ERP. De los sesenta y dos años, que conmemora el 3 de marzo la UNP creada por Ley 13531. Llevamos trajinando en sus aulas veintitrés años con menudos esfuerzos invisibles por dar vida a su Escuela de Comunicación hoy con aulas propias, biblioteca y cabina de radio. La escuela creció, hoy, tiene forma, cuando la recibí el 2001 por encargo del Dr. Sigifredo Burneo era aire y un aula, la 42, con medio centenar de estudiantes inquietos pero atentos con deseos de estudiar. Los admiro pues tuvieron el coraje de participar en mis clases, sin interrupción, de historia del periodismo, redacción periodística, teoría de la información, publicidad, empresa periodística y ética todo el mismo día.
Por: Miguel Godos Curay
Periodista y docente universitario
Gracias a ellos nos visitaron Mario Vargas Llosa, Alfredo Bryce Echenique, Fernando Ampuero, entre otros atraídos por el entusiasmo de los futuros comunicadores. No elegimos nunca reina de la escuela, reunimos mascotas caninas con el inquietante argumento de no hacer más de lo mismo. Fueron años intensamente vividos, algunas veces, los alumnos escucharon atentamente las clases sentados en el piso y en otras alguna alumna llevó su crío en un cesto que nos acompañó en paradójico silencio. En cierta ocasión gritos de los federados estudiantiles acostumbrados a las pintas y las marchas nos pedían a gritos salir a las calles nosotros nos negamos rotundamente abandonar las aulas y ante el bullicio no nos quedó más remedio que sacarlos en estampida. ¡Nunca más volvieron! La primera promoción resultó una puesta a prueba de novedosas metodologías. Los alumnos concurrían con su máquina de escribir y el tecleo evocaba el mundillo de las hoy desaparecidas ruidosas redacciones. Una fiesta del tecleo.
La segunda promoción, distribuyó vocaciones en medios como la radio y emergentes medios audiovisuales. Fueron los que suscribieron un romántico memorial pidiendo el Premio Nobel para Mario Vargas Llosa. Recibido el reconocimiento MVLL regresó a la UNP y conversó con ellos en un gesto inolvidable de gratitud. Es historia reciente. Gracias a la anuencia del Rector y el Consejo Universitario. Hoy la UNP tiene la impronta de Piura en los nuevos pabellones que llevan los nombres del poeta Marco Martos Carrera ex Presidente de la Academia Peruana de la Lengua y el desaparecido novelista Miguel Gutiérrez Correa autor de La Violencia del Tiempo. Una novela de novelas, íntima y penetrante. Todo un atisbo zahorí al King-Kong social de la Piura de los siglos XIX y XX. Miguel, cara a cara con los estudiantes los fascinó con sus relatos poco después de haber navegado premonitoriamente en canoa en las aguas del río Piura.
La universidad crece pese a las crisis que enfrenta la universidad pública. Tiene raíces profundas como los algarrobos del campus. Son la síntesis verde de esta Piura convertida hoy en potencia frutícola. Vargas Llosa evocó la presencia de arenales inhóspitos, piajenos y hatos de cabras que proveían de leche, quesos, quesillos y natillas a los forasteros. La UNP fue iniciativa de los estudiantes del San Miguel quiénes acabada la secundaria -con sangre, sudor y lágrimas- partían a la bolivariana Universidad de Trujillo (1824) o a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1551). Otros partieron a la Argentina y a España dependiendo del ahorro familiar. Políticamente la universidad era una aspiración intelectual alentada por apristas y socialistas.
El esclarecimiento de la conciencia política estremeció Trujillo en 1932. La prédica de Orrego en el Grupo Norte al que pertenecían Haya y Vallejo convirtió su rancho de Moche en un aula abierta con un vuelo intelectual impresionante. Al grupo Norte se adhirió, con alma y corazón, José Eulogio Garrido, el poeta huancabambino. Flotaba en el aire un despertar de la conciencia social y política pero también el temor de los hacendados. Temían a la universidad los barones del azúcar en Pomalca y Cayaltí. La expansión del sindicalismo se avivó en todos los valles de la costa los conflictos con los yanaconas y Comunidades Indígenas se hicieron patentes. Piura no fue una excepción.
