ERP. Sullana sumó su décima segunda víctima como consecuencia del sicariato en el 2022 y siempre existen reclamos para que se capture a los malhechores y se les aplique la pena máxima por el delito cometido. En esta oportunidad y gracias la rapidez y valentía de efectivos de la Policía Nacional del Perú de la Comisaría del asentamiento humano El Obrero, lograron aprehender de manera rápida a los dos asesinos.
Por: Andrés Vera Córdova
Esta localidad es una ciudad caótica, desordenada y con autoridades municipales generalmente ineficientes. Consecuencia de las grandes inversiones públicas, los conflictos entre grupos se han magnificado por la disputa del poder del chalequeo. La situación del sicariato no es nueva; sin embargo, se evidencia que se viene extendiendo con mucha facilidad a otros motivos de tensiones.
Es lamentable, como se le quita la vida a una persona. La muerte del mototaxista, deja un sello imborrable en su menor hijo, quien vivió de manera directa el cobarde acto de dos muchachos que decidieron seguir el camino delincuencial. Pese a lo doloroso del hecho, la captura inmediata de estos sicarios abre una lección para que otros integrantes de la Policía Nacional del Perú actúen de igual manera en situaciones similares.
La ciudad de Sullana ha crecido de manera desordenada y horizontalmente, esta situación hace imposible gestionarla adecuadamente. Asimismo, el abandono evidente por la falta de inversión en sectores clave incrementa el riesgo y la inseguridad. A ello se suma el actuar irresponsable de autoridades municipales, con proyectos mal ejecutados como el de Seguridad Ciudadana o con permisividad en el funcionamiento irregular de bares y restaurantes.
Uno de los cuestionamientos que se realiza a la Policía Nacional del Perú es la inoperancia y la limitada acción de inteligencia. Sin embargo, los efectivos de la Comisaría de El Obrero, de la provincia de Sullana, demostraron que es posible seguir el rastro de los delincuentes, enfrentarlos y capturarlos para que paguen por sus delitos. Eso sucedió ayer y ojalá siga repitiéndose en el futuro.
Al observarse de manera nítida el horrible crimen, gracias a una videocámara instalada en el lugar, demuestra la utilidad de estos aparatos; sin embargo, ese tipo de inversiones son las que menos se hacen, pese a los altos índices de criminalidad y victimización. Un funcionario municipal serio, debería preocuparse para tener un sistema de videovigilancia funcional, que por lo menos permita contar con evidencias del o los delitos cometidos en la vía pública.
La acción policial ocurrida en la víspera debe servir de inspiración para demás integrantes de la Policía Nacional del Perú que prestan servicios en las diversas comisarías de la provincia de Sullana y ámbito que le corresponde. Trabajar de manera conjunta con la Municipalidad es casi un imperativo.
Que la muerte de Lisandro Guerrero no sea en vano y por lo menos sirva para motivar el accionar de policías de esta provincia. e igualmente lleve a reconvertir la actitud pasiva de las autoridades municipales, cambiándola por una de responsabilidad y conciencia por lo que viene sucediendo.
Sabemos que transformar a Sullana, en una ciudad ordenada, pavimentada, iluminada, vigilada, segura, no se puede hacer de la noche a la mañana, pero ya es hora de tomar en serio las altas tasas de muertes por asaltos, robos, sicariato y otros delitos. Frente a la proximidad de una elección para renovar autoridades municipales, es el momento de saber decidir bien.