Pariñas/Talara (ERP). Diariamente los conductores de vehículos motorizados que se dirigen al Cono Norte de Talara viven una tortura al transitar, para empezar, por las inmediaciones del Puente Víctor Raúl que une el Cercado de Talara con el populoso Cono Norte, debido a que este sector se encuentra totalmente destruido.
Es una constante, por doquier las pistas están agrietadas y agujeradas a tanto que en algunos asentamientos humanos los vecinos se ven obligados a cubrir con arena o restos de ladrillos dejando una pista irregular.
Según Víctor Coronado Ávila, un conocido transportista talareño, este hecho no es el único pues en otros sectores de Talara las pistas están destruidas, ocasionando que los conductores tengan que hacer malabares para transitar, poniendo en riesgo la vida de los peatones ante la posibilidad de estar expuestos a accidentes.
Para el transportista, dice Coronado, el tiempo y los costos son los dos factores que se ven más afectados por los huecos y baches de las pistas de la ciudad, al ser consultado por este medio de prensa digital.
“El mal estado de las pistas daña los neumáticos de las unidades y retrasa su circulación generando congestión. Incluso, algunos de los huecos tienen más muchos años sin ser reparados”, acota el transportista.
Por su parte, los vecinos también se quejan por el polvo y la suciedad que genera el paso de los vehículos en las pistas rotas.
Tras saludar el anuncio que ha hecho el Municipio Provincial, en el sentido que Petroperú refaccionaría algunas de las principales arterias de la ciudad, Coronado Ávila, duda que sea en el breve plazo.
“Ha quedado demostrado que el Municipio no hace una buena rehabilitación, durante el gobierno municipal anterior se hicieron pésimas refacciones. No saben que lo correcto es colocar una capa asfáltica de cuatro centímetros de profundidad y no de un centímetro, como usualmente se hace. Las obras se hacen mal desde el proyecto hasta la utilización de la vía”, reveló.
Finalmente, dijo que el trabajo de mantenimiento debe ser constante y no esperar a que la avenida muestre forados para ponerse a trabajar. Eso implica una adecuada señalización por parte de las autoridades encargadas de la vía.