ERP. Son varios los distritos piuranos, que el 8 de octubre, como cada año, estarán de fiesta, compartiendo una solemnidad local y jurisdiccional, junto con la conmemoración por el paso a la eternidad del Caballero de los Mares, don Miguel Grau Seminario. Uno de esos distritos es Amotape, en la provincia de Paita.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones
El Decreto del 8 de octubre de 1840
Hemos visto y leído libros de la Municipalidad, desde el siglo XIX, y de carácter religioso en el Archivo Parroquial en los siglos precedentes, antes de su traslado al Archivo de la Arquidiócesis de Piura. Y también hemos consultado las publicaciones que sobre demarcación territorial hicieron en el siglo XIX, el Dr. Juan Oviedo, en su Colección de Leyes, Decretos y Órdenes Publicadas en el Perú desde el año de 1821 hasta 31 de diciembre de 1859; y en el siglo XX, Miguel Justino Tarazona, que llega hasta bien avanzado el siglo XX.
Por eso sabemos que por el decreto del 8 de octubre de 1840, que ilustra este artículo, no se crean nuevos distritos, se mencionan a los ya existentes, exceptuándoles del pago de tributación, porque la sequía prolongada los había afectado seriamente; con toda seguridad los amotapeños se sintieron tranquilos, cuando vieron pegada la noticia en las puertas de las iglesias y capillas.
La sequía prolongada afectaba a la Provincia Litoral de Piura por años consecutivos, causando la ruina de muchos agricultores, e incluso se protagonizó una migración forzada hacia Ecuador, mientras el ganado moría de sed, y hasta el río Chira tuvo bajísimo caudal; es de imaginarse la desesperación en la ciudad de Piura, donde la carencia de agua era muy dramática, y se prolongó cuatro años más.
Cuando se hizo el censo de 1844, en el distrito de Amotape había más población que en Paita y Colán juntos:
Amotape: 397 indígenas, 1829 de otras castas = 2226
Paita y Colán: 1120 indígenas, 971 de otras castas = 2091
Solo superaba al distrito de Amotape, el de Sullana, con una población de 3496 habitantes.
Algunos estudios científicos sobre la zona
De Amotape sabemos de los estudios arqueológicos y antropológicos, publicados en 1978, por James B. Richardson, que considera el período pre-cerámico de Amotape, Siches, y Quebrada Honda. No faltan en esta publicación las temáticas de cambios climáticos, megafauna, y temas vinculados con el pleistoceno y el holoceno.
La zona también ha sido estudiada históricamente por César Espinoza Claudio, autor en 1981, de: Terratenientes y campesinos en Piura: siglos XVI-XIX (Comunidades de Colán y Amotape). Al año siguiente Martha Luque Velarde, Carmen Torres García, y César Espinoza Claudio, publicaron el frondoso trabajo sobre “El problema agrario en el Valle del Chira: Piura, en el que se presentan los problemas por la tierra, y la dominación del campesinado en la margen derecha del río Chira.
El prestigioso historiador Pablo Macera fue autor del artículo “Las breas coloniales”, presentando detalles sobre Amotape virreinal, la explotación intensiva de la brea, hasta que se enfrentó la competencia de la Brea de Santa Elena.
La mención de Amotape por diversos autores
En el Diccionario Geográfico del Perú, del marino Germán Stiglich, publicado en1918 y años siguientes; y en el de Germán Leguía y Martínez, de 1914 hay grandes referencias sobra Amotape, población floreciente en el Valle del Chira, y de los lugares de su comprensión distrital.
De igual manera, en el siglo XVIII, Jorge Juan, y Antonio de Ulloa, autores de Noticias secretas de América, documento dirigido al Rey de España, estuvieron en Amotape. El 14 de noviembre de 1740, llegó a Piura Antonio de UlIoa, quedándose hasta el 19 de ese mes. Era miembro de la Comisión Científica que visitaba Sud América, recogiendo de paso las impresiones particulares del viaje.
