ERP. Semanas atrás recogimos la opinión del Colegio Médico de Piura, exigiendo que el personal de la Dirección Regional de Salud, realice las actividades a su cargo, sin interesar si son días de semana o si son sábados, domingos o feriados. En una emergencia, no se descansa, tampoco se posterga para el día hábil lo que se espera con urgencia, se requiere trabajo incansable.
Y no se descansa, para tomar y procesar las pruebas de diagnóstico que reclaman los afectados; lo que implica la disponibilidad del equipo humano responsable de obtener la muestra, sino igualmente del personal de laboratorio, cuando corresponda, que será quien informará si un caso es positivo y es negativo. En toda esta etapa, se ha visto que estos colaboradores, relajan su trabajo los fines de semana.
Igualmente es aplicable, para distribuir los medicamentos y los equipos de protección que yacen amontonados en el almacén de la Dirección Regional de Salud. Quizá nadie espero, que el propio presidente de la República visite el lugar para encontrarse con todo el lote que fue enviado para atender al personal de salud de los diversos establecimientos de la región, que claman por mejores condiciones.
Se han pretendido dar explicaciones sobre la distribución y pueda que sean creíbles, lo cierto que el lote de medicamentos se encuentra almacenado y los equipos de protección igual. Conforme lo denunció semanas atrás el Decano del Colegio Médico de Piura, Dr. Arnaldo Lachira Albán, se constató que en un turno personal de salud del Hospital Santa Rosa adolecía de los EPPs, y la situación era la misma de hoy.
Mucho se pretende expresar respecto a la meseta en la región Piura y bastaría mirar los datos oficiales para darse cuenta que los casos siguen subiendo y lo que es más lamentable, muchas personas muriendo por falta de una adecuada prestación de los servicios de salud. La situación, es peor si una necesidad se hace evidente en sábado, domingos y feriados.
Pueda que en tiempo normal el descanso sea obligatorio; sin embargo, en una emergencia como la actual, la situación es diferente. Si queremos obtener éxito en la contención del COVID-19, todos deben esforzarse y si son los colaboradores o trabajadores del sector público, deben trabajar con mayor ahínco, con la compensación económica a que haya lugar y con las seguridades del caso.
Dar el ejemplo de eficiencia, no sería difícil con un adecuado liderazgo; el mismo que debe darse en los diversos niveles y siempre analizando paso a paso que es lo que falló. Lo visto hasta el momento en el procesamiento de pruebas de diagnóstico y en la distribución de medicamentos y equipos de protección, la lentitud se impone frente a una exigencia de mayor inmediatez. Ojalá que puedan cambiar.