En la memoria permanecía en carne viva el sangriento 1883. Entonces el Prefecto Fernando Seminario Echeandía, ajustició a los comuneros que tomaron Piura el 28 de enero de 1883 enervando sus legítimas demandas por la apropiación injusta de sus tierras y los escarmentó salvajemente. Fueron más de un centenar los muertos. Algunos quemados vivos en el episodio de la Casa Quemada, otros fusilados semana a semana en la playa del río. La persecución, nunca se detuvo. El temor a los ecos socialistas de la Comuna de París se mantuvo en pie por muchos años.
Creer que la universidad en Piura era un romántico anhelo estudiantil es una égloga sobre el oasis y el arenal. La única palanca para la transformación de Piura estaba en mejorar su producción agrícola y hacer efectivos los beneficios de la explotación petrolera. La segregación de los obreros peruanos en canchones y las marcadas diferencias en la vida en el campamento petrolero que era Talara incubaba injusticia y demandas sindicales. Las fuerzas del orden estaban al servicio de las petroleras extranjeras. Los sindicalistas obreros eran considerados agitadores y por ello perseguidos. Muchos desaparecidos en la lucha nunca aparecieron fondeados en alta mar. Piura vivía un momento de aparente calma. Formar a sus jóvenes en una universidad era un legítimo y caro anhelo. En aquel entonces el nivel académico del San Miguel era envidiable. Profesionales liberales de diversas carreras eran profesores en sus aulas. Matemáticos, ingenieros, abogados, médicos, curas, literatos y poetas, militares en ejercicio se distribuían la carga lectiva. Las clases eran realmente impecables.
La Asociación de Estudiantes Piuranos en Acción
En 1955 se creó la Asociación de Estudiantes Piuranos de Ciencias Sociales que capitalizó clamores. En este grupo de inquietudes piuranas nobles estaban Miguel Antonio Varillas Velásquez, gestor y primer presidente de la Asociación, Carlos García y García, Eugenio Chang Cruz, Jorge López Zapata, Ricardo Váscones Vega, Javier Silva Ruete, Dora Mendoza Agurto, todos ellos, en aquel entonces, alumnos de San Marcos y la Universidad Católica de Lima. La tarea inmediata fue realizar una movilización general en Piura para la suscripción de un memorial el que recogió más de mil firmas de los jóvenes estudiantes. Era vocero oficial de la juventud la revista Cultura Piurana que dirigía Varillas Velásquez.
Este memorial, fue entregado a los senadores piuranos Enrique Checa Eguiguren y Luciano Castillo Colonna y a los diputados Roberto Carrión Guzmán, Felipe García Figallo, Isidro Guevara, Francisco Viale, Florencio Portocarrero, Ricardo Cáceres Cherres y Víctor Zavala. El pedido de los estudiantes era la creación de una universidad con dos facultades la de Letras, Educación y Ciencias Económicas y la de Ciencias orientada a la Ingeniería Química, Mecánica y Agronomía. Era la expresión unánime de los estudiantes piuranos en encuestas y test vocacionales. El vigor de la economía local requería profesionales para impulsar una agricultura algodonera próspera y una petroquímica incipiente. La pesca había despuntado por la captura del atún y la anchoveta. Cabo Blanco tenía fama mundial por los records de pesca deportiva que atraían a personajes famosos como el escritor Ernest Hemingway y el actor Mario Moreno Cantinflas.
En 1961, el año del natalicio de la universidad, el Departamento de Piura tenía una población de 668, 941 mil habitantes. Piura, la capital era una expresión aún vocinglera y provinciana del ¡gua! con 72,096 almas con una tasa de crecimiento anual del 5.2%. Piura era una bonancible ciudad dedicada a la agricultura. La bonanza de su economía había poblado su centro comercial de bancos que vislumbraban su potencial económico. Miguel Gutiérrez refiere que la Plaza de Armas, cuyos algarrobos y tamarindos fueron regados con sangre de toro por el alcalde Eduardo Reusche Castro, eran coposos y frescos. Pero la frescura era privilegio de los vecinos del centro. Los cholos contemplaban desde las cuatro esquinas la belleza inalcanzable de las piuranas de las tradicionales familias. Por sus calles transitaban lecheros venidos desde Los Ejidos y panaderos del barrio norte en pos de clientes. Calles y callejones lucían pisos de recoche, ladrillo requemado, tan duro como la piedra. El uso del cemento es posterior y se presentó como anticipo del progreso. Con una base de recoche y losetones de cemento se tapizó la Plaza de Armas. El ladrillo amortiguaba el reverberar del sol y mantenía la humedad del suelo vegetal. Cuando se demolió por arrebato de la modernidad tamarindos, ficus y algarrobos languidecieron impunemente. Una reconstrucción de nuestra plaza principal empieza en el suelo que no se ve. Las losetas de porcelanato decorativas son resbalosas y con el calenturiento sol de Piura se dilatan y resquebrajan evaporando la humedad fresca de los jardines.
