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El desembarco del Ejército Libertador: 8 de setiembre de 1820

Miguel Arturo Seminario Ojeda
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ERP. La noticia de la llegada del Ejército Libertador a Paracas el 7 de setiembre de 1820, se supo de inmediato en Pisco y en Ica, el espionaje realista estaba bien organizado, de manera que con toda seguridad, pronto se notició al Virrey Pezuela, quien sin pérdida de tiempo lo comunicó a los intendentes de todo el virreinato.

Por: Miguel Arturo Seminario Ojeda

Director del Museo Electoral y de la Democracia JNE

El Desembarco de San Martín y del Ejército Libertador, en la madrugada del 8 de setiembre de 1820, marcó el comienzo del primer día de la libertad del Perú, como lo dijera el propio general San Martín, al lanzar proclamas, haciendo entender a los civiles y a la población en general, el porqué de su venida, reiterando que no venían como conquistadores como se había hecho creer a los peruanos.

Comienzan así una serie de episodios de la historia nacional de gran significación para la organización política que se adoptaría, como continuación de un Estado soberano restituido, y que en condiciones de igualdad, resurgía, como las naciones independientes de la Sudamérica española que ya estaba libre de los lazos políticos que la ataban a la Corona de Castilla.

La travesía de la expedición había comenzado el 20 de agosto de 1820, desde Valparaíso, Chile, la Expedición Libertadora vino al Perú al mando del generalísimo José de San Martín, y tuvo como segundo jefe al peruano Toribio de Luzuriaga, ancashino de nacimiento. El gobierno chileno, con el general Bernardo O'Higgins como su máxima autoridad, realizó grandes esfuerzos para costear esta empresa, y la inversión le fue devuelta posteriormente, por el gobierno independiente del Perú.

san martin

El vicealmirante Thomas Cochrane, nombrado jefe de la escuadra naval, condujo la flota de once naves de guerra y los quince transportes, siendo nombrada una de las naves, como Santa Rosa, en recuerdo al vínculo espiritual de santidad, que unía a los americanos de lengua española. Cochrane vino conduciendo más de 4000 efectivos entre peruanos, chilenos y argentinos, navegando bajo bandera chilena.

El desembarco en Paracas obedeció a una gran estrategia, considerada en el Plan que se había trazado previamente, se había considerado que la expedición tenía que desembarcar cerca de Lima, y de inmediato realizar una incursión militar que aislara a la capital virreinal, enfrentando al ejército realista, empecinado en defender lo indefendible.

Y así sucedería posteriormente, con la entrada a Lima o Ciudad de los Reyes, unos días antes de la proclamación nacional de la independencia, antes que San Martín Asumiera el mando político del país, como Protector del Perú, para continuar con la guerra de la independencia, frente al no entendimiento con los realistas.

El desembarco, cuyo bicentenario hoy se rememora, se realizó durante varias horas en la bahía de Paracas en la mañana del 8 de septiembre. Arribaron a tierra las tropas, las municiones y la artillería. Simultáneamente las tropas realistas acantonadas en Paracas dejaron el lugar, y las de Pisco salieron del puerto rumbo a Ica comandadas por el jefe militar español de la plaza, coronel Manuel Químper.

Mientras desembarcaba todo el ejército, un escuadrón de caballería y una compañía de infantería tomaron posiciones cerca a Pisco. A poco, el Ejército Libertador, encabezado por el general San Martín entró a la ciudad en horas de la tarde. De inmediato los jóvenes de la localidad empezaron a enrolarse, incluyéndose entre los entusiastas, a muchos esclavos de la región.

San Martín se instaló junto a su estado mayor, en una antigua casona cerca de la plaza mayor. Ese mismo día, emitió su primera proclama desde nuestro suelo patrio, cuyo tenor fue así: “San Martín. Cuartel general del Ejército Libertador en Pisco. Septiembre 8 de 1820. Primer día de la libertad del Perú”.

En este sentido, Pisco tuvo el honor de ser el primer lugar donde el general San Martín tomó disposiciones por la libertad del Perú, en el propio suelo de los incas
En esta proclama les recordaba, que no debían ceder ante las ilusiones falsas del gobierno realista, representante del régimen de opresión que había gobernado América por casi 3 siglos, puesto que todo esto se acabaría pronto. Tras esta vinieron otras proclamas y otros documentos oficiales.

Ica es un territorio asociado a la gesta sanmartiniana, no cabe duda, como se puede observar luego, tras los sucesos de Changuillo, Nasca y Acarí en octubre de 1820, dejándose testimonio en las fuentes primarias del momento, que este fue el primer combate en el que los soldados del Ejército Libertador enfrentaron a los realistas, después de haberse experimentado unos días antes, la deserción de dos compañías realistas en Palpa.

Diario El Regional de Piura
 

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