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Vie, Abr

El Covid-19 y los costos de vidas humanas que se pudieron y pueden evitar

Andrés Vera Córdova
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ERP. He revisado desde hace años por necesidad de planificación los indicadores del sector salud que tiene Piura y por extensión el Perú. Menos médicos, menos enfermeras, menos profesionales de la salud en general, como menos camas y demás equipamiento, para poner atender a una población asignada. Esta dejadez de la sociedad misma y sobre todo de los decidores, se palpa ahora con casos concretos.

Por: Andrés Vera Córdova

Los planificadores saben que el riesgo se minimiza en el día a día, invirtiendo en las obras y en las actividades que permitan que el territorio responda a las necesidades de la población que vive en ella. Ello implica infraestructura, equipamiento, recursos humanos y otros, que prevea en su momento, lo que podría ocurrir en el futuro. Estas decisiones se enmarcan en la responsabilidad de quienes ejercen función pública y la corresponsabilidad civil.

Pero, una cosa es el escribir y otra vivir la realidad. Lo que viene sucediendo en Piura, en Lima y otros lugares, es la consecuencia de gobiernos fallidos, de autoridades que caminan por la corrupción solapada y por una sociedad víctima de sus propias limitaciones. Bastaría analizar el mal ejemplo del gobierno de Fujimori, el de Alan García, el de Ollanta Humala y otros para concluir lo que significa ser ajeno a los intereses nacionales.

Venimos siguiendo de cerca los acontecimientos de la pandemia, los enfermos y sobre todo de los fallecidos. Pacientes que esperan con denuedo una cama de Unidad de Cuidados Intensivos, que puede como no puede existir y en esa espera, muchas veces expiran porque no hubo las condiciones para socorrerlos.

Le echamos la culpa a las actuales autoridades y no miramos hacia esas otras que pasaron y que incluso, pueden ser considerados mucho más culpables que los de ahora. Hablamos de los del gobierno nacional, regionales y también locales; porque cada sol público mal invertido o simplemente robado, es atentar contra el derecho de todos.

Aquellos otros que claman por una cama UCI, tienen el privilegio de haberla encontrado y si salvan deben estar eternamente agradecidos, porque otros, pese a la necesidad de tener una de ellas, por su sola dignidad humana, partieron a la eternidad, no por una patología irreversible y de consecuencias conocidas, sino porque simplemente, no hubo las condiciones para tener igualdad de trato.

Me conmueve el dolor y sufrimiento de miles de piuranos y peruanos, que, en estos aciagos momentos, luchan por su vida, porque la respiración es difícil y cada minuto que pase resulta crucial para seguir viviendo. Los familiares, esperan con rostro compungido y con evidente tristeza, que ese milagro que tanto invocaron llegue para salvar a su ser querido. La esperanza y el milagro, es la única alternativa en un momento crítico.

Conmueve saber que la enfermedad no hace distinciones entre jóvenes y adultos; la situación afecta a todos y por lo tanto, tanto como se mantiene tensión por el hijo, el amigo, el familiar, se llora a la madre, el padre, el abuelo, la abuela o generaciones más antiguas. Esta realidad, esa consecuencia tiene responsables, pero esos responsables, siguen adelante pretendiendo volver a sus mismos cauces de irresponsabilidad.

Entiendo que la fe nos permita mantener viva la creencia que los males dejarán de serlo, para evitar que un ser humano cumpla su ciclo vital; sin embargo, la desazón invade cuando uno recibe la noticia que el ser apreciado, querido y respetado, partió a ese mundo incognoscible y desconocido, que no tiene retorno, pero, acá en la tierra quedará el resentimiento contra aquellos responsables, que pudieron hacer algo para estar preparados para un pandemia, pero prefirieron hurtarse los recursos públicos.

En tanto, Piura y el Perú espera un cambio real de las autoridades, la sociedad civil y diversas instituciones vienen pidiendo Vacunación Ya. Sin embargo, más allá de la palabra, se requiere que en el presente y el futuro reflexionar para que otra vez una pandemia no nos encuentre totalmente indefensos. Hoy estamos indefensos y lo que no se hizo oportunamente se paga con muertes. Lamentable.

Diario El Regional de Piura
 

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