ERP/N.Peñaherrera/Sullana. A Melody Canales Reyes (25) la hemos visto cantar desde muy joven en nuestra comunidad, pero si creemos que ya le perdió el miedo a todo lo que implica pararse en una tarima, nos equivocamos.
"Lo que nunca me quitaba de la cabeza es que si veía una cámara de video, volteaba la cara porque me ponía nerviosa", confiesa.
El problema era que si ella quería exponer su talento tenía que depender de la tecnología.
"A los 14 años, mi papá me llevó a un 'casting' en Lima. Fue un desastre porque la cámara me puso nerviosa", recuerda.
Hoy, es parte de La Voz Perú, el 'reality' donde debió imponerse a unas tres mil personas, y ahora a unas doscientas, tratando de ser ese talento vocal que se abra paso en el competitivo mercado de la música.
Pero no fue una cámara la que puso nerviosa a la comunicadora social, la primera vez que concursó y no impresionó al jurado compuesto por cuatro 'coaches' (maestros inspiradores) famosos, hace un año.
Interpretaba 'Eclipse total del amor': "Pensé erróneamente que el hecho que los coaches estén volteados me iba a ayudar mucho".
¿Mira mis ojos? ¡Nada! "Llega un momento en que la canción sigue, nadie se voltea y comienzas a desesperarte".
Y la historia feliz de 90 segundos se volvió un cuento de horror: "Éso te saca de la canción, no le pones 'feeling' y se necesita mucho 'feeling'".
Melody se califica como una persona que afronta los retos, y que no se rinde con facilidad. . por eso, quiso sacarse el clavo este año (alentada también por sus amistades) y se presentó.
Más que el miedo a las diez cámaras que –dice- hay en el estudio, lo que podía desconcentrarla es que le dijeran No de nuevo, aunque no sería tan duro como la primera vez.
Cuando pasó la primera selección, tenía que enfrentarse a la audición a ciegas: cuatro jueces dan la espalda al talento, a menos que éste le impresione y viran su silla.
Su segundo intento implicó una nueva canción. Eligió 'Cómo olvidar', popularizada por la puertorriqueña Olga Tañón, tanto en balada como merengue.
Melody prefirió ensayar la versión más suave del tema, hasta que su director musical tuvo una inspiración que la sacó de cuadro: fusionarlo con festejo.
Aunque la cantante sullanera comenzó interpretando música peruana, jamás había intentado el festejo. Encima, una de las 'coaches' es eva Ayllón, quien sabe apuntalarse magistralmente en los ritmos afroperuanos.
"Yo me moría de miedo", reconoce Melody.
Entonces recordó por qué había dejado todo atrás en Piura para hacerse un espacio en la capital, recordó que si una puerta se cierra otra se abre y recordó que debía olvidar su miedo a las cámaras (de alta definición), y no dejar que se llevaran su corazón –como dice el tema- sino dejarlo sobre el escenario.
"Me lo tomé con más calma y decidí divertirme allá arriba", asegura.
Y lo que parecía ser una balada con aires de bolero, terminó siendo una explosión que impresionó a... ¡¿Jerry Rivera?!
El compatriota de la Tañón fue el primero en girar su silla; pero la pugna no acabó allí pues la propia Eva Ayllón instó a la joven a incorporarse a su equipo. A melody le emocionó el respaldo del Niño de la Salsa (ovación personal incluída) y se incorporó a sus filas.
"Es una persona muy sensible, muy humana para expresar sus cosas", lo describe Melody.
Rivera suele sacar su lado familiar a la hora de aconsejar, tanto que hasta recuerda a su padre. "Más que una voz bonita, lo importante es que logre llegar", repite el cantante.
Buscando una conexión total
"No es que yo siempre haya querido ser cantante; fue algo que se dio", asegura Melody.
Desde el colegio siempre era seleccionada para los números de canto, y destacaba porque sobre el escenario se entregaba a la música.
Estudió Comunicación Social en la Universidad de Piura (Piura), donde se graduó el año pasado. Incluso estudió cerca de un año en España.
Dentro del campus, fue parte del Coro Universitario dirigido por el maestro Arturo Hernández, reconocido músico a nivel nacional y autor de varios arreglos musicales.
