ERP. En la edición del miércoles 4 de enero de 1826, la Gaceta de Gobierno del Perú, incluyó en la publicación de ese día, un reconocimiento a las mujeres que habían contribuido con la independencia; y en este sentido, hay que recordar que previamente, en enero de 1822, el Protector de la Libertad del Perú, don José de San Martín, había condecorado también, a otras patricias de la independencia.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones
La edición de ese día destaca en un gran comentario, que la virtud y el mérito no eran patrimonio solamente de los varones, y que estos, siempre estaban acompañados de mujeres virtuosas y dignas de la patria, señalando que como rocas vivientes estaban llenas del coraje que animaba a los soldados en el fragor de la batalla, y fortaleciendo la esperanza de una patria libre y soberana, en los días de lucha por la emancipación.
Se alaba a las peruanas como ángeles de valor y coraje, que estuvieron llanas a dar la vida por la libertad, arrostrando, resistiendo, sin dar muestras de cobardía, frente a las calamidades a las que podían ser sometidas por los realistas; eran patriotas por sobre todas las cosas, compartiendo con los hombres de su familia y amigos, los mismos ideales y las mismas desventuras.
No les atemorizaba las persecuciones, ni las amenazas de venganza del enemigo; ni la soledad que experimentaban cuando sus esposos e hijos estaban en las campañas por la independencia. Por lo tanto se consideró, que esas virtudes no deberían pasar inadvertidas, y que muchas merecían que sus nombres sean escritos con letras de oro.
Por esta razón, el gobierno acordó, que varias de esas damas destacadas, llevaran una medalla donde estaría grabado el busto del Libertador Simón Bolívar, que equivalía a un reconocimiento por el esfuerzo, la valentía, y el desinterés que mostraron de beneficios personales, cuando de servir a la patria se trató; convirtiéndose en modelos, en paradigmas para las peruanas de las siguientes generaciones.
Se creó la Sociedad Peruana de las Damas, por disposición del gobierno, entregándose medalla y diploma a sus miembros, quienes además asumían el compromiso de velar por la educación de las mujeres más jóvenes. Con la entrega de la medalla y diploma se hacía mención que la patria estaba muy agradecida, por haberse consagrado a la causa de los libres.
Las primeras distinguidas fueron Josefa Rocafuerte de La Mar, Josefa Cuba de Unanue, Josefa Sáenz Ayala de Salazar, Juana Rosa Alcaraz de Larrea, Francisca Rivera de Vidaurre, Carmen Larriva de López Aldana, Ramona García de Ortíz de Zevallos, Mercedes Ortíz de Zevallos de Egúsquiza; una de ellas era ecuatoriana, y otra huanuqueña.
Con ellas se distinguió a María Jesús Campo de Armero, Manuela Molina de Tristán, Baltasara Flores de Paredes, María Guisla, (de quien existe información de su patriotismo, y reconocimiento por el protectorado); Josefa Carrillo Buendía, (con reconocimiento desde el Protectordo); Grimanesa de la Puente, Mercedes Dueñas de Carrión, (esposa de José Faustino Sánchez Carrión); Fermina Quintana de la Rosa, y, Petronila Saavedra.
También recibieron la medalla, Narcisa Saavedra, Josefa Muñoz, Rosa Blanco y Salazar, Ignacia Urrutia de Palacios, (chilena); María Luisa Semper, Ignacia Cuéllar de Serra, y, Dolores Palomeque. Se anunció la entrega a otras damas, pero pronto se terminó el gobierno de Bolívar, y tuvo que salir del país. La mayoría de las damas distinguidas estaban casadas con hombres cercanos al ejercicio de gobierno del general Simón Bolívar.