ERP/N.Peñaherrera. Mientras algunas campañas y sus simpatizantes nos dan una lección de cómo perder el tiempo y generar más gasto en el país, hay otras personas, como los y las jóvenes, que aprovechan el tiempo al máximo y generan prosperidad, bienestar y riqueza para sus comunidades.
O sea, todo lo diametralmente opuesto a lo que la administración pública tradicional suele hacer.
El lunes 13, tuve el honor de participar en la ceremonia de presentación de planes de negocio de jóvenes emprendedores de los distritos de La Matanza y Morropón, en Morropón; aunque la actividad se realizó en Piura, por si acaso.
Fui a dar una ponencia sobre cómo puede sacársele el jugo a las redes sociales para impulsar emprendimientos, basado en la experiencia que disfrutas a diario por este portal.
Si quieres leer la base de lo que dije, puedes descargar el libreto en http://t.co/FtcVduz9jM
Por cierto, la foto que ilustra esta entrega también pertenece a ese momento y fue tomada por mi productora Estefhanie Rodríguez. Sigamos.
Como le comentaba a Manuel Panta, presidente del Consejo Regional de Juventudes (COREJU) Piura, trabajar con este grupo siempre da grandes satisfacciones porque es la gente que le pone más ímpetu, que mira menos las diferencias y que logra cambios significativos y sostenibles tanto en sus historias personales como colectivas.
Por lo pronto, cuatro emprendimientos recibieron capital-semilla para arrancar o impulsar lo ya comenzado.
Por cierto, la noticia trascendió del mismo modo que el vuelo de una mariposa en primavera.
¡Ah, ya caigo! Ninguno de los ni ninguna de las jóvenes estaba amenazando las instalaciones de autoridades electorales, ni cometiendo delitos, ni hablando de las intimidades de la farándula. Porque si hubiese una sola gotita de sangre hasta se transmitía el evento vía satélite y se presentaba a estos chicos y estas chicas como seres con serios problemas de adaptación social.
Ese estereotipo que pretendemos endilgar a los y las jóvenes parece ser falso.
La 'nota' en la que están metidos y metidas es la de buscar y generar oportunidades para crecer, cosa que la política que vemos a las afueras de los locales JEE y ODPE parece no ofrecer.
Eso significa que no se ha aprendido una lección clave durante este periodo electoral: los y las jóvenes se cansaron del floro, y lo que necesitan son espacios para producir.
¿Cuántas nuevas autoridades tendrán el criterio mínimo para estimularles?
Insisto que si la política no apunta a resolver las necesidades reales de sus comunidades, terminará acentuando la crisis de la que ya se comenzó a hablar, y que te revelé por aquí a inicios de año o un poco antes.
Los y las jóvenes no están buscando dádivas, sino el extremo de la soga para impulsarse a salir, y luego tomarlo para ayudar a que otros como ellos y ellas salgan también.
Asimismo, buscan que se reconozca el esfuerzo real, no que se alabe a quienes dijeron votar por quien ganó aunque no sepan ni dónde están parados y paradas.
¿Podemos ofrecerles un poquito de transparencia y espacio para crecer?
Que este nuevo periodo sirva para hacer una reingeniería del servicio público. Sería terrible prescindir a la larga de las autoridades y la burocracia porque son económicamente insostenibles (además de políticamente insoportables).
Y no estamos muy lejos de eso.
(Opina al autor. Síguelo en Twitter como @nelsonsullana)