En Amotape se detuvo lo necesario y al llegar al Chira lo cruzó en balsas, admirándose de los bosques de algarrobal y otros árboles en el camino entre Tumbes y el Chira. Describe al río muy caudaloso en los meses de lluvia en la sierra y que por conservar gran caudal en el año, era necesaria la presencia de balsas. El río Chira era de tránsito forzoso para los viajeros por tierra entre Guayaquil y Piura; desde las orillas del río rumbo a Piura, había aproximadamente 4 leguas de algarrobales muy altos antes de entrar al arenal.
Antonio de Ulloa tenía 19 años. Era un hombre de ciencia matemática, oficial de la Armada Real; con Jorge Juan se designó a Ulloa, partiendo de Cádiz el 26 de mayo de 1735, llevando los instrumentos necesarios para la expedición. Jorge Juan tenía 22 años, con su juventud desafiaron el espíritu de investigación del siglo XVIII. En 1744 los dos oficiales terminaron las mediciones geodésicas que faltaban.
Antonio de Ulloa, en base a sus viajes, publicó en 1772 las "Noticias Americanas", incluyendo historias de los pueblos. Aquí menciona entre otras cosas las plantas propias de nuestra zona: chirimoyos, paltas, guabos, guayabos, palmas, plátanos, algarrobos, zapote y ceibo. Al tremendo calor atribuyó la abundancia de plátanos, piñas, paltos y guabos, maíz, algodón y demás raíces alimenticias.
Ambos personajes escribieron las "Noticias Secretas de América", para presentarlas al rey Fernando VI; aquí se describe Paita y la forma de proveerse de agua, verduras y carne del Chira, en las proximidades del valle, se ocupa de la brea de Amotape.
EI 2 de febrero de 1742 estuvieron nuevamente en Piura, rumbo a Lima, tomaron nuevos datos históricos sobre ese lugar y Paita. En 1748 escribieron "Observaciones Astronómicas y Físicas de los Reinos del Perú", detallando que en Piura sólo hicieron observaciones en el pueblo de Amotape cerca al Chira, en la ciudad de Piura.
Antes de la independencia
Como lo dimos a conocer en “Historia de Sullana”, al referirnos a las fuerzas militares en 1817, sabemos que los realistas desde Lima estaban ansiosos por reorganizar sus fuerzas; para eso el año anterior, se enteraron del número de fuerzas a disposición de la defensa del virreinato. Este año en Piura contabilizaron entre sus fuerzas nuevos cuerpos, que en el anterior recuento no mencionaron quizá porque sus jefes tardaron en enviar los informes.
Hasta septiembre de 1817 Piura iba aumentando sus fuerzas, se contempló el paso de algunos cuerpos pero entre los aquí acantonados estaban el Batallón de Milicias Disciplinadas de Infantería, el Escuadrón de Caballería Disciplinado de Querecotillo, La Compañía de Caballería Disciplinada de La Punta, el Escuadrón de Dragones de Milicias Disciplinadas de Amotape, La Compañía de Dragones Disciplinados del partido de Tambogrande agregada al Batallón de Infantería de Piura.
El Escuadrón de dragones de Amotape estaba constituido por:
Primera Compañía de Blancos en Amotape: Capitán Juan Cristóbal De la Cruz, Teniente José Francisco Velásquez, alférez vacante.
Segunda Compañía de Pardos en Tangarará: Capitán Indalecio Uribe, Teniente Evaristo Atocha, Alférez Dionicio Benites.
Tercera Compañía del Arenal: Capitán José Salazar, Teniente Juan Benites, Alférez Matías Valladares.
Cuarta Compañía de Pardos en La Huaca: capitán vacante, teniente Sebastián Buitrón, alférez José Farías.
Quinta Compañía de Blancos en Tumbes: capitán vacante, teniente vacante, alférez vacante.
Sexta Compañía de Pardos de Tumbes: Capitán José Ildefonso Morales, teniente vacante, alférez vacante.