Proyecto fue aprobado en senadores
El pedido de creación de la universidad para Piura, generó un mar de inquietudes e interrogaciones, ¿Qué es eso de universidad? ¿No es suficiente la primaria y la secundaria? ¿Sí con la secundaria pueden ser empleados en un banco o en una casa comercial para qué más? El proyecto fue aprobado en la Cámara de Senadores pero no en la de Diputados. Lo que sorprendió al propio Luciano Castillo. Pese a las dificultades políticas el proyecto siguió caminando. Hemos perdido una batalla pero no la conquista de la aspiración más grande que puede tener un pueblo. El derecho a la educación de sus hijos. Los jóvenes rodearon a Luciano Castillo con lágrimas en los ojos. El maestro insufló ánimo y coraje por la lucha. No retornaron a Piura los jóvenes delegados con las cajas destempladas por el contario con mayor brío iniciaron una movilización general. Profesores del San Miguel se quedaron admirados al pedirles los estudiantes les permitieran con reloj en mano diez minutos para comunicar la noticia y tomar acuerdos. La juventud está en pie de lucha. “¡Amanece! ¡Amanece! ¡Amanece! Amanece en el Norte y el Sur / Y está henchida de fuerza y de sangre/ Nuestra alegre y viril juventud…
El 1° de abril de 1956 la Asociación de Estudiantes pidió al Municipio la creación del Comité Estable pro Creación de la Universidad para Piura. La iniciativa fue acogida por el Inspector de Cultura y Civismo Juan Casajuana Cardona. Para mayor entusiasmo se entregaron a la comuna los planos elaborados por el arquitecto piurano Jorge Seáis Espinoza de lo que sería la futura universidad. Fresca como un faro de luz en el desierto. Un diseño moderno iluminado por la luz del día en donde la juventud se dedicaría al estudio hincando codos.
El Proyecto de creación de la Universidad para Piura fue aspiración de Luciano Castillo, el genuino artífice de la universidad y la Asociación de Estudiantes. En 1959, la Asociación Cultural de Piura, presidida por el Dr. Luis V. Altuna Sandoval, constituyó el comité Pro Universidad de Piura, el mismo que contó con la Presidencia del Dr. Aníbal Santiváñez Morales e integrado por los ciudadanos Rómulo Franco Calle, Rafael Vega García, Augusto Arrunátegui Uscoscovich, José Estrada Morales, Manuel Gallardo e Hipólito Zurita.
Este comité reunía a instituciones piuranas, como la Confederación Obrera, la Cámara de Comercio, el Colegio de Abogados, la Sociedad de Empleados, la Asociación Departamental de Ingenieros Agrónomos, la Asociación Departamental de Ingenieros Civiles, la Liga Departamental Agrícola y Ganadera, entre otras. Este comité impulsó el Primer Patronato de la naciente Universidad Técnica de Piura. La iniciativa de crear la universidad fue aspiración histórica de la Confederación Obrera, los regidores de la Municipalidad de Piura y los sindicatos. Fue una batalla de papel y tinta de los diarios El Tiempo y La Industria. Voces de provincias se adhirieron a la causa en Paita, Sullana y Talara.
Nuevo parlamento aprovó creación de Universidad
Según el relato pormenorizado de Varillas Velásquez. La gestión del Comité Pro Universidad de Piura, inspirado en la iniciativa del Dr. Luciano Castillo, rindió sus frutos cuando se instaló la nueva representación parlamentaria. Entre sus integrantes estaban los Senadores de Unificación Nacional Guillermo Gulman Lapouble, Enrique Verdeguer López y los Diputados Juan Palma Trelles, Marco Antonio Garrido Malo, Ramón Abasolo Rázuri, Carlos Taiman Villar, Carlos García y García, Samuel Torres Olave, Teodoro Flores Medina, Hernán Pasapera Ahumada, Florencio Portocarrero Olave. A los que se adhirió con su sensibilidad intelectual doña Carlota Ramos de Santolaya del Movimiento Democrático Pradista.
