ERP. Con tardanza el Tribunal Constitucional adelantó para el 16 de noviembre, la evaluación de la demanda competencial, que permitirá conocer las implicancias de la causal de vacancia "Permanente incapacidad moral" aplicable a un presidente de la República y que se encuentra prevista en la carta magna. La ambiguedad del indicado artículo llevó recientemente a la destitución del presidente Martín Vizcarra Cornejo.
La demanda competencial fue presentado en la primera intentona de vacar al presidente de la República Martín Vizcarra y fue acompañada de una medida cautelar; frente a ello, los miembros del Tribunal Constitucional, desestimaron la medida cautelar y dejaron pendiente el pronunciamiento sobre la principal. Inicialmente su análisis y debate se encontraba previsto para el 18 de noviembre; sin embargo, debido a los últimos sucesos se previón adelantar la fecha.
📌 El Pleno del Tribunal Constitucional sesionará mañana lunes 16 al mediodía, de manera extraordinaria, para evaluar lo relacionado a la demanda competencial. pic.twitter.com/EBRcyFd66P
— Tribunal Constitucional del Perú (@TC_Peru) November 15, 2020
Para algunos constitucionaistas la "Permanente incapacidad moral" se refiere al impedimento definitivo de un presidente, por razones mentales y no como se ha pretendido aplicar en los últimos tiempos. Este análisis será realizado por el Tribunal Constitucional y aunque en teoría podría reponer en el cargo al expresidente Vizcarra Cornejo, es bastante difícil que los miembros del TC den ese paso
Los fundamentos del Poder Ejecutivo, son que dicha causal no puede confundirse con procesos investigatorios de carácter penal; en tanto, el Procurador del Congreso ha dado respuesta al Tribunal en el sentido, que corresponde a dicha instancia vacar a un presidente de la República. Después de la vista de la causa, se procederá a emitir sentencia, aunque es improbable que sea en la próxima semana.
El no pronunciamiento oportuno del Tribunal Constitucional conllevó a la declaratoria de vacancia del presidente Vizcarra y sobre todo a la algarada pública, donde miles de jóvenes salieron a las calles para protestar contra el sucesor Manuel Merino de Lama. Además de ello, consecuencia de las protestas, se produjeron 2 muertos y más de 100 heridos, lo que se pudo evitar con un pronunciamiento oportuno.