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Los hermanos Távara Polo, candidatos al Congreso por Piura en listas disímiles

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ERP. El derecho de participación política se encuentra reconocido por la propia Constitución y todo ciudadano puede ser elegido, adicionalmente al de elegir, que es una obligación en el caso peruano. Regularmente, ser candidato era un consecuente de reconocimiento social, por sus atributos como persona, como profesional o como líder social. Todo ello es un hecho pasado. 

En el caso peruano y considerando las listas congresales, no existen partidos y la formación política es inexistente. Lo que prevalece es la formalidad de cumplir con la normatividad electoral la misma que considera jóvenes y género; y en el caso de las organizaciones no escogen militantes que sería lo idóneo, sino personas que quieran ser candidatos y dinero para la campaña. 

En esta lid electoral y recordando lo que sucedió con el general Jaime Salinas Sedó y su hijo Jaime Salinas López-Torres, candidatos en el mismo proceso electoral aún siendo padre e hijo; en esta oportunidad y en un nivel provinciano, dos personajes se disputan los votos de la familia Távara Polo y de la población de Sullana y por corresponder de los piuranos en general, y aunque deben resolver primero impugnaciones de lista y en su contra, podrían quedar habilitados. 

Se trata de Edgar Javier Távara Polo, candidato inscrito del Partido Nacionalista. De él se conoce solamente haber sido militante de la organización que llevó a su hermano a la alcaldía de Sullana y promover competencias deportivas para socializarlo. Excepto el detalle enunciado, no se le conoce trabajo social y político alguno y él mismo se encarga de declarar en el Jurado Nacional de Elecciones que no tuvo ni tiene militancia política.

Si bien es cierto que sus opciones son casi inexistentes por la baja aceptación del Partido Nacionalista, lo que llama la atención es la competencia familiar con María Asunción Távara Polo. En efecto, la esposa del vicegobernador Alfredo Neyra, no ha querido quedarse fuera de esta carrera electoral y tocó las puertas del fujimorismo, hizo desembarcar a la candidata Maritza García Jiménez y finalmente logró ser encumbrada.

Al igual que su hermano Edgard, no tiene mayor connotación personal y menos profesional porque no lo es; pero si se convirtió en dirigente barrial y una empecinada opositora de un ex alcalde de la ciudad de Sullana, con sus críticas causticas. Ingresó tarde a la contienda electoral, pero gracias al Vicegobernador, se entiende, tiene altísimos recursos para hacer campaña y así lo viene demostrando.

Según el especialista en temas electorales Mauro Vegas Carmen, al calificar esta doble postulación indica que “Son opciones diametralmente opuestas, uno casi desconocido con profesión abogado, y la otra conocida por oponerse a todo lo que hacía Jaime Bardales (Ex alcalde) más no se le conoce...” Luego concluye con una interrogante “¿Qué credenciales democráticas puede tener si está adscrita al fujimorismo...?

Es probable que el ojo visor de Alfredo Neyra, esposo de María Asunción Távara Polo le depare un mejor comportamiento en la lid electoral, considerando que Fuerza Popular (Keiko) por el momento tiene una votación homogénea y mayoritaria en Piura; sin embargo, que no llame la atención si en el rush final pierda seguidores y la elección. 

María Távara Polo, por los recursos económicos que posee para campaña, es la mejor ubicada de los sullaneros para captar el voto del electorado de mantenerse la intención de voto del fujimorismo. Obviamente, no significa que en caso de salir elegida realice una buena labor, porque sus competencias aparentemente son bastante limitadas; sin embargo, podría abonarle a la familia un cargo público más, que se entiende es el objetivo familiar y cumplir el triste papel de otros representantes sullaneros de triste recordación. 

El primer filtro de la familia Távara Polo, muy conocida por su chatarrería, es decantar las opciones electorales que tienen los hermanos y los familiares. Escoger entre uno o el otro es el laberinto. Evidentemente, sus parientes deberán decidir si votan por el Partido Nacionalista o Fuerza Popular. O escoger entre el casi desconocido Daniel Urresti o la ultra expuesta Keiko Fujimori. En términos objetivos, ambas organizaciones se encuentran enfrentadas políticamente; sin embargo, es obvio que para la ahora fujimorista María Távara poco lo interesa y además, sus preocupaciones no se encuentrarían en saber si el gobierno del padre de su correligionaria fue malo. 

En el caso de María Távara, después de lograr el apoyo de la familia, porque se entiende del esposo es seguro; deberá competir con los dos candidatos sullaneros que se encuentran en su lista, primero el anodino Carlos Samaniego Figallo o la entusiasta Evita Ojeda Celi. Lo cierto, que sus acciones prosélitas son millonarias para lograrlo y sus desplazamientos van más allá de Sullana, lo que le permite lograr potenciales votantes en el ámbito regional. 

Derrotar a Samaniego no le sería difícil por la parafernalia que tiene; sin embargo, en el caso de Evita Ojeda la situación le será mucho más difícil pero no imposible. Al final se trata de quien tiene más dinero para hacer la campaña y más seguidores que la respalden y esa característica la tiene la candidata esposa del vicegobernador regional y del alcalde de Sullana.

Es obvio que María Távara, tiene un esposo con poder que la apoya, un hermano Carlos Távara Polo que podría inclinarse a su favor aún a costo de su otro hermano, al final de cuentas sus posibilidades son remotas y de esa manera, los sullaneros podrían tener la primera mujer como Congresista.

Como lo expresa el profesor y político sullanero Enrique Álamo Franco, “… no le podemos dar mucho poder a una sola familia. Hermano Alcalde y esposo vicegobernador”, refiriéndose a María Távara Polo; asimismo expresa que “Quienes se presentaron (Alcaldía de Sullana) como la opción cuya diferencia era la honestidad y hay hechos en sus gestiones que supuestamente apuntan a lo contrario, no podemos elegir a una persona cuyos familiares ocupan cargos tan importantes tanto en la provincia como en la región…”.

Por el momento, Javier Távara Polo, realiza una campaña con un poco de recursos y así se observa en sus fotografías de campaña que se difunden por la red; en tanto su hermana María Távara, hace gala de ingentes recursos que opacan al hermano. Difícil tarea para el hermano Carlos Guillermo Távara, quien podríamos deducir se ve envuelto en una dicotomía impensada. 

Complementariamente a las ideas expuestas, la crisis de la gobernabilidad también se encuentra inserta en familias y el caso de los Távara Polo, es un ejemplo claro que todos quieren ser gobernantes y no gobernados. Sus capacidades las pueden ver en sus declaraciones públicas y ofrecen hacer una vía al Alto Chira o se ufanan de haber logrado la construcción de una comisaría; es decir, aspecto que nada tienen que ver con las funciones y competencias que tendrían en caso salir elegidos.  

 

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