ERP. Piura pasó momentos bastante dramáticos con la pandemia, primero por un débil liderazgo de las autoridades regionales, segundo por el anacronismo del sector salud y un tercer elemento es el abandono de la región Piura, en establecimientos adecuados, con bajo recursos humanos y como se denunció en este medio, abandonados a su suerte. Pese a ello, se logró detener el crecimiento de contagios.
Llama la atención que ahora se resistan los responsables a gestionar o administrar los establecimientos de salud, como la Videnita y Sullana. Sensatez se requiere para encontrar soluciones, articulación de verdad y no oposiciones torpes y poco constructivas, que dejan en la indefensión al paciente afectado por COVID-19. Se espera que las diferencias se superen y pronto.
Estamos pasando una etapa de menor cantidad de casos, pero siguen muriendo piuranos y peruanos en general. Parece ser, que algunos quieren entender, que la pandemia se alejó y que no podría regresar. Estar alerta, es el llamado de los médicos de todo el país.
Esta disminución de casos debería ser aprovechado para complementar los proyectos pendientes en materia de salud. Recordemos, que no somos la panacea y que muchas críticas fundadas formó parte de esta Emergencia que se inició desde marzo del 2020.
Lo logrado, no es el éxito de quienes creen serlo; es la suma de preocupaciones que levantaron su voz de protesta para llamar a la responsabilidad, de aquellos que pusieron su palabra en garantía para evitar que un isotanque disponible se vaya a otra región y por decenas de héroes, que desde un hospital como médicos o trabajadores se pusieran al frente en tanto otros buscaban beneficiarse.
Es la decisión solidaria de muchos sacerdotes que se pusieron la camiseta para buscar oxígeno y medicina y de todos aquellos piuranos que se sumaron a esa convocatoria. Si tuvimos menos muertes, fue por esta actitud responsable para anteponerse a la irresponsabilidad y desidia y coadyuvar con sus acciones a los diversos establecimientos de salud.
También, es de aquellos que no les tembló la voz para enrostrar a aquellos que quisieron sacar ventaja política y económica aprovechándose de la pandemia. La emergencia, no puede ser aprovechada para sacar ventaja, sino para demostrar el sentido humano de cada autoridad o responsable. Las denuncias se presentaron en Contraloría e incluso Ministerio Público y esperan que sigan su derrotero.
La razón recomienda mantenerse alertas, previsores, el llanto de muchas familias debe ser entendido como compromiso para la eficiencia, lo contrario es insensatez o deshumanización de quienes deben actuar de una manera diferente.