ERP. Peruanos y peruanas, han sido testigos de una de las contaminaciones más graves ocurridas en el país. Un derrame de hidrocarburos que compromete a la empresa Repsol y también a las autoridades de la Marina de Guerra del Perú, se encuentra en investigación y es probable que culmine con una sanción ejemplar para evitar que este tipo de hechos no vuelvan a repetirse.
Antes que suceda este hecho, la Marina de Guerra del Perú, obvió alertar sobre los impactos del terremoto ocurrido en Tonga, evento que causó daños incluso humanos en las playas peruanas. Este mismo argumento, ha sido utilizado por Repsol, para justificar el desastre ecológico que ha generado una reacción a nivel nacional.
La flora y la fauna marina, posiblemente se ha visto afectada en más de un millón de metros cuadrados, los pescadores han denunciado la muerte masiva de peces y aves, lo que constituye un daño difícil de reparar. La pesca artesanal ubicada en Ventanilla y el área impactada, se ven afectados por lo sucedido. Son los hechos aún no resueltos por el Estado-
El caso ha llamado la atención por haber tenido como centro Ventanilla, es decir en la capital de la República. Muchos desastres ecológicos, no pasan de ser un conflicto regional de mínimo interés para el Estado. Existe una desidia de las autoridades competentes para resolver en oportunidad y tiempo, y lo visto tras el caso de Ventanilla, aunque haya informes contundentes, no deja de llamar la atención.
El OEFA u Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental es el ente rector del Sistema Nacional de Evaluación y Fiscalización Ambiental (SINEFA) en el Perú y debe garantizar que las actividades económicas se desarrollen en equilibrio con el derecho de las personas a gozar de un ambiente sano, pese a ello, su accionar es muy débil y a veces insuficiente para atender los reclamos de la población.
Sucedió en su momento en el Bajo Chira con la quema de la caña de azúcar, en la contaminación de operaciones oleoducto y en los mismos daños ecológicos de algunas empresas mineras. Su lenta o tardía reacción, podría calificarse como la causante de los problemas existentes entre la población y la extracción de recursos naturales.
El caso del derrame ocurrido en Ventanilla, debe llevar a mejorar los sistemas evaluación, supervisión, fiscalización y sanción en materia ambiental, no solo en hidrocarburos, sino en todas las demás actividades económicas como minería, energía, pesquería e industria. Es la mejor manera de prever el uso racional de los recursos naturales. Su extracción no debe afectar el medio ambiente.
El Estado es bastante débil en lo institucional y más aún cuando se trata de temas ambientales. A través del tiempo se ha demostrado, que es mucho más fácil alinearse con los intereses empresariales, que garantizar el equilibrio medioambiental. Lo sucedido en Ventanilla, debe obligar a redefinir el rol que le corresponde al Estado, evaluar la eficiencia de lo existente y de ser necesario, aplicar las sanciones que corresponden, sin dudas ni temores.