ERP/N.Peñaherrera. El martes, Cecilia Blondet, de Proética, fue entrevistada por una cadena de noticias por cable a causa de un pronunciamiento publicado, unos días antes, sobre la corrupción en los gobiernos regionales (GR).
Básicamente dice que esa lacra se alzó sin problemas por la falta de diálogo entre Palacio de Gobierno y los GR, y la inoperatividad de los consejos de coordinación regional (CCR).
Los CCR son instancias que reúnen a las fuerzas políticas, privadas y de la sociedad civil para diseñar la marcha de una región. Sus pares a nivel provincial son los consejos de coordinación local (CCL).
Decía la Blondet que si los CCR no actúan como un filtro preventivo contra la corrupción, entonces ésta no tardará en campear. Un lector y crítico mío sostiene que además el Consejo Regional tiene que estar operativo, a manera de filtro más cercano al presidente o a la presidenta regional.
Todo esto me trajo a la cabeza un comentario de un colega conocido nuestro, Lucho Lozada, quien la semana anterior sostenía que una de las razones por la que Piura no se hizo un Áncash fue el involucramiento de la sociedad civil en los CCR y CCL.
La vicepresidenta Marisol Espinoza también fue por ahí, pero no acertó tanto como su colega de profesión.
Obviamente Blondet y Lozada dicen lo mismo pero desde dos perspectivas distintas. Sin embargo, cual propiedad conmutativa de la suma, el orden de los factores no altera el producto: donde la sociedad civil participa activamente, es más complicado que aparezca la corrupción.
Claro está, aplica bajo el supuesto de que la sociedad civil esté debidamente informada, tenga una actitud propositiva y ejerza una desinteresada función fiscalizadora (aunque se enronche la autoridad).
Más claro, cuando ejercemos ciudadanía, se gobierna mejor: se co-gobierna.
Si la lección aprendida en Piura es positiva, entonces tenemos que mejorar tal configuración para que realmente se prevenga cualquier ilícito. Digo, por si alguien diga que, a pesar de todo, hay problemas.
No niego la existencia de problemas, pero bajo esta teoría podrían reducirse más si tú o yo decidimos informarnos mejor y participar más… o al revés, da lo mismo.
Entonces, no renunciemos a nuestra posibilidad de co-gobernar. Si funciona bien, ¿por qué tenemos que descartarlo?
(sigue al autor en Twitter como @nelsonsullana)