La representación piurana, superando escollos, hizo suyo el proyecto sustitutorio del Diputado Mario Alzamora Valdez que fue presentado y fundamentado en el Congreso de la República por el doctor Ramón Abásolo Rázuri, siendo aprobado por amplia mayoría. El 3 de marzo de 1961 el Presidente de la República doctor Manuel Prado Ugarteche promulgó la Ley 13531 que creó la Universidad Técnica de Piura. Inmediatamente después, conforme al artículo 16 de la citada Ley, se constituyó el Primer Patronato de la Universidad Técnica de Piura, acto que se realizó el 16 de mayo de 1961 en el local de la Municipalidad de Piura presidido por el Dr. Aníbal Santiváñez Morales.
El 1 de agosto de 1961, en el flamante y amplio local del Club Grau fue inaugurada solemnemente la Universidad Técnica de Piura por el señor Ministro de Educación Dr. Alfonso Villanueva Pinillos. El acto protocolar contó con la asistencia del Presidente de la Corte Suprema de Justicia Dr. Roberto Garmendia; el Dr. Virgilio Vanini, Rector de la Universidad Nacional de Trujillo; el Vicerrector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos ingeniero Mauricio San Martín; los representantes parlamentarios por Piura, Doña Carlota Ramos de Santolaya, el doctor Ramón Abásolo Rázuri, Carlos García y García, Carlos Taiman Villar; el Vocal Decano y Presidente Accidental de la Corte Superior de Justicia de Piura y Tumbes, Dr. Pío Artadi; el Arzobispo de la Arquidiócesis de Piura y Tumbes, Monseñor Erasmo Hinojosa Hurtado; el Alcalde Provincial Don Antonio Leigh Rodríguez y otras personalidades de Piura. Los testimonios fotográficos de este momento son registro de Arturo Davies Guaylupo, alumno y más tarde su séptimo Rector.
Paredes Maceda y Ramos Plata fueron víctimados en Campus
La UNP, sesenta y dos años después, cuenta con catorce facultades y modernos edificios. A esta edad gozosa, tiene dos hijas, la Universidad Nacional de Tumbes y la Universidad de Frontera de Sullana. Con casi 14 mil alumnos en pregrado y posgrado tiene el vigor de una universidad madura. Lo que no significa que no enfrente los conflictos de poder que menudean en la universidad pública. Todos recuerdan esa etapa de largas paralizaciones que interrumpieron la actividad académica. Pese a la confrontación política de tercios en contienda no se llegó al crimen alevoso perpetrado más tarde por Sendero Luminoso.
En sus aulas permanece indeleble Piura como inspiración de iniciativas para el desarrollo de la agricultura, la explotación de los hidrocarburos tan ajenos como el gas domiciliario. Piura siendo productor de crudo, paga la gasolina más cara del Perú. La UNP debe continuar despertando la identidad piurana. Y el edificio en donde pagó con su vida y con su sangre su vocación docente el Presidente Regional y profesor del claustro doctor Luis Antonio Paredes Maceda debe llevar con legitimidad y orgullo su nombre. Este merecimiento tiene el precio de una entrega y una apuesta indeleble por la regionalización. Ahí también el terror despojó de la vida y sus proyectos al Presidente de la Corporación de Desarrollo de Piura (CORPIURA) ingeniero Ricardo Ramos Plata también docente de la UNP. La memoria recuerde siempre, el derecho a la educación como el legado más valioso de una región. Se hace universidad trabajando, enseñando con el ejemplo, leyendo, investigando y publicando, conociendo el territorio y sus potencialidades. La docencia es decencia, legado ético, un aprehender impecable. No puede ser la apetencia inaudita de un parásito que adormece con su estupidez a los alumnos.
