El Código de Ética de la función pública es letra muerta, según regidor talareño Manuel Mendoza Criollo

Talara
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Pariñas/Talara (ERP). Conversa. En la lucha contra la corrupción hay leyes que son puro lirismo. Sin ánimo de justificar la corrupción que hay en las distintas formas de gobierno y en las empresas del Estado, en un acto de corrupción, sería el sector privado quien se ha convertido en pieza clave, al ser generalmente los corruptores que actúan así para lograr obras, servicios, convirtiéndose de esta manera en proveedores del Estado.

Para tratar este tema, El Regional de Piura – Prensa Digital Talara, concertó una reunión con el regidor provincial de la comuna de Talara, Manuel Mendoza Criollo, quien en primer lugar dijo que las cifras sobre la corrupción en el país, la región y particularmente la provincia de Talara asustan; sin embargo no hay la voluntad política de enfrentar este problema.

“Lamentablemente, la corrupción casi no deja huella y de eso se valen tanto el corrupto como el corruptor para quebrar la Ley del Código de Ética del Servidor Público. Lo otro que como los gobiernos son dirigidos por agrupaciones políticas, los funcionarios y las autoridades terminan haciendo una suerte de espíritu de cuerpo y con ello se viene abajo cualquier investigación. A esto hay que agregar que las Oficinas de Control Institucional (OCI) si bien es cierto pertenecen a la Contraloría General sus sueldos son pagados por los gobiernos y se pierde la transparencia con que deben hacer su trabajo”, mencionó.

Tras remarcar que el fraude y la corrupción son actos ilegales casi institucionalizados en el quehacer de los niveles gubernamentales y de las empresas del Estado, el regidor provincial, dijo que existe una extraordinaria herramienta de gestión y control institucional que es la auditoría.

En ese sentido, recomendó que en el caso particular del Municipio de Talara, dejando de lado el espíritu de cuerpo que pueda hacer la autoridad con sus funcionarios, bien se puede enfrentar a la corrupción; pues sólo depende de la voluntad política del alcalde.

“Sinceramente, estoy decepcionado por todas las trabas que hay para fiscalizar porque desde hace un año en que se conocieron los primeros rasgos de corrupción, sobrevaloración, etc., es poco lo que se pudo hacer porque desde el Reglamento Interno del Concejo, deja la impresión que sesga contra la investigación y la fiscalización”, acotó Mendoza Criollo.

Señaló que la auditoría como herramienta de gestión y control institucional, debe ser la vigilancia previa para asegurar que la identificación de proyectos responda a la necesidad de las exigencias de la realidad y de las necesidades básicas no satisfechas de la población y debe ser concurrente para asegurar que los fines y objetivos del proyecto sean bien definidos y posibles de lograr. Agregó que esto muy pocas veces se ha hecho en la MPT.

El concejal también se refirió a los funcionarios a cargo de la Oficina de Control Interno que deben ser profesionales calificados, especializados en la materia, y sobre todo con ética y moral pública, que cumplan oportuna y adecuadamente con las funciones y competencias del sistema nacional de control. “No porque la gestión municipal les cancela su sueldo tengan que subordinarse a la autoridad y sus funcionarios, haciendo espíritu de cuerpo. Esto solo hace que la corrupción se enquiste más en el aparato municipal de Talara”, sentenció el regidor Manuel Mendoza.

TÉNGASE EN CUENTA…

Código de Ética de la Función Pública: Art. 6°: Son principios de la función pública: el respeto, la probidad, eficiencia, idoneidad, veracidad, lealtad y obediencia, justicia y equidad, lealtad al Estado de Derecho.

Art. 7°: Son deberes de la función pública: La neutralidad, transparencia, discreción, ejercicio adecuado del cargo, uso adecuado de los bienes del Estado, responsabilidad.

 

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