ERP. De acuerdo a la población de El Almendro, ubicado en el distrito de Paimas, provincia de Ayabaca, nunca antes se ha presentado un evento de esta naturaleza; sin embargo, lluvias intensas en la zona alta de San José de Pillo y precipitaciones en el propio territorio, facilitaron la activación de dos quebradas, las mismas que crearon zozobra entre los residentes.
La Institución Educativa 15242 de El Almendro, fue afectada por la furia de las aguas, que, con lodo y troncos, bajó causando destrucción en la infraestructura, al ingresar a parte del colegio, arrastró algunos bienes y enseres de la docente y además, socavando las bases, de un colegio que se aprestaba para iniciar clases el próximo 28 de marzo.
Fueron dos quebradas que se activaron y debido al material transportado, su efecto destructor pudo afectar vidas humanas. Tal es así que la docente que ya se encontraba en dicha institución educativa quedó atrapada en el ambiente donde pernocta. "Todo fue de un momento a otro, empezó a llover fuerte y de pronto observé que una masa de agua venía con dirección al colegio, primero llegó hacia mi cuarto, logré salir con lo que tenía puesto, pero el agua la tenía por mi alrededor no podía salir, estaba atrapada. Con un poco de esfuerzo salí hacia la cocina del colegio, tenía mucho miedo, el agua me arrastraba. Tras varios minutos de pánico, dos exalumnos vinieron en mi búsqueda, primero llegaron a mi cuarto y abrieron la puerta a golpes, pensaban estaba allí el agua empezó salir y me empezaron a buscar, creían me había arrastrado la corriente y luego llegaron acá a la cocina y lograron sacarme y me llevaron a su casa que queda un poco más arriba". "Todas mis cosas se las llevó el agua", nos cuenta aun asustada la docente Marilú Sunción.
Según población local, hace años se viene requiriendo la construcción de una infraestructura adecuada para la zona; sin embargo, la burocracia del gobierno regional y también del nacional, impide que se ejecute una obra de mucha importancia para niños, niñas y adolescentes, que requieren seguir sus estudios con toda normalidad.
Tras el desastre, la docente de dicha institución tuvo que ser socorrida ante el inminente peligro. La situación fue realmente alarmante y evidenció la dureza del evento climático, pero al mismo tiempo, la fragilidad de la infraestructura que por su antigüedad queda expuesta a lluvias fuertes. Existe mucha indolencia para atender las necesidades educativas, indicaron al Diario El Regional.
Por lo pronto se vienen dirigiendo a las autoridades de la UGEL, de la Dirección Regional de Educación, al mismo gobierno regional y también al nacional, para que debidamente informados, adopten acciones de emergencia, se proyecten a resolver los problemas del local y se de seguridad, tanto a los niños como al personal docente para que realicen sus actividades con normalidad.