ERP. El accionar de Christian Salas ex Procurador Anticorrupción, para un grupo de piuranos, no fue decoroso. Sin embargo, meses después que se entrometiera para evitar un pedido de prisión preventiva; ha deslindado del Ministro de Justicia Daniel Figallo y marcó amplia distancia, respecto a las intenciones negadas, de favorecer a Martín Belaúnde Lossio. Es la nueva crisis que enfrenta el gobierno de Ollanta Humala.
Si bien es cierto, que la renuncia y posterior cese de Christian Salas, tuvo eufemismos para justificarlo; se nota que los entretelones son diferentes a las comunicaciones públicas. Todo lleva a deducir que el gobierno se encuentra seriamente abocado en considerar como colaborador eficaz a Martin Belaúnde, todo ello con la "sutil" inacción de Procuraduría y la benevolencia de los fiscales que investigan los presuntos delitos de César Álvarez, ex presidente de Ancash.
Ser considerado colaborador eficaz, implica que el beneficiario no sería pasible de sanción penal. Considerando el caso y de mediar dicha medida a favor de Belaúnde Lossio, tendría que levantarse la orden de prisión preventiva que tiene. Frente a esta posibilidad, tanto el ex Procurador Salas, como la procuradora Yeni Vilcatoma, descartaron de inmediato la intención y desde ese momento se han sucedido hechos que llevan a la duda de la transparencia del Ministro de Justicia Daniel Figallo.
Como ya es común, frente a las acusaciones de inmediato los operadores de Ollanta Humala, lanzan calificativos y críticas. Ana Jara, Premier de la República e incondicional de Nadine Heredia, de inmediato generalizó "si un funcionario de confianza, no está de acuerdo, debería renunciar, por decencia...". La alusión de inmediato fue descalificada por su impertinencia.
No es pertinente ni recomendable que se trate de defender a personajes que buscan llevar un proceso penal por un camino diferente al que le corresponde. Salvo que el beneficiario central sea el presidente y su esposa. Tampoco es respetable, que los miembros del gobierno se aferren a obviar las denuncias ciudadanas y sobre todo de aquellas que lo hacen sus mismos funcionarios. Construir moralidad, es muy difícil y estos casos deben de reconocerse y apoyarse.
La situación se ha puesto más tensa; por cuanto, la Procuradora del caso de "La Centralita" donde se encuentra vinculado Castañeda Lossio; salió a los medios de prensa, primero para decir que por "decencia no renunciará" y segundo demostrar el amplio interés que tiene el Ministro de Justicia por el implicado Martín Belaúnde Lossio. El audio y las declaraciones dadas son esclarecedores y solo vía perjurio podría decirse que no lo es.
Yeni Vilcatoma, entrevistada por el Programa "Sin peros en la lengua" no tuvo temor para dar cuenta de lo que considera una amenaza en la lucha contra la corrupción. Además, ratificó su pedido de la separación del cargo del Ministro de Justicia y calificar la actuación del Fiscal de la Nación y de otros fiscales que participan en la investigación del caso Ancash.
El ministro Figallo ha pretendido ocultar sus intereses, con el prurito que no ha presionado y no ha dado indicación alguna sobre el caso de Belaúnde. Podría ser; sin embargo, es claro, que frente a los miles de casos judiciales que existen en el país, justamente se interese por el que implica al amigo personal y político de la pareja Humala-Heredia.
"Yo no tengo ningún tipo de seguimiento al caso de Martín Belaunde Lossio, veo los casos en general, pero si se aproxima un tema relacionado con unas declaraciones de mi Procuraduría sobre Belaunde, tomo interés del caso", aseveró Figallo buscando desvirtuar las acusaciones.
Sin embargo, ha sido claro en confirmar que la Procuradora, no tiene su confianza, en clara alusión que le quitará el cargo. La salida de Yeni Vilcatoma, se oficializó y se espera lo que viene. El Congreso estará interpelando a Figallo.
En tanto, de acuerdo a la información proporcionada por la Procuradora Vilcatoma, existen indicios más que suficientes para decirle adiós al ministro de Justicia, y no solo ello, accionar para evitar que el poder se entrometa en casos judiciales y penales, y tuerza el verdadero sentir de la justicia.
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