ERP. Lambayeque es una región con una gran historia, asociada a dos de sus ciudades principales: Lambayeque y Chiclayo, y con esos protagonismos, también los de otros pueblos de su comarca, que desde tiempos pretéritos han dejado una huella perdurable, que los ha hecho dignos de eterna recordación.
Por Miguel Arturo Seminario Ojeda
Director del Museo Electoral y de la Democracia del Jurado Nacional de Elecciones
La historia de la etapa de la independencia, hace 200 años, registra a lambayecanos y lambayecanas, en el marco de este proceso, destacándose por sobre todo, los nombres de Pascual Saco Oliveros, Juan Manuel Iturregui, José María Lastres, y otros tantos de esa epopeya, de modo que en el Panteón Nacional de los Próceres se guardan los restos y memoria de varios de ellos.
Hace 100 años, al conmemorarse el Centenario de la Proclamación de la Independencia en la ciudad de Lambayeque, el Centro Lambayecano de Lima, mandó a acuñar una medalla de plata de 23 milímetros, alusiva a la efeméride, uno de cuyos ejemplares se conserva en el Museo del Jurado Nacional de Elecciones, era entonces Presidente Constitucional de la República, el lambayecano Augusto B. Leguía, cuya emoción debió ser tan grande como la de los otros lambayecanos, que vibraron al recordar la gesta del 27 de diciembre de 1820.
Y es que esa gesta del día mencionado, resultaba ser la evidencia, de cómo el ideal de la patria libre estaba entre los lambayecanos, que ese día manifestaron públicamente, que la voluntad general de los habitantes de la ciudad, y del partido de Lambayeque, estaba por la restitución de un Estado libre y soberano, del cual muy pronto iban a formar parte.
Detalles de lo acontecido ese día, se han publicado desde entonces, guardándose memoria de ese suceso, que resultó ser el primero en jurisdicción de la Intendencia de Trujillo, hasta donde se conoce, en vivirse con la emoción popular, que reiteraba, que la voluntad de todos, era como lo manifestaba el cabildo ser libres e independientes.
Por tal decisión, Lambayeque recibió un reconocimiento temprano por parte del gobierno del general San Martín, ya que el 18 de junio de 1822, se le otorga el título provisional de ciudad a Lambayeque, y el título de Generosa y Benemérita, como se registra en el tomo IV de la Colección de Leyes, Decretos, y Ordenes, publicado en 1861, por el doctor Juan Oviedo, y editado por Felipe Bailly.
Casi a fin de año, el 18 de diciembre de 1822, el Congreso de la República, y desempeñando el Ejecutivo, don José de La Mar, se dio la ley, que en su texto menciona, que Lambayeque dio el ejemplo a los demás pueblos de la intendencia de Trujillo, con la proclamación de la independencia, el 27 de diciembre de 1820.
La epopeya de ese día será gratamente evocada por los lambayecanos donde quiera que se encuentren este 27 de diciembre próximo, y la memoria de sus protagonistas, hará revivir el heroísmo, y decisión de entonces.