ERP. Entre el 26 y 27 de julio de 1822, dos de los más grandes protagonistas de la independencia de América se reunieron en Guayaquil, el general José de San Martín, y el general Simón Bolívar, quienes trataron en privado aspectos vinculados con los sucesos del momento histórico que se vivía.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones
La privacidad con la que se llevó a cabo la entrevista, ha generado especulaciones, por parte de quienes no conocen a la Historia como ciencia, y aseguran que la reunión se hizo, y se tomaron acuerdos como en la masonería. San Martín no fue masón, como si lo fue Simón Bolívar. La reunión fue convocada con una agenda específica, la urgencia de terminar con la guerra de la independencia.
San Martín fundó la Logia Lautaro, que no era una logia masónica, sino una logia patriótica, que aspiraba por una América libre y soberana, propósitos diferentes a los de las logias masónicas de Londres, cuyos integrantes estaban seguros, que las colonias españolas, se convertirían a la larga, en protectorados británicos.
En Guayaquil, cuatro fueron los motivos principales de la reunión:
Definir la situación jurisdiccional de Guayaquil
Terminar con la guerra de la independencia
La propuesta de la monarquía constitucional para el Perú.
La federación de las Américas
Guayaquil siempre perteneció a la audiencia de Quito, durante todo el virreinato, y solo a comienzos del siglo XIX pasó al virreinato del Perú, por disposición del virrey Abascal, o sea, su nexo territorial siempre fue el actual Ecuador. En el momento de la independencia, la opinión pública guayaquileña estaba separada en tres facciones: una orientada a la formación de un Estado independiente, otra a continuar como parte de Quito, y una tercera, a pertenecer al Perú.
Ambos Libertadores conocían de esta realidad, y captando que la mayoría de guayaquileños deseaban su permanencia a Quito, Bolívar se adelantó a San Martín, diciéndole a su arribo: bienvenido a tierra colombiana, ya que Ecuador, Colombia y Venezuela, formaban la Gran Colombia.
Ambos sabían lo urgente de la finalización de la guerra de la independencia, de lo urgente que era para no derramar más sangre y gastar dinero inútilmente. Al parecer, no se pusieron de acuerdo, y San Martín optó por la renuncia a seguir en la lucha. Regresó al Perú, renunció a su cargo de Protector, y Bolívar tuvo el campo libre para venir al Perú.