ERP. No existe mucha duda, que la mandataria por suerte o confabulación, es mitómana y no tiene reparo en calificar como mentiras lo que para todo el Perú tiene otra connotación. Bastaría enrostrarle sus mentiras del caso de las joyas y relojes Rolex, para obligarla al silencio, pero ella, eso se percibe, que de tanto repetir que no es mentirosa, se ha creído sus propios dichos, aunque las evidencias digan que esos hechos son diferentes.
Cuando Dina pretendía pasar piola, creerse que llegó al cargo por sus propios méritos, un programa del Internet, un investigador con experiencia, la bajó al nivel de espuria, para decirle que esos relojes Rolex que portaba, era improbable los adquiera con sus ingresos; ella, de inmediato salió a negar y decir, que todo lo que tiene es consecuencia de su trabajo; semanas después tuvo que bajar la cabeza y aceptar que eran “préstamo”.
Solo ese hecho, es decir que adquirió con su propio dinero y después tuvo que admitir lo contrario, la pinta de cuerpo entero, la viste y reviste de su condición real, es decir de mentirosa consuetudinaria, con expresiones mitómanas indubitables, Lo cierto, que se llena la boca, incluso asumiendo poses cachacientas, cuando todos los peruanos, las peruanas, la conocen tal y conforme es.
Pero no es el único hecho que la grafica como mentirosa. Veamos, ella ataca al Ministerio Público, porque seguro existe una estrategia para afectar a esta institución, pero le echa la culpa de no encarcelar a presuntos delincuentes; sin embargo, ella es parte de los conciliábulos para no corregir la norma que impide la detención preliminar. Ella, y solo ella, observó la norma, para que no pueda ser vista de inmediato por el Congreso.
Dina Boluarte es una mujer poco preparada, debido a los arreglos del “pacto mafioso” fue investida como presidenta de la República; no es teórica y menos sabe distinguir ideologías respecto a posiciones políticas. Es probable que no diferencie que es liberalismo, socialismo, comunismo y su máximo saber, se desprende al escucharla, es leer lo que le escriben en sus discursos de ceremonias oficiales.
Es probable que si le preguntarían por John Locke, creerá que es algún personaje de la rancia Lima o hasta crea que es el vecino de al lado; seguro que, de Karl Marx, Lenin o nuestro ilustre José Carlos Mariátegui, solo habrá escuchado sus nombres en sus tertulias de sus ocasionales compañeros de partido político que se consideran marxistas. Leninistas.
Hoy diatriba contra sus ocasionales compañeros de partido, cuando habla expresa conveniencias personales puras, sin ningún argumento; indica haberse opuesto al régimen de Pedro Castillo, cuando lo que los peruanos escucharon, eran solo sus canciones de lamento en los consejos descentralizados, exponiendo su voz poco preparada para el canto, pero muy cómoda para el lamento.
Dina Boluarte miente en los hechos concretos como los relojes Rolex, lo hace igualmente en lo que fue antes de ser investida como presidenta, quiere ser la amiga de Eduardo Arana, condiscípula de los generales de la Policía y de las Fuerzas Armadas, contertulia de embajadores y representantes, cuando su mediocridad es tan genuina que no admite duda. Creerse lo que no es, es salirse de la realidad y ella vive en ese mundo nebuloso que ella mismo se ha construido.
¿Qué se podría decir de una persona que es incapaz de urdir siquiera un pequeño discurso? Nada. La historia, no cabe duda, la ridiculizará al extremo y como diría César Hildebrandt, “la sirviente” será abandonada por sus “patrones”; incluso, los adulones de ahora, que son abyectos solo para mantener el cargo de funcionario público y porque no de ministro, se irán sin voltear la mirada atrás, en busca de un nuevo amo.
Pero, no se merece una mandataria con las calidades que mencionamos, tan elemental; tampoco ese Congreso mediocre. Intelectuales y políticos existen, pero algo pasa que los peruanos y peruanas, confirman a mediocres. Esos viejos debates de Víctor Andrés Belaunde, aunque muchas veces conservadores o la grandilocuencia de Víctor Raúl Haya de la Torre, son referentes que deberían tenerse en cuenta.