TOTAL
Sargentos 18, 6 tambores, 48 cabos divididos proporcionalmente en cada compañía.
Compañía de Amotape, total de soldados 137.
Compañía de Tangarará, total de soldados 105.
Compañía de El Arenal, total 123 soldados.
Compañía de La Huaca, total 92 soldados.
Compañía de Blancos de Tumbes, total 94 soldados. Compañía de Pardos de Tumbes, total 99 soldados.
Total del Escuadrón de Dragones 722.
La proclamación de la independencia
"Amotape fue uno de los primeros pueblos que a consecuencia de la ciudad de Piura proclamó su independencia con las mayores pruebas de júbilo y alegría, haciendo funciones públicas de gozo y regocijo por 8 días consecutivos llenos del mayor entusiasmo para defender y perpetuar el árbol de su libertad e independencia española", así escribió el constituyente Tomás Diéguez en 1823.
Queda constancia que los amotapeños sobresalieron con donativos, contribuciones, auxilio de bagajes, bestias, avíos, aguada y rancho para el transporte de fuerzas de Paita a Piura, expresos en la carretera desde Piura a Guayaquil y Quito y alimentos a todos los hombres necesarios que fueron acuartelados en la expedición a Quito.
El cura de Amotape Miguel del Carpio al comienzo tuvo sus dudas de si plegarse o no al movimiento según se lo refirió a Tomás Diégues unos días después, sólo cuando vio que el entusiasmo era general lo consideró legítimo; un certificado del pueblo probó su decisión.
Por su participación patriótica pidieron en 1823 ante el Congreso que se les elimine la carga de contribución, pues sobre el pueblo pesaba muy grande y sobre todo en perjuicio de los más pobres; la población blanca de Amotape pidió de paso que se repartan las tierras indivisas no entre los naturales sino entre ellos. Entre otras cosas pidieron una escuela de primeras letras, local para sala capitular, local para cárcel, reparación del templo y cambio del teniente gobernador por un alcalde de cabildo. Reiterando siempre su aporte a la independencia pidieron se declare a Amotape, dueño de la mina de Brea de su jurisdicción y que se les anexe Tangarará por estar en su misma margen y no en la de La Punta.
Miguel del Carpio
Nació en la Huaca, hijo de Nicolás del Carpió y Manuela Alburqucque. Estudió Filosofía en el colegio San Fernando de Quito, pasó luego a la Universidad de Santo Tomás. El 18 de junio fue ordenado presbítero y el 28 del mismo mes se le dio interinamente el curato de La Punta, sirviéndolo hasta 1812 en que pasó a Amotape con satisfacción de sus feligreses. Su patriotismo en ese lugar lo probó la junta electoral de Piura el 13 de abril de 1827 cuando era diputado, pues fue de activa participación independentista. En 1832 postuló para cura de San Miguel-Cajamarca.
Los problemas del cabildo de amotape. Actitud del marqués de Salinas
El cabildo de Amotape como vimos se instaló después de la independencia de Piura, eligiéndose como único alcalde a Manuel Garay. Hasta abril este cabildo no tuvo problemas en la administración de justicia, manejándola con rectitud y desinterés para tranquilidad del pueblo. Garay se esforzó en que los amotapeños acepten siempre las autoridades que regían los nuevos destinos de la patria.
Se había elegido también a un extranjero como síndico procurador general, se llamaba José Estarbuch Benjamín, y a partir de abril empezó a hostilizar al alcalde, tejiendo sobre el mismo una aureola de ineptitud. De acuerdo con Indalecio Uribe, capitán de pardos del escuadrón de caballería de Amotape, llenó de atropellos al alcalde; ambos levantaron a su compañía pidiendo la deposición de Garay como alcalde y que se le anule del escuadrón de caballería del que era sargento distinguido.
