ERP/N.Peñaherrera. Parece que el verano es letal para Sullana. Sí, tal cual lo lees.
¿es el calor? La verdad es que, si lo enfocamos científicamente, tiene mucho sentido.
Con las temperaturas en aumento, más de una persona quiere refrescarse. El asunto es con qué se quiere refrescar.
En una tierra rodeada de limones, lo lógico es que nos regulemos la temperatura corporal a punta de limonada. Por alguna razón, lo ácido tiene efecto refrescante.
Pero no. La limonada no tiene alcohol, incluso la frozen que lo contiene en bajísimas proporciones.
Entonces el sullanero y la sullanera buscan bebidas con las que, eventualmente, pueden perder su cable a tierra. Y si este efecto se concreta, mucho mejor. ¿Por qué? Porque somos una comunidad que no sabe lidiar con su frustración.
¡Aguanta, Nelson! ¿Y ahora de qué estás hablando?
La verdad, sí: somos una comunidad que no sabe cómo remontar sus fracasos, sus represiones, sus autoinfravaloraciones, su deseo desmedido de pertenecer a quién sabe qué mundo sin saber por qué.
Y como falta, la frustración se torna en violencia tarde o temprano.
El alcohol permite que tal transición se produzca más temprano. Y, como dije, se puede explicar científicamente... simplificadamente también.
Cualquier persona que estudió Química con cierta dedicación sabe que todo alcohol no es más que cadenas de azúcares. El azúcar proporciona energía al cuerpo, que necesitamos para desarrollar nuestras tareas cotidianas.
Pero el alcohol no es cualquier tipo de azúcar, sino azúcar en fermentación, en descomposición.
Cualquier cosa en proceso de biodegradación que se ingiere, intoxica. Por eso, cuando se bebe alcohol en exceso, el cuerpo ya no responde, y si le sumamos esa frustración fácil de alcanzar su temperatura de ignición, tenemos el cóctel (sic) incendiario (sic, de nuevo) perfecto... perfecto para quienes ganan dinero a costa de nuestra poca habilidad para lidiar con nuestro propio yo.
Y allí es donde las estrategias de reducción de la violencia ciudadana deben incidir: en los catalizadores químicos.
Cerrar espacios no parece ser la solución, porque la gente que desalojas de un sitio se toma por asalto otro, pero el problema de fondo sigue siendo exactamente el mismo: la chela o similares.
el combate a la violencia en Sullana debe tener dos componentes clave: la parte mediática, con las intervenciones, capturas y demás hechos que son la delicia de cualquier reportero; pero también requiere intervenir un nivel más profundo y menos visible, por lo menos en el mediano plazo: el proyecto educativo local.
Claro que eliminar los catalizadores químicos implica meterse con una industria multimillonaria, pero... si tienes los dedos ampollados por tantas quemaduras, ¿insistirás en seguir agarrando la olla hirviente?
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