ERP. Los cinco puentes del distrito de Canchaque, en la provincia de Huancabamba, Piura, que interconectan a sus caseríos con la capital de la provincia y de la región, están siendo reconstruidos de manera simultánea.
Durante una visita de supervisión de avances de obras a los puentes Pusmalca, Hualcatal, Santa Rosa, La Afiladera y Quebrada Onda, los funcionarios de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, ARCC, comprobaron que hay maquinaria pesada trabajando en cada una de las cinco intervenciones.
Cada infraestructura vial está siendo reconstruida con el componente de cambio: podrán soportar el tránsito de carga pesada para que los agricultores puedan sacar sus productos en cualquier época del año.
El puente Pusmalca, por ejemplo, antes de quedar casi destruido por el incremento del caudal del río del mismo nombre, originado por el Fenómeno de El Niño, era una pequeña infraestructura vial pero de vital importancia porque es el que da acceso al mayor número de caseríos (8) y dos distritos: Lalaquiz y Bigote.
El segundo puente en construcción en importancia en Canchaque es el Hualcatal, que cruza el río también del mismo nombre y da acceso al centro poblado Hualcatal, el más próspero del distrito por sus fértiles tierras y expertos agricultores que producen la mayoría de tubérculos y frutales que abastecen a la ciudad de Piura.
Según explica el alcalde de Canchaque, Fidel Ramírez Vidarte, por la falta de un buen puente muchos agricultores migraron a otros lugares del distrito, abandonando sus chacras en el centro poblado por falta de transitabilidad continua. Ahora, él espera que retornen al caserío y empiece el despegue económico de esa localidad.
“Estamos felicisícimos con el nuevo puente que están construyendo porque será grande y de concreto y no volveremos a quedarnos incomunicados. El año pasado durante el fenómeno de El Niño salí a vacunar a mi bebé y de regreso no pude pasar porque el río tapó el pequeño puente artesanal que teníamos. Me tuve que desvestir para proteger a mi bebito con mi ropa y con ayuda de mi esposo y vecinos pasamos agarrados de una soga”, cuenta María Fermín, quien abastece de refresco de guanábana –de su chacra- a los obreros e ingenieros que construyen el nuevo puente que les cambiará la vida.
Ella llega a la obra todas las tardes portando su balde con refresco y se queda admirando, con entusiasmo y esperanza, el trabajo de ingeniería de armado de las bases: fierros que se entrelazan formando un tejido compacto y el vaceo paulatino de concreto en las cuatro grandes bases que tendrá su nuevo puente. Mientras tanto, la maquinaria pesada continúa con las excavaciones.
El nuevo puente Hualcatal tendrá 60 metros de longitud y será concluido el mes de diciembre próximo. A través de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios se ha financiado S/ 4.4 millones para su construcción.
“Vamos a asar chanchitos para la inauguración de nuestro nuevo puente. En nuestro caserío somos muy unidos y los esperamos para esa celebración”, concluye la señora María Fermín.
En el caserío San Juan del Afiladero las obras de construcción de su nuevo puente se iniciaron el 30 de setiembre pasado. La obra ya concluyó la etapa de excavaciones y estará listo en diciembre.
El puente Huabal, que da acceso al centro poblado del mismo nombre y a otros 7 caseríos más: Pueblo libre, Guarapos, El Almirante, Agua Azul, Yanguanduz, Huerequeque y Baquería, tendrá 26 metros de longitud.
Esta infraestructura tiene una inversión de S/ 2.6 millones y al igual que los otros cuatro puentes está previsto que termine de construirse en diciembre próximo.
Adicionalmente, en el mismo distrito de Canchaque se está reconstruyendo su segunda calle principal, La Esperanza: 400 metros de pistas y veredas de concreto rígido, para soportar lluvias intensas y el tránsito de todo tipo de vehículos, incluidos vehículos pesados.
Todas estas obras tienen como unidad ejecutora a la municipalidad distrital de Canchaque.
De esta manera, la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios viene cumpliendo su rol de reponer la infraestructura dañada por el Fenómeno de El Niño Costero 2017 con el componente de cambio en las obras.