas. Más o menos, ya obedece a la dinámica poblacional; sin embargo, conforme es de observarse, la cantidad que requiere Piura para vacunar a sus adultos mayores, es atendible.
La población peruana, es generalmente joven y no es como en Europa, donde la población mayor es numerosa. En tal sentido, cumplir con la vacunación de los adultos mayores, los más vulnerables para el contagio de la Covid-19, no sería imposible y al contrario, se facilitaría de tal manera que se ponga a salva a una población que merece seguir viviendo.
De acuerdo a versiones extraoficiales, los establecimientos de salud, privilegian a los menores para la dación de camas UCI, diversas denuncias e incluso testimonios ponen en la balanza la prioridad o “tú, que ya has vivido bastante o este que aún se encuentra en la mitad de sus esperanzas de vida”. En realidad, la dicotomía es fuerte, pero para algunos médicos la situación se encuentra normalizada.
Para evitar esta dicotomía humana, la solución es la vacunación y en esa lógica se han pronunciado diversas organizaciones e instituciones de Piura; aspecto, que, tras la llegada de nuevos lotes de vacunas, abre la esperanza para quienes se ven compelidos a vivir con miedos, temores y bajo el riesgo, que en cualquiera momento les podría ocurrir un contagio y quizá no tengan las fuerzas, los anticuerpos y peor la cama UCI y la medicina adecuada para salvarse.
Desde este medio hemos difundido diversos testimonios de mayores de 60 años, reclamando a gritos su necesidad de vivir y de contar con la vacuna que los proteja. Corresponde al Estado, en estas circunstancias garantizar que haya la provisión suficiente para cumplir con esta prioridad y de igual manera garantizar las condiciones logísticas para que lleguen en buen nivel de conservación.
En la víspera se informó que existían 927 personas hospitalizadas en Piura, 90 se encontraban en camas UCI y la disponibilidad de las mismas era solo 1; si se tiene en cuenta lo declarado por el congresista Edward Zárate, sería improbable que pueda ser asignada a un adulto mayor. Por lo tanto, en una deducción lógica, en tanto no se controle la enfermedad se seguirá viendo partir a adultos mayores.
Para el planificador Juan Manuel Aguilar Hidalgo, es necesario tener las cifras en la mente, para exigir atención a la región Piura y sobre todo, en lo que respecta a los adultos mayores, los cuales reclaman, por lo que fueron y lo que son una “Atención preferente, por su grado de vulnerabilidad”.
Es hora de facilitar el proceso de importación del gobierno central y que este mire como prioridad a las regiones. Piura, en esa dinámica, debe prepararse para recibir este preciado bien que permitirá salvar miles de vidas.