La pizarra es buena para explicar y útil para resolver problemas. Después de ella está la realidad, pisando tierra, navegando el océano, compartiendo el pan de cada día con los pobres se aprende mucho más que en una clase de teoría económica sobre la pobreza. Los resortes de nuestra economía informal, los impactos del narcotráfico que inyectan dinero negro a la economía están ahí. Flotando en el aire, nadie los aborda por temor a la economía narcotizada que nadie quiere ver y flota en las campañas opulentas de candidatos sin patria ni bandera. Pero estamos ahí atónitos muriéndonos de hambre sin el pez de cada día, sin la leche de cabra nutritiva que destetó a nuestros abuelos y sin los chifles que llevábamos en encomienda a Lima como recado de la tierra.
La universidad es un proyecto humano a partir de una idea germinal vertebradora de los objetivos del que surgen los logros. La universidad forma personas con una visión prospectiva de la sociedad, sustancia de los proyectos producto de la indagación metódica profunda en un clima de libertad y responsabilidad. La búsqueda de la verdad le es consustancial, la construcción de la ciencia misma en la busca de soluciones a los urgentes problemas de la sociedad.
La universidad en occidente surge en Bolonia en el 1088 hace 935 años. San Marcos gloria de América Meridional fue fundada el 12 de mayo de 1551 hace 472 años. La Universidad Nacional de Trujillo nació el 10 de mayo de 1824, hace 199 años. Sesenta y dos años son una gota prístina en el océano del conocimiento pero no por ello despojada de la obligación certera de producir saber y no cejar en su propósito científico. Este espíritu indagador no es privativo de los que enseñan es también obligación de los que aprenden. Y si los que aprenden se sienten dislocados del enseñante porque no tiene atributos académicos y humanos pueden ejercitar su derecho a la queja y el reclamo. Como decían las sabias abuelas: en el mercado nunca te calles cuando te den mal por bien, no aceptes nunca mal producto por lo que tú pagas, ni con peso incompleto, ni leche bautizada o chicha aguada. Abunda entre nosotros la incapacidad para el reclamo, mal entendido, como ofensa y como agravio. Reclama en todas partes en donde se vulneren tus derechos. Fue con el reclamo de Piura que tras los diluvios de 1982 Piura conquistó el Canon Petrolero en 1983 una de las fuentes de financiamiento de la universidad. Hoy compartido con la Universidad de Frontera de Sullana.
Un 18 de agosto de 1961 se iniciaron las clases
El 18 de agosto de 1961 se iniciaron las clases con 120 alumnos pertenecientes a la Escuela de Economía, la cual se fundó para formar jóvenes profesionales Economistas y Contadores Públicos: Made in Piura. La clase inaugural la dio el CPC. Felipe Purizaga Ramos a las siete y treinta de la mañana del citado día. Fue el Dr. Aníbal Santiváñez la primera autoridad con función de Rector Provisional de la naciente Universidad Técnica de Piura, mientras el Dr. Juan Aguayo del Rosario fue su secretario. Por aquel entonces ocupaba la academia unos ambientes en el jirón Libertad cerca al Arzobispado y de la Plaza de San Sebastián de la antigua parroquia de Indios al sur de la ciudad. Ahí nacieron los sueños de muchos profesionales hoy fallecidos. Ahí se formaron los primeros elefantes integrantes de la primera promoción egresada de la UNP. Analogía conmovedora. Los elefantes, en efecto, en la escala zoológica animal son criaturas que tienen un cerebro proporcional con su cuerpo. Son inteligentes y no olvidan. Los dinosaurios son más cuerpo que cerebro. Los elefantes recorren caminos a paso firme y seguro. Aníbal los empleó como una poderosa fuerza en la guerra.
En 1965, tras las gestiones del Dr. Aníbal Santiváñez y el Ing° Rómulo Franco Calle, fue nombrado Rector Titular de la Universidad Técnica de Piura el Ing° Manuel Moncloa y Ferreyra. Le siguieron el Ing. Amador Amico Ramos, el Dr. Guillermo Villa Salcedo, Ing°. Carlos Pereyra Carassa, que fue sólo Presidente de una Comisión de Gobierno; el Dr. Benjamín Fernández Dávila, Dr. Víctor Aguilar Roncal, Econ. Arturo Davies Guaylupo, Econ. Hugo Agurto Plata, Ing° Freddy Aponte Guerrero, el Dr. Edwin Vegas Gallo, Ing° Antenor Aliaga Zegarra, Dr. José Raúl Rodríguez Lichtenheldt, Dr. César Augusto Reyes Peña, hoy es el Dr. Omar Vences Martínez.
