ERP. Ha pasado más de un mes de las elecciones de segunda vuelta para proclamar al ganador de la misma y el contexto se segrega entre la verdad del triunfo de Pedro Castillo Terrones y las diversas mentiras urdidas por los perdedores, llevando incluso a una desinformación nacional e internacional para distorsionar la débil democracia peruana. Keiko Fujimori y otros, se han aferrado a sus mentiras y gritan fraude donde pueden.
Lo más anacrónico, ridículo y lamentable, es la posición del Nobel Mario Vargas Llosa, quien, olvidándose de sus principios democráticos, se suma a la andanada de mentiras construidas por Keiko Fujimori y Fuerza Popular y con gran osadía sostiene que el Poder Ejecutivo ha tomado partido por Perú Libre, cuando en realidad no es así; Francisco Sagasti, se ha mantenido lejano de los vericuetos del resultado electoral.
Se suma otro sujeto que fue ridiculizado por el abogado Aníbal Torres, y quien dijo que no tenía pruebas, pero que tiene la sospecha que existe fraude. Para demostrar un fraude, se debe contar con pruebas y demostrar la ilegalidad para que se puede resolver de acuerdo a Ley. Lo afirmado por Daniel Córdova, es una falacia, propia de quienes se han dedicado a mentir y mentir tras las justas electorales.
Igualmente, este último sábado, en mitin realizado por la perdedora Keiko Fujimori, hicieron uso de la palabra Lourdes Flores Nano, convertida en una recalcitrante fujimorista y repitiendo expresiones que van más allá de las posibilidades del Jurado Nacional de Elecciones; igualmente Jorge Montoya repitió frases que no se condicen con la realidad y la candidata lanzó acusaciones contra Francisco Sagasti y deslizó que no reconocerán al ganador.
De acuerdo a la Oficina Nacional de Procesos Electorales -ONPE- el ganador de la lid electoral es Pedro Castillo Terrones y el Jurado Nacional de Elecciones, tras resolver los diversos recursos de nulidad ha ratificado el conteo respectivo. No existe siquiera un recurso que se haya declarado fundado, lo que demuestra que los resultados son y serán los mismos que realizó el ente oficial.
Sin embargo, la proclamación implica previamente sanear todos los recursos válidamente presentados y que ya fueron declarados infundados por la autoridad electoral. Tras ello, los Jurados Electorales Especiales harán lo suyo y se estima que al 15 de julio se de a conocer oficialmente a Pedro Castillo Terrones como el futuro mandatario para el lustro siguiente. Esta situación no es un proceso normal y cualquiera cosa puede suceder.
Por lo pronto, de acuerdo a información que se deduce el Jurado Nacional de Elecciones, todo lo resuelto deberá publicarse con el voto de todos los integrantes, uno de ellos que tiene cercanía con la fuerza perdedora, viene dilatando su voto singular, lo que estaría afectando se concluya el proceso y se proclame como debe ser al futuro presidente de la República peruana.
Como se ha repetido en diversos recursos, las afirmaciones de Fuerza Popular respecto a incorporar el padrón electoral para resolver, no corresponde en un recurso de apelación. Si el impugnante estima que se han infringido actos electorales, debe presentar las pruebas que lo demuestren de manera indubitable, lo que no ha sucedido. Sin embargo, se sabe que para Fuerza Popular, el único interés que les guía es impedir la proclamación del ganador y derivar todo al Congreso.
Esta en debate, si prevalece el resultado real que el pueblo peruano mayoritariamente le entregó a Pedro Castillo Terrones o si las fuerzas aviesas agrupados como “demócratas” se imponen en su afán destructivo. Se espera que prevalezca la verdad y que pronto la proclamación deslinde con los mentirosas y mentirosos que no quieren aceptar su derrota.
