ERP/N.Peñaherrera. Hoy es un día significativo para mí, pues experimenté en carne propia esa dualidad que tiene el universo, en la que por algo que se te quita hay algo que se repone; por algo que muere hay algo que nace.
El pueblo chino las llamó ‘ying’ y ‘yang’, las que si bien son diferentes, siempre van juntas.
Hace un año exacto, perdí a mi abuela materna, y con ella a todos mis abuelos y todas mis abuelas; pero al mismo tiempo gané a un nuevo amigo, una persona con la que siento que he crecido y aprendido mucho.
Mucha gente se obsesiona con acumular, cuando la realidad es otra: constantemente tienes que negociar qué dejas o qué debes dejar para lograr algo que realmente te va a beneficiar o va a favorecer tu propia evolución.
No es posible acapararlo todo. Sería como atrapar el viento, como dijo cierto sabio, aunque no faltará un soberbio que dirá que es posible con tecnología, cuando solo atrapamos una fracción.
El truco está en saber elegir, o elegir correctamente en todo caso.
Y ahí es donde varios y varias tenemos que detenernos a pensar si es que la elección por realizar es la elección correcta.
No es fácil, mas si nos detenemos a reflexionar, meditar y estudiar cada escenario, probablemente nos ahorraríamos tantos dolores de cabeza en el futuro.
No hablo de decisiones que sí requieren inmediatez porque se tratan de problemas inminentes; hablo de decisiones para la vida.
A lo mejor, el ingrediente clave es la verdad, lo que no puede negarse.
Pensaba hace un par de días que la verdad es como una inyección: a nadie le vacila el pinchazo, y menos el escozor o dolor cuando ingresa a la vena; sin embargo, su poder sanador no tarda en aparecer. Y la idea es tener salud, ¿cierto?
Ante las opciones que se me presentaron, hace un año tomé la decisión correcta. Hoy, un año después, estoy más que convencido de ello.
Eso no quiere decir que la otra parte piense y sienta lo mismo que yo. En todo caso, tendrá que realizar su propio proceso, y a mí solo me toca respetar, esperar y confiar.
Toma las decisiones correctas, aunque no sean las que te gustan: verás cómo tu vida evoluciona.
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