ERP. Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, Arzobispo Metropolitano de Piura, ha escrito un mensaje en el que hace un llamado a tener en cuenta la responsabilidad moral de vacunarse contra el Covid-19.
En su mensaje Monseñor Eguren hace un enérgico llamado a las autoridades nacionales a que hagan todos los esfuerzos posibles para asegurar a Piura y Tumbes, todas las dosis de vacunas de calidad necesarias para inmunizar a las poblaciones, ya que frente a la necesidad de salvar vidas, no aceptaremos más maltratos y retrasos del Gobierno Central. ¡Basta ya de muertes que se pueden evitar!.
Asimismo, reiteró su pedido a las autoridades locales de salud, a que elaboren una estrategia de vacunación eficiente y flexible, con una actualización permanente del padrón de vacunación el cual debe ser divulgado oportunamente, así como una campaña intensa y permanente de difusión que incluya la relación de los vacunatorios oficiales fijos en las diferentes provincias de nuestras Regiones. Todo ello encaminado a que no se desperdicie ninguna dosis de las vacunas que vienen llegando, "porque desperdiciarlas sería una falta imperdonable, un pecado grave, ya que hoy por hoy la vacuna contra el Covid-19 salva vidas, disminuye los contagios, y permite que haya más camas y oxígeno para los que aún no están vacunados" indicó.
En otro momento, el Arzobispo de Piura, destacó que ahora que las vacunas están comenzando a ser disponibles, existe la responsabilidad moral y solidaria de vacunarse contra el Covid-19, ya que el rechazo a la vacuna puede suponer un riesgo no sólo para la propia salud sino para la salud de los miembros de nuestras familias y toda la comunidad. Vacunarse es una responsabilidad moral y una exigencia de caridad en estos momentos de una crisis sanitaria sin precedentes en nuestro país. "Nuestros cementerios cada vez más lo atestiguan. La moralidad de la vacunación depende no sólo del deber de proteger la propia salud, sino también el trabajo, el sustento de la familia y del deber de contribuir al bien común" precisó.
Monseñor Eguren destaca además que la pandemia nos recuerda también el derecho humano a la salud. Por ello, cada persona humana tiene derecho a recibir del Estado todo el cuidado y la asistencia médica que necesita. Indigna que después de más de año de pandemia el oxígeno vuelva a escasear, no hayan camas UCI y de hospitalización disponibles, se carezca de medicamentos indicados para el tratamiento de los pacientes contagiados de Covid-19 en cantidades suficientes, y nuestros médicos y enfermeras no cuenten con los suficientes equipos personales de protección, y que además no se esté reforzando como se debiera la atención primaria. Hoy por hoy para un enfermo de Covid-19, poder tratarse de este mal es un verdadero via crucis.
Finalmente, el Arzobispo Metropolitano de Piura aseguró que a la pandemia la derrotaremos con justicia y honestidad, con trabajo eficiente y abnegado, con mucha oración y fraternidad. Junto con las vacunas, el mundo de hoy necesita de estas otras medicinas, que nos abren a la esperanza, la cual brota de descubrirnos que Dios nos ama y que nunca nos abandona.