ERP. Fueron 4 sullaneros que perecieron en el trágico accidente del ómnibus Sechura Tours quienes iban con destino a Lima para participar en las exequias de su compañero de partido don Alan García Pérez. Se trata de Luis Enrique Flores Jiménez, Greta Aponte Olaya, Magaly Saldarriaga Rodríguez y Víctor Sigifredo Cortez Vera, cuyos cuerpos fueron entregados a sus familiares.
Apristas activos y confesos, hicieron de su vida una entrega constante a la organización, pese a las enormes dificultades enfrentadas, sobre todo después del golpe de Estado de 1992. Uno de los más convencidos era Luis Enrique Flores Jiménez, quien incluso estudiante de secundaria, se enroló en las filas del Apra y alternaba sus estudios de pedagogía con su militancia.
Amable, coloquial y estudioso, poco a poco se fue abriendo paso en la docencia como responsabilidad laboral y como dirigente aprista apoyando en sendas oportunidades las campañas electorales de César Trelles Lara a nivel regional y las municipales de la provincia de Sullana. Creía en el Apra, como quienes lo conocían creían en él.
Apostaba por la renovación del movimiento fundado por don Víctor Raúl Haya de la Torre y promovió en su momento la candidatura del profesor y abogado Juan Carlos Valdiviezo. Era de los pocos apristas que defendían su posición y se le veía siempre en el local del partido ubicado en la Transversal Tarapacá y Bolívar.
Víctor Cortez Vera, era un entusiasta activista y militante. Su contribución en campañas estaba descontada, tenía la energía suficiente para dedicarse por entero en los requerimientos del partido e incluso apostó por impulsar y promover la candidatura de don César Trelles Lara en el último proceso, aunque las perspectivas auguraban un fracaso, él no desmayó para difundir su propuesta electoral.
Greta Aponte Olaya, enarbolaba la corriente femenina del Apra y coadyuvaba en las actividades propias para lograr una mayor participar de la mujer en la política. Ese convencimiento de sentirse una aprista convencida y decidida, la empujó a embarcarse para viajar a Lima y dar el último adiós a quien en vida fuera don Alan García Pérez.
Magaly Saldarriaga Rodríguez, acompañó a su esposo en los momentos de retos. Él se encuentra delicado consecuencia del accidente, pero ella partió al más allá; era una pareja que compartía los mismos ideales y las mismas perspectivas políticas. Su militancia le venía de familia y la hizo extensiva con su matrimonio con Miguel Ruesta o más conocido en el ámbito local como ‘Micki’.
Sus cuerpos han sido traídos a su natal Sullana, quedará en la impronta de las nuevas generaciones, no tanto el triste desenlace, sino el ejemplo que desplegaron en su condición de militantes del Apra. Fueron testigos de la efervescencia del poder cuando fueron gobierno; pero igualmente del oprobio cuando se pierde. Ellos, sobreponiéndose a la realidad, creían y soñaban con un partido renovado y triunfante.