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Dom, Dic

El voto responsable: una motivación permanente

Miguel Arturo Seminario Ojeda
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ERP. Votar de manera responsable, es un gran deber para la ciudadanía, como se espera que se ponga en práctica el próximo 2 de octubre, cuando los peruanos y las peruanas elijan a sus alcaldes distritales y provinciales, y a los gobernadores regionales, como ocurrirá en toda la Región Piura.

Por Miguel Arturo Seminario Ojeda

Director del Museo Electoral y de la Democracia de la DNEF del Jurado Nacional de Elecciones

Este proceso se realizará, en medio de una contienda electoral, en la que las organizaciones políticas ofrecen una serie de propuestas, a consideración de todos los ciudadanos y ciudadanas, y que utilizando modernas estrategias, asociadas a las nuevas tecnologías de la información, buscan lograr un lugar privilegiado dentro de las preferencias de los votantes.

Así se constata, que se asoma en todo el país, una larga lista de candidatos que de diferentes maneras, y con apoyo de la propaganda política presentan sus propuestas ante los ojos de la ciudadanía, para que quienes voten reflexionen previamente, sobre a quién elegir como autoridad en su jurisdicción, para no arrepentirse después, y llegar a la vacancia y revocatoria.

El Jurado Nacional de Elecciones, desde la Dirección Nacional de Educación y Formación Cívica Ciudadana, a cargo de la Dra. Milagros Suito Acuña, trabaja en los temas que le son propios, asociados a la internalización y al fortalecimiento de los valores cívico ciudadanos que deben inspirar el comportamiento de los peruanos y peruanas en el momento de elegir a sus representantes, como se hace periódicamente de acuerdo a la Constitución y a las leyes electorales.

Luna Pizarro: precursor del voto responsable

El Perú tiene una profunda tradición sobre educación cívica ciudadana desde los comienzos de la República, asociándose esta temática a don Francisco Javier de Luna Pizarro, personaje de la historia nacional, quien en 1833, al convocarse a elecciones, expresó su deseo de contar con un voto informado, que en sus propias palabras “debe ser justo, ilustrado y digno de la patria”, ubicándosele de esta manera, como el precursor del voto informado, como lo dimos a conocer como primicia, desde El Regional Piura, hace varios años.

Desde esa primera mitad del siglo XIX, se ha visto en varias ocasiones, que la población votante se arrepentía de las autoridades elegidas, y como consecuencia, no solo les desobedecía y les quería quitar el poder a la fuerza, sino que hubo situaciones de enfrentamientos violentos, o escritos, o con enfrentamientos físicos, en diferentes espacios.

Delegar poder a las autoridades en democracia representativa, equivale al llamado para decidir por aquellos que tendrán la representación local, distrital, provincial, regional y/o nacional, como se vivirá el domingo 2 de octubre, y debe hacerse de manera responsable, como se motiva desde el Jurado Nacional de Elecciones.

Luna Pizarro instó al gobierno y a los ciudadanos a votar de manera razonada, con información previa de las competencias y calidad de los candidatos, y votar pensando en el bienestar general, y no de manera particular. Ubicamos el impreso del discurso e Luna Pizarro en la Biblioteca Nacional, descubriendo en él, a un personaje de profunda vocación democrática, y comprometido con la realidad del país, como lo dimos a conocer desde este prestigioso medio informático.

No vote a ciegas

La educación cívica ciudadana: un esfuerzo constante

Entre los peruanos, al parecer se recibió el mensaje de Luna Pizarro, como un reto, ya que pocos años después, se observa, que desde mediados del siglo XIX, queda una plena evidencia de la vocación democrática del Perú, a través de una serie de publicaciones, como el “Diccionario para el pueblo”, de Juan Espinoza de los Monteros, autor uruguayo-peruano, quien a través de su libro valora al pueblo como actor político, en medio de una sociedad tradicional, que conservaba fuertes ataduras con la manera de pensar y de obrar de los peruanos del virreinato. De acuerdo al historiador Jorge Basadre, este libro describe la coyuntura del Perú en ese momento, y lo hace proporcionando datos, definiciones y críticas sobre la política en el Perú.

En el siglo XXI, el pueblo continúa como un actor político decisivo, donde ciudadanas y ciudadanos deciden y apuestan por el futuro de la patria a través de sus gobernantes, y aunque a veces, después del ejercicio del poder, señalan haberse equivocado, ahora en expresión de la dimensión de relación del poder, se los quitan, usando mecanismos legales para cortarles el poder que les endosaron.

A través de este instrumento didáctico, Espinoza de los Monteros contribuyó a mejorar ampliamente el alfabetismo entre la clase trabajadora, y en su intento de contribuir a la transformación de la cultura del pueblo, rescató un vocabulario que sería fundamental para los peruanos y para Hispanoamérica.

Otra evidencia de ese esfuerzo estatal por la educación cívica ciudadana, es la “Lira patriótica del Perú”, antología poética, que es una compilación de poesías de autores nacionales, con poemas orientados a levantar el espíritu patriótico de los peruanos. Fue publicada en 1853 por Manuel Nicolás Corpancho, y contiene poesías compuestas desde antes de la proclamación de la independencia, que mueven no solo el espíritu patriótico, sino también los sentimientos de civismo.

A este tipo de publicaciones, corresponde el “Catecismo Patriótico para uso en las escuelas municipales” hecho en forma de diálogos, como obra didáctica orientada al fomento del amor a la patria entre la juventud, por el reconocido Francisco de Paula Gonzáles Vigil. El catecismo salió a luz en el Callao en 1856, y sucesivamente se reeditó en Arequipa, (1860), Paris, (1865), Tacna (1878) y Huánuco, (1882), circulando por todo el país, en un momento en que informarse era difícil, no como ahora, que a una velocidad increíble nos enteramos de cuanto queremos saber, como ocurre en el actual proceso de elecciones regionales y municipales.

Por Decreto del 11 de noviembre de 1868, se mandó que en los colegios primarios se enseñe la Constitución Política de la República, y se obligó a los preceptores su cumplimiento, por circulares del 30 de marzo y 22 de junio de 1869; es decir, que se tuvo confianza en que los maestros desde las aulas podían fortalecer la conciencia cívica ciudadana, motivando en responsabilidad a los futuros ciudadanos, al elegir a sus autoridades, como se hará dentro de unos días en todo el país.

En el siglo XXI se requiere de ciudadanos que emitan un voto responsable, que no se vote a ciegas, se necesita de ciudadanos que se informen, que conozcan la hoja de vida de los candidatos, sus competencias y capacidades, sus antecedentes en todo sentido, así luego se puede discernir, se puede contrastar, comparar, y elegir entre las mejores propuestas de quienes aspiran a ser alcaldes y gobernadores regionales, como se verá en Piura y en todo el país el próximo domingo 2 de octubre. Ese día, honremos la memoria de Francisco Javier de Luna Pizarro, precursor del voto responsable.

Diario El Regional de Piura
 

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