ERP/N.Peñaherrera. Si me preguntan por el y la personaje de 2014, yo respondo en plural tanto para el masculino como para el femenino.
Quienes realmente marcaron el hito cumbre del año que se va en unas horas son los y las jóvenes que salieron a las calles a lo largo de todo el Perú para decirle a políticos y políticas que están haciendo un pésimo trabajo, además de mostrarse ante la opinión pública internacional como altamente torpes para realizar su gestión.
A pesar de la amnesia y la bipolaridad de nuestra clase política –por si acaso, condiciones perfectamente tratables-, no hay intención de cura, ergo cero propósito de enmienda.
Mientras adultos y adultas seguimos pensando que nuestra adolescencia y juventud se creyó que los y las bebés nacen en repollos, la verdad es que esta generación ha resultado ser altamente crítica con su realidad, y es a eso que le temen quienes tienen un cargo.
Por eso, o bien mandan distractores a nivel de los medios de comunicación comerciales y de alta penetración en el mercado, o no dicen nada ante fiestas semáforo que se organizan en las narices de las autoridades pero que, sospechosamente, no intervienen.
Estoy convencido que a nuestra clase política le conviene tener una adolescencia y una juventud enferma física y mentalmente, para que esté débil a la hora que decida ejercer ciudadanía.
Y llegan a seducirlas tanto en salud como en enfermedad, vendiendo gato por liebre, incidiendo en la imagen y la apariencia antes que en el conocimiento y el equilibrio; o también utilizando otros y otras jóvenes, quienes en el futuro repetirán la desastrosa historia de quienes les inculcaron la falaz máxima de "acapara el poder".
A pesar de ello, hay juventud que se levanta, camina kilómetros, se expresa con coherencia y trata de demostrar que no son estadística, ni se les ha cortado el derecho a voz.
Por su actitud inspiradora, por la defensa de sus ideales y porque están demostrando ser más inteligentes que quienes acumulan años, la juventud peruana que toma las calles son mis personajes de 2014.
Y como van las cosas, también lo serán en 2015.
¿Generación X? ¡Nones! Generación A. O Generación #tomalacalle.
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