ERP. Una movilización y concentración por la Paz, en contra de la violencia criminal, se realizò el último sábado en Castilla, reuniendo a las autoridades competentes de diferentes sectores y lo más importante hubo participación masiva de los estudiantes y jóvenes que a una sola voz rechazaron el vandalismo de uno cuantos delincuentes que en los últimos tiempos han dejado en la orfandad a varias familias.
"Para unirse a esta marcha no se necesita invitación, todos tenemos el deber de luchar contra la insania de la delincuencia", fueron las primeras palabras de Luis Ramírez.
Desde muy temprano los ciudadanos fueron concentrándose en la Plaza Luis Montero, para luego recorrer calles y avenidas de Castilla. La multitudinaria concurrencia durante más de dos horas realizó el traslado por las calles Junín, Libertad y las avenidas Grau y Progreso. El comisario de Castilla comandante Luis Carrión Arévalo, se hizo presente en la jornada cívica, de la cual también participaron vecinos del asentamiento humano El Indio.
Asimismo las cientos de personas llegaron a la avenida Luis Montero, en donde en parte norte del estadio Miguel Grau, finalizó la marcha con el mensaje del alcalde Luis Ramírez. "La jornada ha sido importante por la masiva participación de los estudiantes de primaria y secundaria y de las universidades. Los jóvenes como siempre reclaman que haya paz", dijo el Alcalde de Castilla, quien agradeció la presencia del pueblo castellano.
"Le decimos a los delincuentes que no nos van a ganar porque nosotros vamos a liderar el proceso para brindar seguridad. Vamos a patrullar la ciudad de noche con más vehículos", dijo Luis Ramírez, quien anunció que este miércoles 17 en la reunión del Comité Distrital de Seguridad Ciudadana, se evaluará nuevas condiciones de trabajo en materia de seguridad ciudadana para la ciudad.
Dijo que se trabajará estrechamente con las juntas vecinales y con las asociaciones de motataxistas para que de manera organizada combatir la delincuencia. Del mismo modo exhortó a los padres de familia en el sentido de que educen y sepan conducir a sus hijos, porque de lo contrario sino cumplen con ese rol se convertirían en potenciales delincuentes al margen de la ley.