Como lo dimos a conocer en las tres ediciones de “Historia de Sullana”, de mi autoría, el pueblo se atemorizó y escandalizó ante los sucesos, a pesar de eso Garay no pidió la separación de Estarbuch del ayuntamiento como era lo más recomendable, pues por ser extranjero no podía ser parte del cabildo.
Estarbuch no era católico, hacía poco se había bautizado en Guayaquil para casarse porque en Piura lo obligaban. A toda costa quería encontrar trabajo; antes de ser cabildante era pacífico y solo a partir de allí se enemistó con el alcalde. Los procuradores estaban para velar por el beneficio público y no para mezclarse en la administración de la justicia como pretendió el extranjero. Como en junio aún persistía en su mala conducta, Garay se quejó al marqués de Torre Tagle, quien derivó el caso al gobernador de Piura. Contra el judío estaba también el marqués de Salinas.
Donativos por la independencia
Constan documentalmente los donativos que se hicieron en 1821, entre ellos, Domingo Talledo de Amotape 25 pesos en empréstito; En 1822 era teniente gobernador de Amotape: Manuel Garay, y el pueblo hizo un donativo común, que se había juntado por erogación voluntaria.
Desde 1823 se dispuso por orden suprema, utilizar la plata de las Iglesias para la campaña emancipadora, sobre todo en pagar al ejército. Del interior se desvalijaron las iglesias de Amotape, Tumbes, La Punta, Huancabamba, Ayabaca, Catacaos, Paita y Colán.
De la iglesia de La Punta (hoy Sullana), se extrajeron 78 marcos de plata labrada consistentes en una lámpara con sus respectivas piezas, tres arcos de varias piezas y un platillo con su custodia, y de Amotape y Tumbes 108 marcos; al llegar la plata a Piura era pesada por el maestro platero Bartolo Urbina.
En 1824, a Piura se le impuso un cupo de 25,000 pesos, por contribución eclesiástica y civil, apareciendo listas con los nombres de los contribuyentes y las cantidades que debían pagar. Cumplieron con el cupo casi todos los pueblos, dejando constancia de esto, Chalaco, Salitral, Frías, Tambogrande, Huarmaca, Huancabarnba, Paita, Tumbes, Amotape, Yapatera, La Punta, Cumbicus, Pacaipampa, Sechura, Catacaos, Suyo, Morropón, La Huaca, Malacasí y otros.
Asuntos recientes
En 1977 se publicó un expediente, Informe sobre la posible desanexión de los distritos de Vichayal, Amotape y Tamarindo, cuya población estaba dispuesta a que se les incorpore como distritos de las provincias de Talara y/o de Sullana, con los que guardaban mayor conexión; administrativamente era más conveniente, por ubicarse en la margen derecha del Chira, y por la carencia de un puente que uniera a Amotape con El Arenal, que recién se inauguró en 1987, siendo afectado por las lluvias diluviales de 1998, hasta su reapertura el 2010.
Que corresponde a las autoridades locales y regionales
Además de lo estrictamente a su gestión, debe erigirse un busto o monumento al cacique de Amotape, no hay que esperar el 2032, el quinto centenario, para perennizar en el cemento, mármol o en el bronce al cacique que con los otros jefes ribereños se enfrentó a los españoles, protagonizando el primer rechazo a la conquista en 1532.
También puede programarse una antología de las publicaciones sobre Amotape, para que la población distrital, y los interesados en el pasado piurano, conozcan, o amplíen su conocimiento sobre el pretérito, y la realidad del espacio que han heredado de quienes lo ocuparon en el pretérito.
Las autoridades municipales de turno tienen el deber de fortalecer los elementos de la identidad, y de mantener viva la memoria de los amotapeños y amotapeñas, que hicieron posible en todos los tiempos, la sobrevivencia de un lugar tan importante, que ni el cambio de ruta de la carretera Panamericana hizo desaparecer.
El hito del 8 de octubre de 1840, hecho historia de varios distritos, debe ser destacado, pero en su verdadera dimensión, fue un reconocimiento a los distritos que ya existían dentro de la jurisdicción piurana de entonces.