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Dom, Abr

El negocio oculto entre unos robots y una narcotraficante

Nelson Peñaherrera
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ERP. Hace cuatro millones de años, en algún confín del universo de cuyo nombre no estoy enterado porque nunca dijeron dónde, existía un planeta altamente tecnificado llamado Cybertrón, que estaba poblado por dos bandos antagonistas de robots, más polarizados que Perú en segunda vuelta. Se llamaban autobots y decepticcons. ¿Con quienes puedo compararlos? La verdad basta decir que los primeros eran los buenos y los otros eran los malnacidos, o mal ensamblados.

Por Nelson Peñaherrera Castillo

Las fuentes de energía de su planeta ya estaban en muere y se enfrentaban a una hambruna de microchips que o lo resolvían haciendo su olla común o, al estilo Venezuela antichavista, agarrando sus chivas y buscando algún lugar en el espacio donde pudiesen prosperar y sobrevivir. Con los pocos recursos que tenían, los autobots optaron por la alternativa 2: arrancaron su nave con ellos adentro.

Los deceptticons, que se la vivían copiando todo lo que los autobots hacían, fueron en modo persecución. Al darles alcance, abordaron el vehículo al mismo estilo combi en hora punta. Aparentemente ésta era conducida por algún antepasado cybertroniano de Cristian Cueva o Anderson Santamaría, porque en medio de la bronca, se aproximaron tanto a la gravedad de la Tierra que las naves perdieron control y se estrellaron en puntos distintos del planeta. La de los autobots fue a dar a la base de un volcán llamado san Hilario, en el actual Oregon, Estados Unidos. No lo busquen en Wikipedia: no existe.

En 1984, el San Hilario despertó y activó los circuitos de la nave que se había convertido en un fósil. Una sonda se encargó de reconocer el planeta, que ya no era ni la sombra de ese mundo hostil en el que se habían estrellado sino algo primitivamente tecnificado. Para hacerles corto el cuento, los decepticons y los autobots fueron rrepuestos y ambos se concentraron en acumular energía para regresar a Cybertrón. El problema es que mientras los segundos hacían su colita y esperaban su turno, los primeros iban al estilo Conare, aunque en vez de lanzar piedras, lanzaban lásers a todo lo que les obstaculizara.

[El primer episodio de la serie de dibujos animados: https://www.youtube.com/watch?v=VapIBob5vfs ]

¿Cuál es el ‘camote’ con el Tahuantinsuyo?

En esa jarana, los decepticons se enteraron que en el actual Perú, los incas tuvieron una especie de conducto energético que les permitía aprovechar la fuerza del núcleo de la Tierra, sobre el que edificaron un templo en forma de pirámide y decidieron apoderarse del recurso, aterrorizando a los pobladores de los alrededores, aparentemente cusqueños. No, no era Camisea.

[el episodio de Transformers ambientado en Perú: https://www.youtube.com/watch?v=VMLh1_s4SqM ]

Dicho todo esto, y ojo que mi mérito es haber resumido atropelladamente los primeros nueve episodios de la primera generación de los Transformers, dejo constancia que los benditos ‘robots en un disfraz’ ya nos habían visitado, al momento de publicar esta columna, hace 37 años… y lo vimos por Panamericana… si es que no lo viste por TeleAmazonas con meses de antelación.

Aunque los productores de la serie de dibujos animados (de Marvel y Sunbow) probablemente no tienen ninguna relación con los que, a esta fecha, están rodando una película de esa franquicia (de Paramount Pictures), lo que me parece sintomático es que hayan elegido al Cusco. Sí, yo entiendo que por los enigmas, historias no contadas (los chismosos del ciberespacio dicen que la película se basaría en el mito de Tonapa o Tunupa), la impresionante arquitectura inca y los hermosos paisajes del Valle Sagrado. O sea, ¿qué lindo es mi Perú, hermosa tieeeeerraaaaa! Ejem. Sigamos.

Retomo: me parece sintomático elegir a Cusco, y no es la primera vez que Hollywood le puso el ojo a este lugar. Desde 1954 (oh casualidad, por Paramount Pictures) hasta la fecha, los intentos, entre exitosos y frustrados (como el de una película de James Bond), nacionales y extranjeros, se cuentan por casi un ciento.

