ERP. El exministro del Interior Dr. Avelino Guillén, es un personaje ejemplar, valía que demostró cuando tuvo a su cargo las investigaciones contra Alberto Fujimori Fujimori. Durante la campaña electoral de segunda vuelta, decidió salir al frente y respaldar la candidatura del presidente Pedro Castillo, incluso formando parte del equipo técnico para sustentar las propuestas de gobierno.
Diversas declaraciones, permitían tener información veraz de un actor directo que conocía a profundidad los hechos de corrupción del fujimorismo. No escatimó esfuerzos ni remilgó oportunidades para defender con ahínco al candidato Pedro Castillo, quien por esas situaciones particulares que tiene Perú, era uno de los dos candidatos que disputaba la segunda vuelta electoral.
La elección para la presidencia de la República, se encontraba entre dos opciones, una de un improvisado con ideas un poco confusas, pero sin antecedentes de corrupción; por el otro lado, una candidata que es el remedo del padre y que formó parte de un gobierno, donde los derechos humanos fueron pisoteados, la corrupción fue parte del haber y ella misma, implicada en actos de corrupción.
En ese contexto, miles de peruanos decidieron apostar por Pedro Castillo, bajo la creencia que la ignorancia se puede reemplazar con conocimiento y con un buen asesoramiento se puede lograr una buena gestión. Castillo, recibió el apoyo, de muchos independientes y sobre todo de Juntos por el Perú, grupo liderado por Verónika Mendoza.
Tras problemas en el ministerio del Interior y después de un gabinete con evidente improvisación, se dio paso a un recambio, en tal sentido se decidió nombrar al Dr. Avelino Guillén en este cargo. Sin embargo, el ministerio del Interior es nada, sino cuenta con una Policía Nacional del Perú, orgánicamente sólida y con oficiales dispuestos a entregar todo de si, por una buena gestión.
Sin embargo, tal y conforme lo denunció la revista Hildebrandt en sus Trece, conflictos entre el comandante general de la PNP y el ministro del Interior, estarían afectando la solidez de la Policía Nacional del Perú. Frente a esta realidad, el ministro Guillén recurrió, como era su deber, a poner orden en esta institución y para ello requería el apoyo del presidente Castillo Terrones.
El apoyo esperado nunca llegó, el cambio del jefe policial tampoco y Avelino Guillén, quien tiene la autoridad suficiente para irse cuando entiende que las cosas no están marchando como corresponden, decidió renunciar de manera irrevocable. Sin duda, un retiro que afecta seriamente la solidez del Ejecutivo.
El presidente de la República tardíamente ha decidido cesar al Comandante General de la Policía Nacional del Perú Javier Gallardo Mendoza y al mismo tiempo aceptar la renuncia de Avelino Guillén, a quien se le da las gracias por los servicios prestados. Lo cierto, que, tras la desobediencia del jefe policial, existieron intenciones dudosas de lo que se pretendía hacer. Se espera que el cambio no acentúe lo denunciando por el exministro del Interior.
La salida del Dr. Avelino Guillén, lleva consigo una alerta para todos los peruanos y estar atentos al devenir del ministerio del Interior y de la Policía Nacional del Perú, debe ser el interés de peruanos y peruanas.