Por: Luis Martín Correa Castillo
Es sin duda la expresión coloquial que nos lleva de regreso, como por arte de magia, a las aulas del 'cole', instituto o universidad, y te dibuja una descarada sonrisa porque sabías que si las señas, papelitos o cualquier otra ayuda inventada no funcionaba aún podías recurrir al amigo o profesor y rogarles ¡No seas malito, déjame copiar!.
Si esta criollada nos resulta graciosa, imagínense al profesor de tus hijos diciéndote No seas malito, déjame copiar!, felizmente pueden imaginarlo, pero quienes tuvimos que vivirlo como aplicadores del PRIMER CONCURSO EXCEPCIONAL DE REUBICACIÓN EN LA TERCERA, CUARTA, QUINTA Y SEXTA ESCALAS MAGISTERIALES nos reveló una vez más la realidad de un sector tan maltratado política, social y económicamente que muchos confundieron la evaluación de conocimientos con una demostración de fino arte para plagiar.
Y vaya artistas!, me recordaron a Charles Chaplin y su comadre inseparable Edna Purviance, rodando entre gestos y señas una brillante actuación incomparable tan solo con el fulgor de aquella época, también hizo su aparición detrás de este escenario la guionista iluminada que buscaba en el techo la inspiración para completar el guión, la alegría la impusieron los trovadores quienes con armoniosa voz las preguntas y respuestas interpretaban, y ni hablar del acto mágico que COPIENDMI realizó: convirtió el protector de un borrador en un acordeón, y en un parpadear lo desapareció. Cinco minutos después oh sorpresa! su colega lo hizo aparecer.
Finalmente, para cerrar el telón los políticos y socialistas arengaban: ¡Si los que ganan más pueden robar, porque a mí no me dejaste copiar!.
Como buen espectador, a todos ellos les agradecí llamándoles la atención, porque el conocimiento no debes echarlo a la suerte o adquirirlo un día antes del examen. Para cultivarlo necesitas primero hacer una autoevaluación sincera de todo lo aprendido, reconocer lo que no sabes y partir en busca de aquello que te hace falta para lograr tus objetivos.
(Luis Martín Correa Castillo es abogado profesional. Envíale tus opiniones por Twitter a @factortierra)