Es más. Como nunca antes en la historia del audiovisual peruano, dos producciones de dos corporaciones gringas que son competencia se han rodado al mismo tiempo en el mismo lugar y con unos presupuestos que para qué te cuento, joven.

La otra, obviamente, es la super exitosa serie de NBCUniversal Telemundo intitulada “La reina del sur”, que de novela biográfica ya pasó a ser una ficción que ha consagrado a Kate del Castillo, y que narra las peripecias de la narcotraficante Teresa Mendoza, quien realmente existe, pero en una suerte de universo paralelo ampliado.

[Para los despistados, la intro clásica de “La reina del sur”: https://www.youtube.com/watch?v=Fu0acvaFBDg ]

Pavo real más Artesonraju es igual a más plata

No nos quedemos en las fichas técnicas. “Transformers: el despertar de las bestias” y “la reina del ssur” no solo se rodaron en Cusco. La primera lo hizo en Tarapoto, San Martín, y casi casi se monta una locación en El Ñuro, aquí nomás en Los Órganos, Piura. La segunda hasta donde sabemos, ha puesto de cabeza al Cercado de Lima.
Pero no es que los productores llegaron, montaron sus cámaras, dejaron que el director grite acción y qué lindos se lucen los actores y las actrices. Solo en Cusco, entre Paramount y Telemundo han dejado unos 150 mil soles(unos 37 mil dólares, si deja de subir el dólar) entre derechos de filmación y el acondicionamiento físico de los lugares elegidos como locaciones.

Y eso es lo que sabemos de Cusco. No tenemos aún el dato de cuánto dejó Paramount a la Municipalidad Provincial de San Martín o cuánto dejó Telemundo a la Municipalidad de Lima Metropolitana. No debería ser secreto: es información pública.

Un análisis costo-beneficio en modo Jerry Macguire

¿Verdad que es un negocio redondo eso de ofrecer tu casa, tu parcela, tu ciudad y/o paraje rural como locación para una producción orientada a público internacional? Claro que en Perú esto parece ser algo más novedoso que TikTok, pero es moneda corriente en los países donde la industria audiovisual está altamente desarrollada.

Solo por mencionar casos latinoamericanos: México, Colombia, Brasil, Argentina, Chile, y en sus buenas épocas, Venezuela. Desde calles hasta casas, desde fincas hasta grandes espacios. La necesidad de contar una historia con un paisaje natural y cultural que la cámara ame siempre será una gran oportunidad de negocio.

¿Cuán preparados estamos en el resto del Perú para que también nos elijan como locaciones? Primero veamos el potencial: Perú es quizás el país con la mayor diversidad del mundo en un territorio de más de 1,2 millones de kilómetros cuadrados. Solo nos faltan fiordos y tepuys, pero si no los tenemos tampoco nos lamentemos; veamos el otro pocotón que sí existe y preguntémonos en qué estado de conservación está: si es óptimo, sigue leyendo; si no, preocúpate.

Un detalle interesante es que, como dije antes, la incursión cusqueña de Paramount no es la única de la cinematografía universal. Las punas y la Amazonia también han sido amadas por Hollywood y Europa indistintamente, pero no mucho la costa, y en particular el litoral a pesar de su complejidad paisajística (que sí aparece en cintas nacionales). La pregunta lógica es qué pasó ahí cuando se supone que es el destino turístico popular de los veranos… o quizás es por eso: mucha gente.

De todo ese terreno, el departamento de Piura ocupa más de 35 mil kilómetros cuadrados que van desde el nivel del mar (y aún bajo el nivel del mar) hasta poquito más de los 3900 metros en algún lugar entre las provincias de Ayabaca y Huancabamba, y, si no estoy mal en cifras, agrupamos al 70% de la biodiversidad peruana, lo que se traduce también en una variedad de paisajes en la que solo nos faltan nevados. Tranquilos, tampoco nos lamentemos; pero si alguien lo duda, revise esto: https://factortierra.blogspot.com/search?q=paisaje

Acto seguido, si el estado de conservación del espacio o predio es óptimo, ¿está ssaneado física y legalmente, si fuese el caso? De ser así, si llama la vista de algún director de fotografía, de arte, o algún productor de fuera, ¿sabemos con quién vamos a sentarnos a acordar los términos de uso? Si no es así, ¿los funcionarios locales están adecuadamente capacitados para facilitar las cosas o verán la plata antes que nada y desanimarán la inversión? Ojo, primero facilita el lugar, luego veremos si hay que pagar algo.

