ERP. La ciudad de Sullana, ha incrementado otro problema recurrente a su situación de inseguridad ciudadana y es la acumulación de residuos sólidos por los diversos sectores de esta localidad. Un recorrido realizado por diversos sitios nos evidencia que tanto alcalde provincial, como su Concejo Municipal no se preocupan en resolver este álgido problema.
Hace un buen tiempo, publicamos una opinión del exregidor Fernando Brossard del Rosario respecto a esta realidad, Pero todo hace indicar que el alcalde o no tiene los recursos o en todo caso adolece de las capacidades para gestionar una ciudad dinámica como lo es Sullana, donde la gestión de residuos sólidos debe ser una política de igual importancia que la inseguridad ciudadana.
En efecto, según pudimos constatar en un rápido recorrido, a los lugares ya conocidos como la podredumbre del Canal Vía que por el momento solo una lluvia podría solucionar; se suman problemas de recolección en el sector Sánchez Cerro, donde los cúmulos de basura se suman por minuto; al igual que en la calle El Alto, cerca a la urbanización Enrique López Albújar Primera Etapa, donde igualmente se arrojan enormes bolsas con residuos orgánicos e inorgánicos.
Pero si tales lugares son ya un problema de salubridad, la situación es caótica en la denominada urbanización Nueva Sullana. La principal vía de entrada y cerca al local de la Corte Superior de Justicia, toda la berma central se encuentra repleta de bolsas y sacaos de basura, con el agravante que algunos recolectores se dedican a segregar la basura, extendiendo el nivel de suciedad.
No es un solo lugar en la urbanización Nueva Sullana, pues en toda la vía, la población arroja su producción diaria de basura sin tener en cuenta en absoluto las normas sanitarias que lo impiden. Cerca a estos botaderos urbanos, se encuentra el local de la Policía Nacional del Perú y se vienen construyendo inmuebles públicos de buena infraestructura pero que se afean por esta situación.
“Oh, que suciedad” exclamó una profesional que visitó la zona por motivos de proyección social por motivo de Navidad.
Pero como si fuera poco, la carretera hacia Jíbito, se ha convertido en un botadero sin control. Cerca a la curva que sería el límite entre Sullana y el distrito de Miguel Checa, la enorme cantidad de basura, indica que sullaneros y sullaneras deben mejorar sus hábitos y su cultura cívica, para evitar que se formen estos botaderos.