El actual campus se adquirió el 23 de noviembre de 1968 ante el notario Público Miguel Zúñiga Juárez, se firmó el contrato de compra - venta Nro. 8588, en que la Universidad Nacional de Piura representada por su Rector Amador Amico Ramos compró a la Sra. Albina Vignolo de Irazola e Hijos, propietaria de la hacienda Miraflores, un área de terreno de 103 hectáreas, valorizadas en S/. 4'755,083.00. Aquí se ha edificado el campus hoy totalmente cercado y cerrado para preservar la tranquilidad y seguridad del recinto universitario.
Ahí se forma la juventud piurana
La sociedad nos provee de aquellos jóvenes que por sus capacidades y merecimientos pueden dedicarse al cultivo de la ciencia y las humanidades. Los que no, y prefieren el desarrollo del hacer con habilidad está la técnica. La tecnología es tan imprescindible como la ciencia. Es necesaria la madurez intelectual y la disposición humana para la disciplina en el estudio sin improvisación. La improvisación tiene el sobrecosto de la inutilidad y la pérdida de tiempo. No se trata de ser buenos para nada sino buenos para algo, servir, no a ser servidos. Ni vivir dependiendo de los otros que el más insoportable de las ataduras humanas. Debe el estudiante responsable una inextinguible lealtad a sus padres, a sus maestros y a la sociedad misma, a su región y al país al que pertenece. El paso por la universidad no es un oficio desventurado es adentrarse en el mar del aprehender y el quehacer humano.
La experiencia puede ser sensorialmente intuitiva pero requiere de un guía bien dispuesto que abra los ojos a los nuevos derroteros. No se trata solamente de caminar por trechos ya andados y recorridos. Sino en abrir caminos propios con los cimientos de la verdad, que en su primera acepción epistemológica, es conformidad con la realidad. La mentira es extravío químicamente puro, los atajos y caminos fáciles son frágiles y tenebrosos como las arenas movedizas del pantano. Y no estamos para eso.
Mario Vargas Llosa, Marco Martos Carrera, Miguel Gutiérrez Correa, Gustavo Gutiérrez Merino son Doctores Honoris Causa de la Alma Mater. Son mentes esclarecidas que iluminan con su esplendor intelectual a los estudiantes que concurren a las clases del campus. Tras enfrentar la pandemia en el campus virtual retornaremos a las aulas presenciales. Ahí está viva y patente la identidad de Piura. La universidad es un proyecto perfectible en el espacio y el tiempo. Un diamante que se pule todos los días hasta alcanzar la simetría perfecta. Con la producción intelectual de sus profesores se engrandece.
La Universidad Nacional de Piura tiene 14 mil alumnos y 1,200 profesores
Con 14 mil alumnos demográficamente tiene una población estudiantil similar a la de un distrito de Piura. Sus mil 200 profesores, se distribuyen en todas las facultades, cada semestre. La vocación docente es esencial para una mejor tarea. No tienen lugar en este oficio los corruptos, los inmorales, los inescrupulosos que creen que un aula es un buen negocio. No en vano los alumnos ponderan con crudeza la labor del docente y le señalan sus yerros y sus defectos. Su dedicación y su ligereza, su vanidad presumida y su disposición para enseñar. Una clase profusa de tecnología no surte tanto efecto como el ejemplo de un buen profesor. Un modelo de vida digna de imitar. Mal docente que muerde los bolsillos de los estudiantes es contemplado como el mendigo al que le suenan en los bolsillos las pesetas obtenidas en la engañifa del día. Mal docente que no lee es como el “pasa películas” sin novedad en el extinto cine de barrio. Leer es como el agua para la sed intelectual. Para la búsqueda inagotable de saber. Los analfabetos funcionales no practican la lectura son una vergüenza y avergüenzan.
El cultivo de las ciencias y humanidades es una tarea inagotable que se hace patente en la producción editorial. El conocimiento se expande en el éter de la virtualidad. También en la letra impresa. En la investigación científica y la producción intelectual. En hallazgos y propuestas vinculadas a la mejora de las condiciones de vida. En la expansión de la cultura y las artes. La universidad crea su legado mayor en la transmisión de valores y la formación de las inteligencias con la certeza de un servicio indeclinable a la verdad y al desarrollo humano. No hacerlo es renunciar a una tarea ineludible.