Si estás pensando refaccionar tu casa o algún sector de la ciudad, considera que los estudios buscan una mezcla entre lo típico y lo común a todo el mundo (es decir que siendo Sullana, por decir un sitio, funcione como cualquier ciudad latinoamericana), así que es hora de contratar (y pagar bien) a un arquitecto o una arquitecta con especialización en habilitación urbana enfocada en Historia del Arte.

Si en último caso, se pueden traer a un escenógrafo de TVGlobo o de los estudios gringos, no sería mala idea. Toda la vida pensé que el pueblo donde grabaron la telenovela “Tieta” (1989) era algún idílico lugar del estado de Bahía, y resultó ser una armazón de cartón piedra hecha solo para la producción en un baldío al sur de Río de Janeiro.

[El primer capítulo de la novela en cuestión (pero en idioma original): https://www.youtube.com/watch?v=moaqAcap-kU ]

¿O alguien se acuerda de la historia de Oyuki, producida por Televisa (México, 1988)? Si alguien recuerda la publicidad, nos la vendieron como grabada en escenarios naturales de Japón. Pues, los escenarios sí eran naturales… pero del Ajusco, una ladera volcánica extinta al sur de la Ciudad de México.
[El primer capítulo de “El pecado de Oyuki”: https://www.youtube.com/watch?v=bwO2Px13lAQ ]

Y si se trata de intervenir un espacio natural, habrá que contratar a un arquitecto o una arquitecta con diplomado o postgrado en paisajística. La buena noticia: ambas especialidades ya existen en Perú. Eso sí, que su historial cinéfilo haya superado largamente todo el rosario de Rocky. Ya, terminator como que debería subirte puntos en el currículum.

Ahora que todo está bien bonito, lo siguiente es pensar en una estrategia de promoción que no se concentre en decirle al vecino lo que ya sabe: que está bonito, que da gusto. Eso hay que restregárselo por cuanto medio al alcance tengamos a quienes jamás en su vida han escuchado sobre nuestras localidades, y ponerlo a competir con millones de opciones a nivel mundial. Si no leíste mi artículo sobre marca comunidad, aquí tienes una nueva oportunidad:

https://nelsonsullana.blogspot.com/search?q=marca+comunidad

Obviamente que cuando se estrene la película de los Transformers o la nueva temporada de La Reina del Sur, en vez de andar preguntando en redes sociales cosas nimias como dónde vives, cuántos años tienes, o si tu gato hace miau, deberíamos usarlas para crear tal ‘trending topic’ que la gente de todo el planeta se pegue a las producciones, y ahí en nuestros ‘posts’ ‘enchufarles’ los sitios que también tenemos. Veamos el lado positivo: si Spielberg no viene, fácil que medio ciento de turistas internacionales sí. Aquí las pruebas: https://factortierra.blogspot.com/search/label/turismo

Y si logramos dar en el objetivo, entonces me llaman para enseñarles cómo es eso de gerenciar locaciones, de tal manera que cuando los productores lleguen acá, encuentren todo listo, ya limpiecito, habilitado y sin extraños merodeando, salvo que los extraños vayan de extras. Ah, y todo por lo legal, debidamente firmado. O nos ponemos las pilas y adecuamos nuestros espacios para el próximo ‘blockbuster’, o esperaremos calentando asiento otros cuatro millones de años a ver si otras dos facciones de robots sin otra habilidad que convertirse en carritos y aviones vuelven a caer del cielo.

[Sígueme en Twitter e Instagram como @NelsonSullana y comenta usando el hashtag #columnaNelson]

Diario El Regional de Piura

 

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