ERP. El Perú tiene una presidenta ilegítima, un Congreso manchado por actos de corrupción, pero, dueño de las decisiones que se adoptan en nombre del Estado, donde todo es posible, gracias a la concertación de voluntades de organizaciones políticas como Fuerza Popular, Alianza Para el Progreso, Perú Libre, Acción Popular y otras, responsables de haber fortalecido un régimen híbrido, más cercano a una dictadura.
No somos Suiza, tampoco nos parecemos a democracias como la de Colombia, España, Uruguay y otros ejemplos donde se respeta la independencia de poderes, se garantizan procesos electorales limpios y donde la alternancia es una garantía para el ciudadano. En el caso peruano, el triunfo de Pedro Castillo llevó a una escalada de oposición que culminó con la toma del poder real por parte de fuerzas aviesas y conocidas.
Haremos un breve recuento de lo que se conoce y de lo que no existe duda, que significa la manipulación de instituciones del Estado Peruano, que solo tienen competencias garantizadas por la Constitución y las Leyes, pero pisoteadas sin ninguna contemplación, con el aval de quienes deben cautelar la vigencia plena de la Carta Magna. Las palabras independencia y autonomía, en estos tiempos son casi huecas.
Una presidenta que solo lee discursos preparados con escaso contenido semántico, es el claro ejemplo de como se puede manipular a una mandataria. Dina Boluarte, sirve con exagerada fidelidad al poder real que se asienta en el Congreso, disimula con actos públicos las acusaciones de corrupción y la dependencia que tiene con el poder factico. Genuflexos, ministros inservibles le hacen la comparsa.
Aunque miembros del Tribunal Constitucional niegan ser una adenda del Congreso de la República, lo cierto que sus fallos son totalmente cuestionables e incluso inconstitucionales como lo ha denunciado la exmagistrada Marianela Ledesma en el caso del quiebre del juicio por corrupción que compromete a Keiko Fujimori. Es oficialista y no existen dudas reales que digan lo contrario.
Defensoría del Pueblo, fue el caso más escandaloso en su designación, escogiendo a una persona con pocos pergaminos para cumplir esta función. Servil a los intereses del Estado, el Defensor del Pueblo, solo es un funcionario sin mayor importancia y en sus competencias, simplemente se han convertido en simple tramitadores de cartas sin ningún rigor técnico y sobre todo sin principios de defensa de la legalidad.
La nueva Junta Nacional de Justicia, se formó sin los criterios técnicos exigidos para lograr resultados confiables. Sus nuevos miembros han comenzado con temas sensibles y muy vinculados al actual poder fáctico. Las calidades personales de varios de ellos se encuentran en entredicho y es probable que comiencen a resolver casos mediáticos y favorables a la corrupción. Varias resoluciones se encuentran a la espera y sus fallos dirán si dependen del poder real o defienden su autonomía.
El Poder Judicial, tiene algunos destellos de independencia y otros de dependencia. Magistrados valientes, decidieron aplicar los principios de control difuso en caso de leyes totalmente violatorias al Estado de Derecho; pero así como algunos dijeron que no eran aplicables, instancias superiores han decidido lo contrario. El Poder Judicial fue una marioneta en la época de Fujimori, se espera que no se retorne a ese estadio en épocas actuales.
Y para no quedarse atrás en formas de dudosa imparcialidad y de evidente acercamiento entre si, la mandataria no pudo estar ajena en ceremonia organizada por el Tribunal Constitucional y estuvo presente en la ceremonia, conjuntamente con aquellos magistrados de innegable filia fujimorista..
En este marco, de dudosa independencia, en la toma de juramento de la presidenta del Poder Judicial, estuvo presente y hablando o leyendo discurso la mandataria, una persona que se encuentra investigada y que nada tiene que ver con el ejercicio de jueces del país. Muchos cuestionaron esta acción, pero se volvió a repetir en la asunción de cargo de la nueva Junta Nacional de Justicia.
Aún existen islas, que se mantienen gracias a la posición personal de quienes detentan el máximo cargo y son débiles defensores de una democracia imperfecta; los próximos meses, serán vitales para saber que nos espera, un gobierno producto de la dispersión y más avieso como el presente o un gobierno con liderazgo fuerte, capaz de corregir todos los atropellos y barbaridades cometidas por este régimen híbrido.
Diario El Regional de Piura