La obligada virtualidad debe convertirse en una oportunidad para mejorar y potenciar la capacidad de los docentes. La hibridación de las lecciones síncronas (presenciales) y asíncronas (clases diferidas para el trabajo de los estudiantes) nos van a acompañar de ahora en adelante en la sociedad del conocimiento. La presencia docente debe acompañar los procesos imprescindibles y necesarios para afianzar los logros de las sesiones académicas. Definitivamente con la educación a distancia se abren inéditas posibilidades de inaugurar programas formativos dirigidos a la empresa, amas de casa y entusiastas estudiantes de la tercera edad que disponiendo de tiempo no rehúsan a la posibilidad de aprender. Urge conectar y reconectar a las universidades con sus pares de América Latina, América del Norte, Europa y Asia. China hoy no sólo provee vacunas también tecnología e infinidad de productos que irrumpen en los mercados.
Proyectar el futuro de Piura es tarea de la Universidad
Piura territorialmente con 35.892 km2 de extensión territorial es más grande que Israel que tiene 22.145 km2 una potencia en el escenario mundial. Tenemos valiosos recursos naturales que debemos transformar respetando con exigencia las normas ambientales. La pesca predatoria debe ordenarse y convertirse en soporte de la acuicultura. La agricultura arrocera de aparente rentabilidad saliniza tierras y agota el acuífero. Los bosques y forestas tienen que ser recuperados frente a la amenaza de los leñateros y ladrilleras. La contaminación de aguas y poblaciones por la acumulación de basuras no biodegradables es un desafío inmediato por lo que tiene debe ser controlada estrictamente sino queremos ver desplomarse nuestra economía.
Piura, es un don del Piura y del Chira como Egipto del Nilo. Sin embargo, el Chira es hoy un rio eutrofizado por la descarga de aguas negras de las alcantarillas. No es un buen indicador de calidad de vida. La acumulación de plástico es una amenaza para la existencia saludable y un desafío para la academia. Piura tiene que proyectar su desarrollo al 2030 sin la amenaza eventual de un stress hídrico que afecte a las provincias de Piura, Paita, Piura, Sullana y Talara. Contradictoriamente las de mayor actividad económica. Sin embargo, con agua potable racionada a contadas horas en el día. Inversiones faraónicas como la modernización de la refinería de Talara resultan desproporcionadas a los beneficios que se espera obtener en el futuro cuando se desplacen los combustibles fósiles. El desierto de Sechura es un depósito de litio que se utiliza en la construcción de baterías para autos de propulsión eléctrica. Las reservas mineras no metálicas tienen que ser evaluadas para evitar en el futuro una deplorable negociación de la riqueza disponible.
Si cada docente y alumno de la UNP plantara un algarrobo o un árbol de cualquier especie en el campus quedaría resuelta la reforestación. Y es bastante probable que la propuesta sea imitada por los habitantes de la ciudad. La planificación urbana es necesaria y el crecimiento inorgánico y explosivo de las ciudades por la invasión y el desorden provoca la emergencia de los tugurios y el hacinamiento. El desorden, el tráfico predial tiene que detenerse y sancionarse. En Piura urge la planificación y el ordenamiento de las actividades económicas predominantes. La minería artesanal en el corredor Tambogrande-Las Lomas-Suyo es una amenaza para la agricultura de San Lorenzo. El uso irresponsable de mercurio, cianuro y arsénico contaminan las fuentes de agua sin menoscabo.
La pesca es otra actividad extractiva en riesgo. La pesca olímpica de una sobre flota que elude los controles y quema proteínas para producir harina de pescado es un mal negocio para la región y el país. El desafío costero urge la conservación de la franja litoral en donde hoy se depositan las descargas de las alcantarillas y se deteriora el paisaje por la apropiación del área intangible que impide a los pobladores disfrutar del mar. Mafias enteras de sospechosas inversiones han lotizado sin control los balnearios. Ignorando que serán cubiertos por las aguas. Poco o nada se atienden las consecuencias del cambio climático y las inusuales mareas altas acaban arrancando de cuajo lo mal invertido en edificaciones en un santiamén. Las bermas a cada lado de las interconexiones viales, las reservas de áreas verdes son destruidas deteriorando el paisaje fomentando la deforestación. Los cinturones de miseria son el bocado de traficantes de tierras dedicados a un proceso criminal de invadir y vender en innumerables ocasiones.
