ERP. Frente a la crisis hídrica que afecta a varias regiones del país y a más del 40% de la población mundial, las EPS en Régimen de Apoyo Transitorio del Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS) redoblan esfuerzos para sensibilizar a la población sobre la importancia de un uso responsable y solidario del agua.
En un contexto en el que el cambio climático agrava la escasez del recurso y alarga los períodos de sequía generados por el estrés y déficit hídricos, el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, a través del OTASS y las empresas prestadoras, enfatizan que la educación sanitaria es clave para generar cambios sostenibles en la gestión del agua.
Con el cambio climático, los patrones de lluvias han variado drásticamente y las altas temperaturas provocan una mayor pérdida de agua, lo que ha disminuido el caudal de los principales ríos del país.
Cambio de usos y costumbres
Ante esta situación, las EPS subrayan la necesidad de replantear los usos y costumbres en torno al agua, por lo que impulsan campañas de sensibilización para informar a la población y a los demás grupos de interés sobre el valor de este recurso, promoviendo un consumo responsable y solidario.
Las EPS consideran que cada ciudadano tiene un rol clave en la conservación del agua, y sugieren implementar buenos hábitos de consumo que puedan marcar la diferencia en tiempos de crisis. Algunas recomendaciones incluyen:
- Cerrar el caño cuando no se usa el agua: Pequeñas acciones como esta ayudan a evitar desperdicios significativos.
- Optar por ducharse en menos de cinco minutos: El ahorro de agua es considerable.
- Revisar y mantener las instalaciones domésticas: Arreglar fugas o averías evita pérdidas diarias.
- Recicla el agua del lavado de verduras, frutas y de la ropa: optimiza el uso limpiando pisos e inodoros, o incluso en el lavado de vehículos.
La educación sanitaria se posiciona como una herramienta fundamental para promover estos hábitos entre los usuarios, y las EPS impulsan la colaboración ciudadana como un compromiso de todos.
En palabras de los especialistas, "cada gota cuenta" y, en momentos de estrés y déficit hídricos, adoptar hábitos de consumo eficientes y responsables no solo es un acto de solidaridad, sino también una vía para enfrentar los desafíos climáticos actuales y asegurar la sostenibilidad de este recurso para las próximas generaciones.