"El coro sirvió bastante en el tema vocal, respiración, calentamiento, ejercicios, colocación de voz, fonación", explica Melody. "Ahora que tomo clases de canto no me es ajeno".
Cuando quedó seleccionada, una de sus primeras llamadas fue a Hernández, quien, según ella, se alegró mucho.
Fuera del campus, ella cantaba para pagar la pensión de estudios. Su plan, tras graduarse, era trabajar para pagarse sus estudios académicos de música.
"Yo estuve buscando la fórmula mágica que conjugue mi carrera como comunicadora con la música", que era su pasatiempo. "Lima me abrió los ojos".
Como parte de su formación profesional ha sido el mercadeo (marketing), entendió que podía seguir cantando, y usar esa ciencia para promoverse: "Tengo mi marca personal en la música".
Salir en televisión nacional hizo el resto.
Hoy, su 'fanpage' superó los mil Me gusta, de tener unos 600, solo para mencionar un ejemplo.
Dicho sea de paso, Melody trabaja en un proyecto promovido en parte por su universidad, además de cantar en la orquesta Lima Fiesta.
La música no es un accesorio
Melody quiere buscar más escenarios, pero reconoce que no es la única. Solo en el concurso hay, al menos, otros dos representantes de Sullana.
"El norte siempre ha tenido mucho talento en el ámbito musical; Sullana tiene mucho talento: hay que apostar un poco mas por la música".
La comunicadora cree que la clave podría estar en profesionalizar el empirismo con que muchos de estos talentos actúan ahora mismo. Ella reconoce que también ha iniciado su carrera empíricamente.
"No se le da a la música el lugar que le corresponde. Los temas de arte ocupan un espacio mínimo en la currícula educativa", se queja.
Y según ella, el riesgo es que reduzcamos nuestros niveles de humanidad frente al incremento de la oferta tecnológica. Su base argumental está en el afán desmedido por tener, el que, si no se satisface, puede degenerar hasta en la delincuencia.
"Es mentira que dedicarse al arte es matarse de hambre, porque nosotros le damos vida al mundo; imagínate un día de tu vida sin escuchar un minuto de música", sentencia.
La música humaniza mucho a las personas; y crea una disciplina pues tocar un instrumento implica una práctica, horas de entrenamiento como un deporte", agrega.
Incluso, durante la última edición de los Premios esteban Campodónico, fue testigo de cómo este arte mejora la vida de niños y niñas en riesgo social.
"Hay unmundo distinto allá afuera, al que puedes aportar a través de la música", y, según ella, sí hay mucha demanda en la gente.
Si una puerta se cierra... golpéala de nuevo
Cuando Melody se fue a la primera audición, dejó todo atrás en Piura, y su intención fue quedarse en Lima hasta ser seleccionada. El camino le tomó un año, pero es apenas el inicio.
Lo que no se ve en televisión es que el escenario es realmente pequeño, "pero cuando todo se enciende, una es la que se siente pequeña".
Melody afirma que allá arriba, la lucha es con el propio yo: "Lo importante no es cómo llegar, sino llegar".
El consejo que da es que si te dicen No, vuelvas a intentarlo. Y ello no solo aplica para quienes quieran abrirse paso en la música: "en un concurso no te enfrentas a voces, sino a sueños tan o más fuertes que el tuyo.
Por ahora, los comentarios por su participación han sido alentadores, especialmente de paisanos suyos, quienes se han emocionado por verla llegar.
La etapa que viene
A partir del lunes 20 empieza una etapa diferente y difícil. Cada equipo ya tiene sus 40 concursantes, quienes se enfrentarán en duetos. De allí se clasificará un talento. El 'coach' tendrá la decisión en sus dedos.
"Yo estoy en ese concurso para llegar lo más que se pueda, para que mi voz se conozca" y aclara que no desconfía de su talento, pero reconoce que hay voces mejores que la suya.
Lo que sí tiene seguro es que su voz ha sido la herramienta para llegar hasta donde está, "y esto es lo que quiero hacer".
(Opina al autor. Síguelo en Twitter como @nelsonsullana)
Más datos:
La Voz Perú se emite de lunes a viernes a las 21:00 por Frecuencia Latina.
Para saber lo último de Melody, puedes seguirla por Facebook en facebook.com/melodycanalesr y por Twitter como @melodycanalesr.
Fotos por: Álvaro García y Frecuencia Latina.