Urge vislumbrar un desarrollo ordenado y responsable
La visión de la Piura ordenada y planificada no existe en realidad. La preservación del patrimonio monumental es un espejismo. Ni como expresión de continuidad en el tiempo ni como reliquia del pasado. No hemos tenido la suerte de conservar el poco patrimonio arqueológico que tenemos y hasta las piedras del viejo camino inca, el Capac Ñan, han sido arrancadas para levantar taludes de cemento que anuncian las pretenciosas aspiraciones de progreso de algunos municipios andinos. Las placas conmemorativas, colocadas por el GLAP (Grupo Literario y Artístico Piura) que recordaban a los vecinos los lugares donde nacieron los hijos ilustres de Piura yacen amontonadas en los depósitos de la dependencia del Ministerio de Cultura. Nadie quiere saber nada con el pasado lo poco que se mantiene en pie se desploma en cualquier momento. De la Piura de ayer no queda nada.
Otra expresión descarnada de la inverecundia tan piurana es el Centro Cultural Mario Vargas Llosa con el que se sorprendió al Nobel. El escritor ofreció una de sus bibliotecas, hubo fotos y promesas, al final nada. El jarabe de mentiras y el despojo. De la Piura patente en la literatura sólo quedan pálidos recuerdos y de las picanterías tradicionales, baldes de pintura en los que se vende la chicha porque nadie emplea jarras tradicionales de barro de Simbilá. A la cocina tradicional sumemos un inventario de platos exóticos y la apropiación del glutamato, el saborizante empleado por kilos para hablar de la buena mesa piurana. ¡Nadie protege el buen sabor de la tierra!
El futuro al desnudo. Urgimos gobernabilidad que supere las desventuras capituleras y la improvisación en todos sus extremos. Estamos desaprobados en seguridad ciudadana, salud, educación y en el fomento del empleo. Necesitamos dar valor agregado a nuestros productos del mar y de la tierra. Nuestros antepasados, con sutileza lógica, demostraron que era mejor vender queso, quesillos y natillas que hectolitros de nutritiva leche de cabra. Don Luis Yuncherre comerciante de Colán, en el siglo XVIII negociaba toyos y cachemas saladas con Guayaquil y México. El pescado tiene la buena proteína antídoto de la desnutrición. Una población bien nutrida y alimentada tiene actitud para el trabajo.
La universidad está llamada a pensar el futuro de la región. No sólo la explotación ordenada de su riqueza sino las mejores condiciones de vida para sus habitantes. La pandemia nos demostró que en salud, educación y empleo andamos como barco a la deriva. Improvisando y buscando soluciones parche instantáneas y para el momento. El futuro es un simple hipo del inmediatismo de una arquitectura para la decoración antes que para la utilidad y el mejor uso del espacio. No son pocos los desafíos de la Universidad Nacional de Piura su misión esencial es formar a quienes por sus cualidades e inteligencia deben ser consecuentes en ética, disciplina intelectual y genuinos valores.
Hay quienes predican en la Piura contemporánea que a mayor universidad aflora como la flor de los pantanos la informalidad. Eso no es cierto. El futuro requiere sólidos cimientos, no endebles e inseguros, los necesitamos vigorosos y fuertes. Una región que en sus raptos de inspiración cívica invoca a Grau pero no lo imita. Requiere convicciones y certezas. Piura, tiene, puede y debe ser conducida al futuro con responsabilidad. La construcción de una visión de futuro requiere el despertar de las inteligencias. La premura del labriego que madruga para contemplar la luz del día y trabajar. El esfuerzo humano no es la insolente fantasía de contemplar el celular que embota los sentidos. El trabajo humano, manual o intelectual, es la única fórmula para alcanzar el progreso. Duc in altum dice el lema fundacional de la Alma Mater. “Remar mar adentro” ahí en donde la brisa y el aire fresco nutren las pasiones y los sueños. En este recodo de la evocación nuestra profunda gratitud a los docentes y servidores administrativos fallecidos durante la pandemia en esa tarea indeclinable de servicio a la universidad. Gracias,gracias, muchas gracias.